ves esta página sin formato por que esta hecha cumpliendo el estándar web CSS 2.
tú navegador no soporta este estándar, o tienes dicho soporte desactivado.
si estas en el primer caso, actualízate. merece mucho la pena.

la boca
artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)

Blogalia
FeedBurner

Mastodon
Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

Para contactar con el autor:

Archivos
desde el 24 de enero de 2002

<Diciembre 2024
Lu Ma Mi Ju Vi Sa Do
            1
2 3 4 5 6 7 8
9 10 11 12 13 14 15
16 17 18 19 20 21 22
23 24 25 26 27 28 29
30 31          


Blogalia

Inicio > Historias > Hipnoidiotizados
2003-11-06
)

Hipnoidiotizados
2003-11-06


El Correo, miércoles 5 de noviembre de 2003
Territorios, Ciencia-Futuro


La hipnosis se nos vende unas veces como atracción de feria o algo casi mágico; otras como mecanismo por el cual rescatar recuerdos ocultas, y últimamente aparece hasta en las salas de los juzgados. Pero ¿qué hay de cierto en todo ello?

La sesión clásica de hipnosis suele involucrar a una persona que aplica la terapia y a un paciente. El hipnotizador habla suavemente a la persona que quiere hipnotizar, induciéndola a relajarse e irse quedando casi dormido, atendiendo sólo a lo que dice. Llegado un momento, el sujeto parece perder toda voluntad sobre sus actos y, de la mano de las preguntas e indicaciones del hipnotizador, es capaz de hacer o decir cosas que, posiblemente, no habría hecho ni dicho fácilmente de no estar en ese estado. Posteriormente, al despertarse, puede hacerse que, además, no recuerde nada de lo que ha pasado.

Recientemente, los medios de comunicación se hicieron eco de la obtención, a partir de hipnosis, de una declaración a Robert Graham, colaborador del presunto asesino de Coín, Tony Alexander King. En principio, el juzgado que lleva el procedimiento aceptó estos testimonios de regresión hipnótica, aunque el valor probatorio de la hipnosis ha sido cuestionado por los abogados del acusado. No es la primera vez que en España esta práctica, que pretende obtener datos del pasado que han sido suprimidos u ocultados de la memoria de una persona mediante la inducción por hipnosis, llega a los juzgados: hace tres años se presentó una en un caso de acoso infantil, que el juez aceptó como prueba.

En Estados Unidos han existido casos similares en los últimos años con tal frecuencia que los propios psicólogos llegaron a alertar del peligro que ello suponía: en ningún momento nadie había comprobado si el recuerdo obtenido mediante hipnosis era fiable. Y de hecho se ha demostrado lo contrario, como realizó la psicóloga Elisabeth Loftus (experta en el tema de los falsos recuerdos), mostrando cómo es posible inducir a una persona a hacer creer que ha vivido alguna situación determinada, incluso cuando esta es imposible: en febrero de este año Loftus y sus colaboradores publicaron un estudio en el que habían conseguido hacer que mucha gente creyera haber visto al conejo de los dibujos animados Bugs Bunny en su visita a un parque temático de la Disney. Lo que sucede es que ese personaje es de la Warner y difícilmente uno podría encontrarlo en un parque de la competencia...

En su versión más escénica, el sujeto hipnotizado puede ser inducido a hacer el ridículo en público o, pretendidamente, adquirir conocimientos o recibir órdenes que hará posteriormente sin saber que está siendo inducido a ello. Por supuesto, el juego exige que no sea consciente de nada de ello. Llegado al extremo, la imaginación popular llega a imaginar una especie de zombies sin voluntad que al escuchar una simple palabra quedarán a merced de quien les practicó el trance hipnótico. Por supuesto, la realidad siempre es mucho más prosaica: diversos estudios psicológicos han mostrado que una persona hipnotizada difícilmente hará algo que le parece inadecuado, mostrándose así que ni siquiera la hipnosis es capaz de salvar los prejuicios o criterios morales de la gente. De hecho, a menudo ni siquiera se elimina el control consciente en el hipnotizado: aunque en algunas sesiones se induce a dejarse llevar, principalmente para evitar que la vergüenza o la prevención limiten el alcance de la misma, en otros casos se mantiene el estado de vigilia normal.

