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Inicio > Historias > La Memoria De Los Peces
2002-05-13
)

La Memoria De Los Peces
2002-05-13


Publicado el lunes 13 de mayo. Columna "Milenio" en el Diario de Noticias

Lo estamos consiguiendo: perder la memoria. Posiblemente es un fenómeno global, ligado a la manera en que recibimos informaciones del mundo en el que vivimos. Todo es audiovisual, es decir, fugaz. Gran parte de nuestros conciudadanos (no usted que, como yo, al menos lee algún periódico) tiene noticia de lo que sucede a través, principalmente, de la televisión. Lo que vemos en esos informativos que se suceden a ritmo cada vez más de spot publicitario, es decir, de forma ágil, impactante, moviéndonos a la respuesta emotiva inmediata, vicaria. Pero una vez termina, ay, ya todo es parte del pasado. Como se decía de los peces, sin memoria.
A la noche, el mismo informativo repetirá varias de las noticias, que nos vuelven a parecer algo nuevo. Como el afectado de Alzheimer que se deja notas para recordar cada pequeño acto cotidiano que su enfermedad degenerativa le impide volver a tener a mano. De esta forma un día el país entero se alza en armas, poco más o menos, por un tema de terrible calado. Es porque ese día ha tenido el dudoso honor de haber tenido más tiempo en la tele. A lo más, la reiteración conseguirá que permanezca en la poca memoria a medio plazo que nos queda durante unos días, igual hasta unas semanas. Luego desaparecerá y ya ni nos habremos dado cuenta de que hubo un tiempo en el que todos hablábamos de aquello. ¿El botellón? ni idea de qué ha pasado, pero parece que los jóvenes han dejado de hacer lo que tanto nos asustaba. ¿Y qué hay de esa mujer asesinada por su ex el otro día? ¿Cómo se llamaba, lo recuerda usted?

Realmente todo parece convertirse, cuando pasa el tiempo, en parte de una leyenda o un cuento que nos contaron hace un tiempo indefinido, pero enorme. Perteneciente a un mundo que ya no es. De manera que, si un día, el botellón vuelve, lo descubriremos como algo casi nuevo, relacionado con algunas cosas que habíamos oído hace... quién sabe cuánto. Y lo terrible es que esta amnesia se usa interesadamente, para llamarnos un día a la solidaridad, el día siguiente al racismo, luego vendrá la gloria local del deporte mediático, dentro de nada, las banderas del deporte nacional. Pero mientras tanto, ni criticamos ni molestamos.

Así, como los peces, quedamos sujetos a que nos den de comer cada día, pensando que así es suficiente. Ya llegará mañana el telediario a contarnos qué nos debe preocupar.

2002-05-13 15:47 Enlace

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Comentarios

1
De: lgs Fecha: 2002-05-14 09:09

Pez:

Me parece que la descripción del problema es excelente.

Palabras como "velocidad", "aceleración", "torbellino", "stress", "inestabilidad", etc, vienen a la memoria (a corto plazo).

No veo claras las causas profundas, si es que pueden determinarse.

No veo claro qué se puede hacer, si es que hay que hacer algo.

El diagnóstico es fantástico, sí. Y más que hacen falta, supongo.



2
De: El Pez Fecha: 2002-05-14 11:34

Recuerdo haberlo leído, pero no me acuerdo de boca o pluma de quién: alguien comentaba que la "galaxia McLuhan", el mundo audiovisual que nos sirve de referente nos coloca en una posición similar al del habitante de la edad media (por decir una época) analfabeto. Llegaba el trovador y le contaba una historia... y así tenía noticia del mundo. No había manera de pararse, volver sobre el tema, mirar otras versiones. Todo era "instantáneo".

Algo que se rompió al llegar la "galaxia Guttenberg": el libro permite que el lector cree su propio ritmo, vuelva -o no- sobre lo leído, lea otras fuentas.

Paradójicamente, los medios de comunicación de masas nos colocan en una situación similar a la del analfabeto.

Recuerdo también que alguien comentaba que la Red puede cambiar esta situación, porque el papel lector-escritor (pasivo-activo) puede cambiar o trasponerse más fácilmente.

¿Las causas profundas? Uuuuuf esa es pregunta para nota. Pero siento que realmente hemos claudicado en algo fundamental: hemos asumido que somos consumidores, nos hemos habituado al papel pasivo, entre otras cosas porque el activo cuesta más trabajo, más esfuerzo. De paso, esto nos hace más dóciles y menos críticos. Somos lotófagos que justo aciertan a estirar un poco el brazo para conseguir más comida, es decir, para acercarnos el mando a distancia y hacer un poco de zapeo.

O algo así.



3
De: rvr Fecha: 2002-05-14 14:08

Por ahí reflexionaba, Pez. Creo que el mayor problema del continuo de noticias es que actúa de anestésico después de la herida. Aquí en España, no hay más que ver lo poco que ha quedado del Espíritu de Ermua.

La aceleración informativa en la que vivimos hacen que se hayan reducido a la mínima expresión los espacios (y los tiempos) para la reflexión y la meditación. Como decía Mafalda, lo urgente no deja tiempo a lo importante.

Sobre la claudicación, tengo la esperanza de que Internet continúe cambiando el papel del "espectador" hacia el "actor". ¿Demasiada utopía? Aquí todos podemos tener voz. En los medios tradicionales, no.



4
De: la1ra Fecha: 2002-05-14 17:21

Todo esto de la memoria a cortísimo plazo es innegable, sólo hace falta fijarse en la velocidad de vértigo con la que se suceden las imágenes de cualquier programa infantil (¿entreno para futuros consumidores potenciales?), pero, bajo mi modesta opinión, el problema no son los medios, ni el mensaje, ni las ondas hertzianas ni nuestro aparato receptor, ni siquiera la agenda setting; el problema es uno mismo y las circunstancias que le acompañen. Si no tienes curiosidad, expectativas, ganas de aprender, de ver y de sentir (lo que sea) es cuando te idiotizas y te tragas lo que te echen, durante dos segundos, para después olvidarte sin ni siquiera haberlo digerido. No responsabilicemos a la máquina o le daremos más importancia de la que tiene. Otra cosa: el hecho de que la información sea escrita no le confiere más dignidad ni calidad ni nada de nada, lo digo por lo de los lectores de diarios. Confieso que lo único que me interesa es el crucigrama, la información de nuestros dias sufre un inevitable sesgo, sea cual sea el formato bajo el que se presente.



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