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Historias > Capitanes Intrépidos (Por La Red)
2002-05-15
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TERRITORIOS, CIENCIA/FUTURO, miércoles 15 de mayo de 2002, El Correo
El mundo en Red (el de la Internet) se mueve a gran velocidad, y continuamente surgen iniciativas que se convierten en modas, que evolucionan y que, a veces, dan un vuelco a lo anterior y, otras veces, desaparecen por donde vinieron. En las metáforas usuales que se utilizan para entender estos nuevos medios de comunicación electrónica, la analogía con los términos de la navegación es habitual. De la misma forma que la Red parece un océano de información y propuestas, por el que uno navega utilizando herramientas (los programas de exploración), algunos capitanes intrépidos comenzaron a colocar sus cuadernos de bitácora al público. Son los llamados �weblogs� o �blogs�, actualmente el punto de discusión de muchos comentaristas de estos medios electrónicos.
Si en la navegación clásica el capitán apuntaba cada suceso diario en un cuaderno, en la Red uno puede hacer lo mismo, incluyendo comentarios más o menos personales, enlaces o referencias a cuestiones que ha ido viendo a lo largo del día, creando un estilo de página característico en el que, a menudo, predomina el texto sobre la imagen (aunque no siempre: cada bitácora responde al criterio de su responsable). Hay bitácoras que son directamente diarios de experiencias personales, otros pretenden recoger opiniones sobre diferentes temáticas... la comunidad que van creando establece redes propias, que se superponen a las que ya existen entre páginas convencionales, de manera que a veces es difícil separar una cosa de otra. En cierto modo, esta nueva invasión de contenidos responde tanto al criterio o al interés de quienes aparte de navegantes se convierten en productores de información como a la existencia de herramientas (software) que facilita y configura el mundo de las bitácoras.
En Internet es difícil hacer historia: la primera bitácora posiblemente nació de la mano del mismo inventor de la triple uve doble, Tim Berners Lee, que en su primera página web incluía comentarios sobre las nuevas páginas que iban apareciendo. Una labor que actualmente es imposible, con billones de páginas web. Se suele referenciar también como origen el primer diario hipertextual (es decir, incluyendo enlaces a otros lugares de la red) realizado por Justin Hall en 1994. En cualquier caso, hacia 1997 aparecían los primeros sistemas (con software libre, desarrollado por programadores con la intención de distribuirse libre de cargos económicos) que propiciaban la aparición de los primeros weblogs comunitarios: lugares en los que el usuario se convierte en redactor de noticias o comentarios, al principio ligados al desarrollo de software, de sistemas operativos gratuitos y libres como linux y otros aspectos tecnológicos, pero que poco a poco fueron dejando paso a iniciativas con temáticas más amplias. Y a la aparición de las bitácoras personales como un fenómeno extendido. En los últimos dos años se ha vivido una verdadera explosión de este tipo de páginas, ligado a la aparición de software que facilita las tareas, permitiendo incluso utilizar el explorador habitual de Internet para editar cada entrada, como sucede con el popular Blogger. Actualmente ya, el censo es imposible, y las bitácoras se están convirtiendo en el tema de actualidad de las revistas especializadas, llegando también a los medios de comunicación generalistas. Como el resultado final de una bitácora, lo que uno ve con su navegador, es una página web convencional, los sistemas de búsqueda e indexación de Internet las incluyen en sus motores, y poco a poco algunas bitácoras se convierten en lugares de referencia. Algo que nació como iniciativa personal, ligada a pequeños grupos de programadores y tecnófilos, lleva camino de convertirse en la moda de Internet de este año por lo menos.
En opinión de Víctor Ruiz, informático y responsable de varias publicaciones electrónicas, además de autor de uno de los sistemas de bitácoras más sencillo de manejo en castellano, llamado Blogalia, las bitácoras �son un nuevo medio de expresión, que no supone una revolución sino una evolución en los ideales de Internet, en el que cualquier persona, con pocos recursos, puede aportar contenidos�. La revolución verdadera puede venir de la mano de los nuevos desarrollos que comienzan a aparecer en la Red, donde los propios contenidos pueden referenciarse más directamente, la llamada web semántica y los nuevos lenguajes web.
Las bitácoras están propiciando la aparición de millones de escritores y periodistas que ponen sus textos al alcance de todo el mundo que visite la página. Como tal, por lo tanto, es un fenómeno interesante, pero que no asegura la calidad. Comenta Ruiz: �personas con poca formación tecnológica son ahora capaces de aportar contenidos en red, pero en ello encontramos de todo, distribuyéndose como una campana de Gauss, con mucho mediocre, poco bueno y también poco muy malo�. Desde los textos autocomplacientes y más bien adolescentes a los contenidos profesionales, en las bitácoras el que manda es el capitán.
Algunos periodistas y escritores están encontrando en las bitácoras una nueva forma de publicación independiente de las empresas de comunicación. Pero, a la vez, se ha establecido un debate sobre si esto podría llegar realmente a cambiar la forma en que la información se mueve en Internet.
Parece poco probable que los medios de comunicación electrónicos o los portales de las empresas dejen de ser visitados, pero es cierto que cada vez más se llega a ellos a través de un comentario que alguien ha colocado en su weblog. Quizá la característica más interesante es que estos sistemas permiten de forma sencilla crear redes que saltan de un lugar a otro permitiendo una búsqueda de información más libre y más amplia que los menús confeccionados por las empresas. Paralelamente, se crean comunidades de escritores y lectores, estableciendo nexos (hipertextos) que llevan de unas a otras. Una especie de telaraña sobre la propia telaraña que es la web. Recientemente, las propias bitácoras han comenzado a permitir esta referencia (hacia fuera y entre ellas) de manera automatizada, indicando no sólo posibles lugares a los que acudir para seguir el tema, sino también los otros sitios que han incluido una referencia al que se está visitando. Entre quienes piensan que este fenómeno morirá pronto, conforme la gente se canse de ver páginas personales de gente que no dice nada interesante y quienes quieren ver aquí la verdadera revolución de la era Internet, el mundo de las bitácoras, realmente, supone facilitar nuevas vías de comunicación e intercambio de ideas. Puede parecer un tanto anárquico, pero en la Internet las cosas siempre suceden un poco de esta manera.
Algunos enlaces para comenzar a conocer las bitácoras.
Blogger, aunque está en inglés sigue siendo uno de los sistemas más usados para escribir bitácoras.
Blogalia, de reciente aparición, se trata de un sistema muy sencillo de manejo similar al Blogger. Y en castellano.
Bitácoras.Net:, el mundo de la bitácora en castellano, con foros, índices y valiosa información sobre todo esto.
BarraPunto:, iniciativa española similar a la americana SlashDot, un foro de intercambio de información del que nacieron muchas de las ideas que configuran hoy las bitácoras personales.
Bitácora del autor:
2002-05-15 00:20 Enlace
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Comentarios
1
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De: rvr |
Fecha: 2002-05-15 05:22 |
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Obviamente, gracias infinitas por el artículo sobre el movimiento blogalita. Te debemos un pata de jamón (o dos ;)
PD: Por cierto, la de burradas que dice el tal Ruiz sobre las bitácoras.
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