Pero, ¿qué es realmente la hipnosis? Tres factores definen ese estado al que se nos puede llegar a inducir: una alta concentración (no hemos de pensar en otra cosa), relajación extrema y alta sugestibilidad. "La hipnosis es un estado donde personas sugestionables lo son aún más, provocando que el sujeto hipnotizado actúe según sus creencias y aquello que el hipnotizador le sugiere (siempre y cuando el hipnotizado así lo quiera)" explica el Dr. Carlos J. Álvarez, psicólogo de la Universidad de La Laguna.

A menudo se asocia la hipnosis a un trance o "estado alterado de consciencia" porque en un sujeto hipnotizado aparecen ondas cerebrales diferentes de las normales de la vigilia. Pero no se suele comentar que cuando una persona se pone en un estado de ensoñación estando despierto aparecen las mismas ondas. Las mismas que aparecen también cuando nos concentramos mucho en algo concreto. Nada raro, por lo tanto: en lo fisiológico, nunca se ha demostrado que la hipnosis suponga un cambio especial. Las explicaciones que ahondan en el lado más místico de la psicología, que pretenden asociar la hipnosis a una capacidad de acceder al una especie de contenedor cerebral que se denomina habitualmente "inconsciente", fallan también estrepitosamente. Se ha comprobado que son las personas más imaginativas las que mejor responden a la hipnosis. SE ha comprobado que cuanta más creencia en que eso funciona, cuando la persona es más influenciable, mejor. Y, sobre todo, estudios psicológicos como los ya mencionados de Loftus prueban fuera de toda duda que la regresión a tiempos pasados es simplemente un juego imaginativo que no tiene por qué tener nada que ver con la realidad.

Sin embargo, la hipnosis sigue siendo objeto de estudio por parte de psicólogos. Se ha comprobado que en su aspecto de liturgia, esto es, de situación orquestada en la que el paciente parece quedar en manos del terapeuta, puede llegar a ser útil para ayudar a convencer al primero de que el resto de las terapias a que va a ser sometido va a funcionar. No es raro encontrarse con gabinetes psicológicos que dicen usar la hipnosis para conseguir mejorar la conducta de un paciente, y en algunos tipos de terapias cognitivo-conductuales (en las que se intenta hacer comprender a una persona por qué le sucede algo y a la vez realizar una serie de conductas que le llevan a mejorar) se sigue usando. Hace unas semanas, la Unidad de Hipnoterapia del Hospital de Withington, en Manchester (Reino Unido), daba a conocer un estudio en el que mostraba que mediante hipnosis conseguían hacer que pacientes con síndrome de colon irritable mejoraran su condición. Sin embargo, en su estudio no eliminan la posibilidad de que el efecto placebo, asociado a la parafernalia de la terapia hipnótica, sean, sin más disquisiciones sobre los recovecos de la mente, responsables de la mejoría observada. Que es, precisamente, lo que la mayoría de los psicólogos opinan.

El Peligro De La Sugestión
Psicólogos como Nicholas Spanos creen que la hipnosis es un proceso sociocognitivo: tanto el hipnotizador como el hipnotizado juegan un papel aprendido. El primero pretende ser capaz de tomar control sobre el segundo; el segundo cree lo que le dice el primero. El hipnotizador "puede llegar a influenciar la conducta del paciente, induciendo a que éste cambien sus motivaciones, expectativas o interpretaciones". Pero es algo que sucede también cuando leemos un libro, o cuando charlamos con un amigo.

