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2004-01-09
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Los Prolongados Efectos De Una Marea Negra
2004-01-09


Territorios, Ciencia-Futuro
miércoles 7 de enero de 2004
El Correo


Un nuevo estudio sistemático de los efectos en los ecosistemas marinos de Alaska dañados hace casi quince años por la marea negra del EXXON VALDEZ pone de manifiesto que estas catástrofes tienen una componente a largo plazo más dañina que lo que se creía

¿Durante cuánto tiempo permanecen los efectos de una marea negra? La pregunta tiene actualidad a poco más de un año de los derrames del Prestige, cuya contaminación alcanzó varios miles de kilómetros de costa a lo largo del año pasado, y en cuyo pecio siguen miles de toneladas de hidrocarburos como una bomba de tiempo, a la espera de que sea económica y técnicamente viable alguna solución definitiva. La experiencia de anteriores desastres ecológicos provocados por petroleros es fundamental para entender la magnitud de estos sucesos. Precisamente el pasado 19 de diciembre se daba a conocer, en la revista Science, un estudio sobre los efectos que persisten en el Estrecho del Príncipe William (Prince William Sound), en Alaska, donde hace casi quince años, el 24 de marzo de 1989, el petrolero Exxon Valdez derramó 42 millones de litros de crudo al encallar en los arrecifes Bligh debido a una serie de errores humanos y una sucesión de incompetencias en la toma de decisiones por parte de los responsables del petrolero.

La marea negra del Exxon Valdez supuso la contaminación de casi dos mil kilómetros de costa, en diferentes grados, siendo muy afectadas las regiones del Golfo de Alaska, la Península Kenai y el archipiélago de las Kodiak. Aproximadamente unas 18.000 toneladas de petróleo se depositó en las playas y, según los estudios de seguimiento de la Administración Oceanográfica Nacional de EEUU, al cabo de tres años alrededor del 70% de la marea negra había sido suprimido: parte del petroleo se evaporó, sufrió una biodegradación o fue retirado en las intensas campañas de limpieza que se realizaron. Se estima que en las labores de limpieza se retiró un 14% de la cantidad derramada, pero también que un porcentaje entre el 15 y el 20 quedó distribuido por los sedimentos marinos.

Los efectos que tuvo la marea negra fueron importantes en los ecosistemas marinos de la región: se estima que directamente unas tres mil nutrias, trescientas focas y 22 ballenas murieron como consecuencia del petroleado de su piel y el consecuente envenenamiento. Pero las aves sufrieron la peor parte, con una mortandad que superó los doscientos cincuenta mil ejemplares. En esa fase aguda del problema, además, todo el ecosistema quedó dañado, desde las algas a los vertebrados, pasando por los invertebrados bentónicos fundamentales para el equilibrio de las cadenas de alimentación. Las medidas que se tomaron consiguieron contener el desastre, y se crearon numerosos proyectos para recuperar y reimplantar especies que habían sido casi completamente suprimidas, como algunas especies de foca, el pato arlequín, o las palomas de Guillemot.

Pero lo más importante es la persistencia del petróleo incluso más de diez años después del suceso. El equipo científico dirigido por Charles H. Peterson, del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de North Carolina en Chapel Hill (EEUU), ha constatado que, por encima de las discrepancias entre la compañía petrolera y las fuentes gubernamentales, que llevan todos estos años luchando con contradictorios informes, unos minimizando los problemas y otros intentando ponerlos sobre el tapete, está demostrado que hay una importante persistencia de petroleo en formas tóxicas, cuya actividad no ha sido degradada por ningún proceso natural, en contra de lo que se esperaba a partir de análisis anteriores. Los efectos a largo plazo de una marea negra, confirman Peterson y sus colegas, duran mucho más, aunque es difícil saber cuánto.

El petróleo existente en los fondos marinos es el principal caballo de batalla: en cierto modo los fondos están actualmente dosificando ese veneno en dosis que no son necesariamente letales, pero que siguen teniendo efectos que se encuentran en los niveles de población de todas las especies. Aparte de la exposición directa, está funcionando un envenenamiento paulatino que provoca disminuciones a las especies en contacto con esos fondos. Muchas de ellas son alimento de otras especies, que reciben de forma secundaria dosis no letales, pero que comprometen su crecimiento, y capacidad reproductiva, con efectos que se van multiplicando a lo largo de toda la cadena trófica (alimentaria). Además, la interacción compleja que se da en todo este ecosistema complica el hacer un seguimiento de quién envenena a quién, y de cómo se transmiten a lo largo de las generaciones los efectos del envenenamiento.

