Inicio >
Historias > Adios, Gould (en corto)
2002-05-21
)
Ayer desapareció. Hoy me he puesto a escribir sobre él, en largo (mañana lo pondré, cuando salga en
El Correo). Para el artículo recordaba unas cosas y otras, que había ido sintiendo cuando le leía. Qué buenos ratos he pasado con Gould. Incluso cuando no decía algo que me parecía correcto, cuando arremetía con más poderío que razón contra ciertos críticos, contra ciertos temas.
Y me ha parecido injusto hablar de que últimamente me caía un poco gordo, Stephen Jay Gould. Ahora, en la intimidad de esta bitácora, puedo comentároslo. Igual es porque hace unos meses intenté hablar con él, conocerle en persona, y no pude. O no quiso recibirnos o no se lo permitieron quienes le traían por aquí -y que poco menos lo tenían secuestrado para todos los que no fuéramos de ciertos medios, o algo así. Total que no pudo ser. Ese día, llovía un montón, había recorrido un buen montón de kilómetros para llegar al lugar y la hora que se había convenido, con un buen amigo y fino periodista. Y nos quedamos así sin más. Ese día, nos hicimos un poco más pro-Dawkins o pro-Prinker.. qué cosas.
En fin, uno recuerda estas historias que le son cercanas cuando sabe de la muerte de alguien que era grande. Hoy, Pan-Kou-Ché, el creador del mundo según la tradición china, ese anciano menudo que trabaja sin parar esculpiendo este planeta para convertir el caos de rocas en lo que conocemos, habrá parado un poquito al pensar que uno de sus mejores comentaristas ha desaparecido.
Otros
blogalitas han comentando ya el asunto. Como sucede en
El fondo del asunto y en
La crucifixión de Clio. Imagino que Gould será hoy el protagonista de muchas, muchas entradas. Se lo merecía.
2002-05-21 14:24 Enlace
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://javarm.blogalia.com//trackbacks/1166
Comentarios
portada | subir