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la boca
artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)

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2002-06-25
)

Otras Crónicas Marcianas
2002-06-25


Publicado en la revista QUO, número 82, julio 2002.
El artículo tiene un gran despliegue gráfico, imágenes provenientes del programa de planetario titulado Crónicas Marcianas, estrenado al público en 1996, una producción del Planetario de Pamplona y los planetarios de la Casa de las Ciencias de La Coruña, del Parque de las Ciencias de Granada y de Madrid. Merece la pena verlo en la revista, conste...


mars attacks"Tac-Cata-Taca-Tac-Taaac" viene a decir maliciosamente el jefe de las tropas invasoras antes de convertir al Congreso estadounidense en esqueletos de color verde o rojo. Tim Burton, en su Mars Attacks!, que convertía al cine unos cromos de 1962 aparecidos en los envoltorios de chicle, rescataba el gusto por los marcianos malvados e invasores, que han sido parte de la historia de la ciencia ficción desde que H. G. Wells escribiera en 1898 su novela La Guerra de los Mundos.

Pero los "hombrecillos verdes" tienen mucha más historia. Por cierto, que el responsable de que tan a menudo los marcianos se pinten verdes, también fue un escritor de ficción: Edgar Rice Burroughs, más conocido por su serie sobre Trazan de los monos, publicó en 1911 unas presuntas memorias de un capitán norteamericano, John Carter, en su libro La princesa de Marte (la saga continuaría con otras diez novelas). El excombatiente de la Guerra Civil es transportado a Marte, que se halla en guerra, y acaba interviniendo en el destino de esos seres verdosos. Burroughs empleó, realmente, al planeta rojo, como metáfora de la condición humana. Algo de gran tradición en la literatura, siendo uno de los primeros Johannes Kepler con su Somnium, publicación póstuma de 1634, que narra un viaje a la Luna donde conoce a sus habitantes; en el caso marciano, destaca Mundos reales, mundos imaginarios del astrónomo y divulgador francés Camille Flammarion en 1865; pero sobre todo Forastero en tierra extraña, de Robert Heinlein (1961), una delirante parodia en la que Valentine Michael Smith, nacido humano y criado por marcianos, vuelve a nuestro planeta y revoluciona el mundo de las creencias religiosas.

Evidentemente, nadie habría pensado en que Marte pudiera tener habitantes si antes no se hubiera gestado la idea de que Marte era un mundo. Como los otros planetas. El nacimiento de la ciencia moderna, y en ello estuvo muy implicado el nacimiento de la astronomía científica, convirtió a Marte en un lugar. Copérnico, Kepler, Galileo y otros fueron los responsables de que Marte dejara de ser "alguien" para ser "algo". Desde la antigüedad, de entre los astros del cielo, todas las culturas habían destacado unos, los más brillantes, que se movían por la zona zodiacal. Esos vagabundos recibieron nombres relacionados con la mitología de cada cultura que los observó. Y el más rojizo de todos, como metáfora de la sangre y por tanto de la guerra, el del dios responsable de ellas: Ares para los griegos, Marte para los romanos, el creador Marduk de los babilonios o el sanguinario Nacon de la mitología maya.

Lejos de las veleidades de los dioses, el Marte de los astrónomos fue durante varios siglos un objetivo casi inalcanzable: al telescopio, este planeta, a pesar de acercarse bastante a la Tierra (a unos 60 millones de km), se ve siempre como un disco muy pequeño. Y las turbulencias atmosféricas hacen que sea difícil reconocer en su superficie detalle alguno, salvo los casquetes polares (identificados por Herschel en 1781) y cambios en la coloración de las zonas ecuatoriales del planeta, que hoy sabemos debidas a tormentas de polvo y a brumas matinales en un mundo que algunas veces, durante el verano, llega a alcanzar temperaturas por encima de cero grados, pero que durante mucho tiempo (hasta la llegada de las primeras sondas espaciales a Marte a comienzos de los años 60) se creyeron debidas a la existencia de bosques caducifolios.

La realidad es a veces terca con las ficciones. Y en el caso de los marcianos, la era espacial fue la responsable: las sondas Viking mataron a los marcianos. O casi: una imagen, de la zona de Cydonia, parecía mostrar una enorme escultura kilométrica de una especie de cara humanoide. Muchos imaginaron que era un monumento marciano, y a pesar de que los geólogos creían que se trataba de una formación natural, el mundo de la pseudociencia utilizó la "esfinge de Marte" para rescatar a los hombrecillos verdes. Las imágenes de Marte obtenidas por la Mars Global Surveyor hace cuatro años fueron suficientemente explícitas, y los vendedores de misterios tuvieron que invocar al contubernio y la ocultación por parte de "la ciencia oficial" para explicar por qué una escultura era tan parecida a un cerro convencional.