Pequeñas concentraciones, que persisten, de sustancias como los hidrocarburos aromáticos policíclicos, producen grandes efectos: por ejemplo, en las bocas de los ríos los salmones rojos mueren más durante la fase de incubación de los huevos. Y los propios huevos sufren una mortalidad mucho mayor de la que la misma especie de salmón tiene en regiones no afectadas por la marea negra del Exxon Valdez. "Nuestros resultados exigen una reconsideración por completo de las bases del asesoramiento sobre riesgos ecológicos y ecotoxicología", explica Peterson, "porque normalmente se consideran necesarias concentraciones mil veces mayores. Los anteriores estudios implicaban incorrectamente que concentraciones bajas de crudo era relativamente seguras".

Algo que no es cierto: tras haber analizado datos sobre las poblaciones de muchas especies, revisado los análisis de los comités de expertos contratados por la petrolera y por las agencias gubernamentales, el panorama que se dibuja en el informe Peterson es muy poco halagüeño no sólo para la región de Alaska, sino para todos los lugares donde se han producido vertidos de fuel.

Lecciones Que Aprender
El efecto que está teniendo el informe sobre la evolución de la catástrofe del Exxon Valdez dice mucho de lo complejo que es el panorama en que se mueven estos temas, en donde la necesidad de transportar productos petroleros necesarios para el nivel de desarrollo existente, y el interés económico por parte de las grandes petroleras puede colisionar con el interés general y la protección del medio ambiente. Las normativas de protección, los análisis de riesgo que se realizan, y los propios planteamientos de recuperación que se efectúan tras una marea negra después de 1989 son herederas de la experiencia que se adquirió intentando salvar la catástrofe del Exxon Valdez. Ahora, como se está viendo, esa experiencia ha de ser revisada por completo, incluyendo los efectos que el petróleo que queda en la subsuperficie tiene a plazos tan largos, más allá de los diez años. Se hará necesario revisar los planes de recuperación tanto en el Atlántico francés, donde el Erika se hundió en diciembre de 1999 como en el caso español más reciente del Prestige. Precisamente, a finales de noviembre pasado se celebró en Nantes una conferencia científica sobre los efectos que aún perduran del Erika. En ella más de doscientos expertos sobre biorremediación de catástrofes petrolíferas exigieron mayor seguimiento por parte de las instituciones incluso cuando se haya conseguido eliminar el petróleo derramado y se hayan realizado campañas intensivas de recuperación del medio. No parecen suficientes.


2004-01-09 00:28 Enlace

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Comentarios

1
De: kizz Fecha: 2004-01-09 01:28

Leí algo por encima cuando salió la noticia que comentas de Science, y me quedé sorprendido de que afirmen tan claramente los persistentes efectos tantos años después. Si no recuerdo mal, eso era crudo, no fuel pesado como el del Prestige, y en nuestro caso, mucho me temo que los efectos a largo plazo, no tanto por lo que queda pendiente de eliminar del casco, sinó por lo ya depositado en los fondos, sean tan persistentes y peligrosos. Pero seguro que dirán que las disminuciones de capturas (uno de los posibles efectos) no tiene nada que ver, me lo veo venir!



2
De: Arehucas Fecha: 2004-01-13 00:38

Pitufinos en pitufilandia y Gargamel con su gato (anonimo) azrael



3
De: ElPez Fecha: 2004-01-13 00:44

Veo que no tiene otra cosa que hacer, Arehucas, que visitar mi página y entrar en todos los comentarios que le pillan a mano para mostrarnos su imbecilidad. Enhorabuena, porque estará consiguiendo, de paso, aumentar el número de visitas :-)

Claro, que sería de agradecer que dijera algo menos inconexo. ¿Demasiado ron? Le aseguro que no es bueno...



4
De: el killer Fecha: 2007-11-21 21:04

Hoy me voy a chingar a mi novia. Se lo voy a meter en nombre del Exxon Valdez



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