El peligro está en si nos inducen a creer algo que no ha sucedido. Hace un decenio comenzaron en EEUU a aparecer numerosos casos de abusos sexuales a menores que venían de la mano de una terapia de regresión hipnótica: una persona, aquejada de algún malestar, llegaba a un psicoterapeuta creyente en que con la hipnosis podría encontrar una causa oculta a ese malestar (a veces dolores, otras veces malestares anímicos o problemas emocionales o sociales). Al hacer una regresión a la infancia, se le preguntaba por algún adulto que hubiera podido molestarle, o abusar. Y, a menudo, aparecían esos sucesos. La explicación, dentro del esquema pro-hipnotista era evidente: el abuso había sucedido y los recuerdos se habían reprimido, causando posteriormente problemas.

Puede parecer un hilo de deducción aceptable, pero nada de él es científico. Todo lo contrario: muchos de estos abusos eran realmente ficticios, pero la persona, influenciada por el terapeuta, acababa realmente creyendo en ellos. Y llegando incluso a los tribunales. Un juego, por lo tanto, que puede llegar a ser peligroso...

Algunos Enlaces
Hipnosis y el caso King.
Loftus y la implantación de falsos recuerdos.
Hipnosis en el diccionario escéptico.
Hipnosis y colon irritable.

2003-11-06 09:03 Enlace

Referencias (TrackBacks)

URL de trackback de esta historia http://javarm.blogalia.com//trackbacks/12739

Comentarios

1
De: Ctugha Fecha: 2003-11-06 10:19

Muy bien, MrPez.



2
De: ElPez Fecha: 2003-11-06 18:07

Muchas gracias, Don Ctugha.



3
De: JJ Fecha: 2003-11-06 18:09

Muy interesante. Aunque, desgraciadamente, no sirva de nada...



4
De: Tenebris Fecha: 2003-11-06 20:50

Hola Javierico.
Hecho en falta en tu artículo ciertas referencias neurológicas y la referencia a la aplicación de la hipnosis como sistema de relajación (naturalmente en esos pacientes que son sugestionables a ella), aplicación que sí que permite la obtención de buenos resultados en determinadas terapias de modificación de conducta (tratamiento de fobias, particularmente).

Por lo demás Javier, la hipnosis o el estado hipnótico conlleva un cambio fisiológico aunque dicho cambio, efectivamente, no represente algo "especial" o "raro" en el sentido de "anormal" (tal y como tampoco la Meditación Trascendental lo supone).

En cuanto a la utilización pericial de la hipnosis, parece mentira que exista tamaña incultura entre la clase judicial para permitirles asumir el peritaje de los terapeutas de la regresión como prueba de cargo en la que basar una acusación y una condena.



5
De: ElPez Fecha: 2003-11-07 05:55

Cierto cierto Tenebris... como siempre la longitud del artículo resultaba ya excesiva para la maquetación del periódico y como siempre además no daba espacio para contar más cosas, algunas, como bien has hecho notar, necesarias. Posiblemente mi caracterización de las terapias cognitivo-conductuales con hipnosis fue poco precisa y así, en lo negativo, no se reconocía que algo hace... lo que pasa es que, como en muchos otros casos, no lo hace por ser nada especial, la hipnosis, digo, sino por ser una "liturgia" útil en esos casos. Y, en efecto, hay un -leve- cambio fisiológico que permitiría saber si el estado es hipnótico o se está imitando. Cierto cierto cierto :)

Gracias, Tenebris.



6
De: Gonzalo Fecha: 2003-11-08 16:34

Muy interesante. Se agradecen artículos así.

Gracias.



7
De: LEXIS Fecha: 2005-10-09 01:32

muy bueno enviar por favor artículos para lograr por medio de la hipnosis ena mente sana incapaz de atraer energias negativas



8
De: LEXIS Fecha: 2005-10-09 01:32

muy bueno enviar por favor artículos para lograr por medio de la hipnosis ena mente sana incapaz de atraer energias negativas



portada | subir