Marte y sus marcianos, en cualquier caso, seguirán siendo parte de nuestra cultura. Y, sin duda, si un día la NASA decide realizar el primer viaje tripulado a este planeta, la historia del espacio volverá a alcanzar dimensiones de epopeya, como con el programa Apolo.

Despieces

La Larga Vida De Los Canales
El término "marciano" casi es sinónimo de extraterrestre; casi nunca se habla de jovianos, saturnianos o venusinos. Y posiblemente se debe a los propios astrónomos. En 1877, el italiano Giovanni Schiaparelli realizó mapas de Marte en los cuales aparecían largas estructuras que él denominó "canales". Un acaudalado hombre de negocios, con vocación de astrónomo, Percival Lowell, confirmó el descubrimiento con el mejor telescopio de la época, el que se había hecho construir en Flagstaff, Arizona. Y concluyó que no podían ser sino obras de ingeniería de una avanzada civilización, que permitían llevar agua desde los polos al desértico ecuador del planeta. (El Canal de Suez, prodigio de la ingeniería humana había sido inaugurado en 1868; los canales marcianos eran cientos de veces mayores). Marte no sólo estaba habitado, sino que los marcianos eran mucho más avanzados que nosotros. Un mundo seco, pero muy parecido a la Tierra, habitado...

Posteriormente, los astrónomos comprobaron que los canales no existían: el ojo creía ver esas líneas en las manchas que el planeta ofrece cuando se observa con instrumentos astronómicos. A pesar de que la única inteligencia que los había fabricado era la que estaba a este lado (el terráqueo) del telescopio, los marcianos pasaron al imaginario popular.

Mars Attacks!
¿Una película con Jack Nicholson, Glenn Close, Annette Bening, Pierce Brosnan, Danny de Vito, Sara Jessica Parker y Tom Jones y no es de Woody Allen? Es Mars Attacks!. La peli genial del genial Tim Burtonm que recupera a esos extraterrestres todo cerebro, pero cerebro canalla. marcianos que fuman, beben, matan, se ríen de los terrícolas y, por si fuera poco todo lo anterior, los derrotan. El homenaje de Tim Burton a las películas de serie B de los cincuenta es una de las cintas más desmitificadoras de todos los tiempos.

¡Agua A La Vista!
¿Por qué parece que todos los expertos en Marte, especialmente los que trabajan para la NASA están obsesionados con el agua? Las primeras fotos en detalle de las misiones Viking de mediados de los años 70 supusieron el nacimiento de la geología marciana, la posibilidad para los científicos de intentar explicar la orogenia, los valles y los volcanes, las diferentes características que se observaban en su superficie. Las misiones posteriores han permitido mejorar la obtención de datos: análisis in situ de rocas como los que se hicieron con la Mars Pathfinder, fotografías de alta resolución que han permitido completar el mapa, gracias a las cámaras de la Mars Global Surveyor, y ahora los mapas de composición del suelo y del subsuelo, con la posibilidad de que enormes extensiones del planeta contengan agua bajo las polvorientas llanuras de óxidos de hierro, que nos está mostrando la Mars Oddysey. Todo ello apunta al agua: agua que corrió libremente por la superficie formando lagos, ríos y cañones. Agua que ahora está congelada mezclada con el suelo, en forma de permafrost.

Así que no es raro que los científicos quieran cerrar ese puzzle, conocer la historia del planeta. Y, de paso, si hay agua, una vez más, uno vuelve a pensar en seres vivos. ¿Habrá nacido la vida alguna vez en Marte? Sabemos que si así fue, no prosperó como en la Tierra. Acaso, como en las poéticas Crónicas Marcianas de Ray Bradbury (1951), los únicos marcianos que queden en el futuro serán de origen terrestre. Llegarán en misiones de exploración, si creemos a la NASA, antes de mediado de siglo.

Algunos enlaces:
la película de Tim Burton: http://marsattacks.warnerbros.com
Marte, por la NASA: http://mars.jpl.nasa.gov
Un compendio de la literatura de ciencia-ficción sobre Marte: http://www.scifan.com/themes/mars/marsbiblio.asp
The Mars Society de España: http://www.marte.org/, abogan por la colonización del planeta rojo

2002-06-25 16:22 Enlace

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