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artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)

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2004-05-25
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Una Cita Con Venus
2004-05-25


Territorios, Ciencia-Futuro, EL CORREO. Miércoles 19 de mayo de 2004

Cada ciento veinte años, aproximadamente, Venus pasa por delante del Sol, un tránsito que fue usado en los últimos siglos para determinar el tamaño de nuestro sistema solar. El próximo 8 de junio, a través de Internet, miles de europeos volverán a medir ese tamaño.

En 1766 el astrónomo inglés Edmond Halley estaba en la isla de Santa Helena, en el Atlántico sur observando un fenómeno inusual en el cielo: Mercurio, el planeta más cercano al Sol, pasaba justo por delante del disco solar. Kepler, casi un siglo antes, había sido el primero en conseguir predecir un fenómeno de este tipo, que los astrónomos denominan tránsito. Las predicciones de Kepler se habían confirmado por astrónomos como Gassendi, en 1631, cuando se comprobaron: la mecánica celeste nacida de la nueva ciencia astronómica comenzaba a convertirse en una poderosa y precisa herramienta de cálculo.

A Halley se le ocurrió que si se observaba un tránsito desde dos puntos de la Tierra, la diferencia en las trayectorias observadas del planeta por delante del Sol podrían convertirse, mediante geometría y cálculo analítico, en medidas de las distancias. Sería mejor usar Venus, que está más cercano a la Tierra (se llega a acercar a unos 55 millones de km), porque ese efecto de "paralaje" sería mayor. El paralaje se refiere a la distinta posición aparente que vemos un objeto con respecto a otro más lejano cuando cambiamos nuestra posición de observadores. Por ejemplo, si colocamos un dedo frente a los ojos y comparamos cómo lo vemos con el ojo izquierdo o el ojo derecho, esa diferencia -de hecho, el ángulo que parece recorrer al pasar de un ojo a otro respecto del fondo- es el paralaje.

El problema era que, según los cálculos, los tránsitos de Venus se producen con muy baja frecuencia: una vez cada ciento veinte años, con una repetición ocho años después. Esto se debe a cómo son las órbitas de la Tierra y de Venus en torno al Sol. Imaginemos en primera aproximación que son circulares y están en el mismo plano. La Tierra tiene un periodo de un año (precisamente de ahí viene la definición del año, como el tiempo que tarda nuestro planeta en dar una vuelta alrededor del Sol). El año venusino es más corto, algo menos de ocho meses. La misma posición de los tres astros se repite cada poco más de diecinueve meses. Si la realidad fuera así, cada 584 días tendríamos un tránsito.

Pero realmente las órbitas no son circulares, sino elípticas y, sobre todo, no están en el mismo plano: hay una inclinación de algo más de tres grados que produce que en muchas conjunciones inferiores (es como se denomina al momento en que Venus se coloca entre la Tierra y el Sol) Venus queda por encima o por debajo del disco solar. Pasa lo mismo con los eclipses: ni todas los plenilunios hay eclipse de Luna ni todos los novilunios eclipse solar. El resultado de los cálculos de las órbitas convierte a los tránsitos de Venus en fenómenos raros: el siglo pasado no hubo ninguno y el último que se observó fue el de 1882. El próximo, tras el del 8 de junio de 2004, será en el 2012. Y luego no tendremos otro hasta el 2134.

La propuesta de Halley no se pudo poner a prueba hasta el año 1761. La Academia de Ciencias francesa convocó a muchos astrónomos a realizar observaciones del tránsito, pero entonces se desarrollaba la Guerra de los Siete Años, y con un conflicto global se hacía casi imposible asegurar el éxito de las expediciones. A pesar de ello, los franceses fueron capaces de observarlo desde París, Viena, Tobolsk (Siberia) y la Isla de Rodríguez (Madagascar). La expedición del astrónomo Le Gentil quedó truncada en Pondichery (India) al ser hecho preso por los ingleses, de manera que tuvo que esperar ocho años allí para volver a medir el siguiente tránsito. Paralelamente, en el Reino Unido también se organizaron expediciones: a la isla de Santa Helena, y a Ciudad del Cabo. Paradójicamente, el astrónomo inglés John Winthrop, que iba a Sumatra, había sido hecho preso por los franceses y tampoco vio el fenómeno astronómico. Afortunadamente, ese tránsito se pudo observar también desde otros puntos de Europa, y los datos permitieron al astrónomo francés Joseph-Jérôme Lefrançois de Lalande realizar el primer cálculo del paralaje solar, obteniendo la primera medida de la distancia de la Tierra al Sol por este método, la llamada unidad astronómica.

Las escalas de distancias en astronomía se construyen a partir de esa unidad, que marca la dimensión de la órbita terrestre. A partir de ella, los astrónomos pueden medir el paralaje de las estrellas cercanas; y ello permitió después, conociendo cómo son las estrellas, comenzar a conocer las dimensiones de nuestra Vía Láctea. A finales del XIX se consiguió identificar un tipo especial de estrellas en una galaxia cercana, la Nebulosa de Andrómeda, que se encuentra a dos millones de años luz de la nuestra, y con ello se pasó a una escala de distancia "extragaláctica" que se fue mejorando a lo largo del siglo XX. Pero todo parte de esa unidad que midieron por primera vez unos astrónomos a finales del XVIII.

Las mediciones de aquel tránsito, sin embargo, no fueron demasiado exactas y por ello, ocho años después, en 1769, se repitió la medida. Sin la guerra entre Francia y Gran Bretaña, además, las expediciones no tuvieron más que solventar los grandes problemas que genera una observación precisa de este fenómeno astronómico. Una de las expediciones fue en el barco Endeavour a Tahití, bajo el mando de James Cook. Otras observaron el tránsito desde la India... Con mejores cronómetros, los cálculos fueron más precisos. Y, evidentemente, en los siglos siguientes se fue alcanzando mayor precisión. Como sucedió en 1874 y 1882.

Y como va a volver a suceder el próximo 8 de junio. Pero esta vez, a través de Internet. Organizado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), el Observatorio de París y la Academia Checa de Ciencias, se ha lanzado un proyecto internacional para que cualquier observador que pueda medir con precisión del segundo el momento en que Venus comienza el tránsito delante del disco solar y en el que finaliza, pueda colaborar en esta medición histórica. No es que sea necesaria una nueva medida, pero aprovechar esta circunstancia para realizar ciencia ante el público parece un objetivo interesante. En España, el nodo de coordinación ha puesto en su página web, www.venus04.org, toda la información y los contactos. Planetarios, museos de ciencia, universidades y grupos de aficionados a la astronomía están ya programando observaciones públicas de este rarísimo fenómeno para que todo el mundo pueda verlo con seguridad.



QUÉ SE VERÁ, CÓMO, CON QUɅ
Venus es muy pequeño en comparación con el Sol, así que cuando uno lo ve por delante sólo se ve un puntito oscuro, que apenas llega a disminuir la luz solar en un 1%. A simple vista (recordemos que sólo con protección adecuada se debe mirar al Sol, si queremos evitar daños en los ojos) apenas se notará ese punto. Por ello, es mejor utilizar unos binoculares o un pequeño telescopio y proyectar la imagen del disco solar sobre una cartulina, de manera que podamos, de forma segura, detectar la silueta de Venus.

El fenómeno comienza con la salida del Sol, hacia las 7:20 de la mañana, cuando Venus (que no se ve) comienza a ingresar por el limbo solar, desde el Este. Luego irá recorriendo el disco (en su parte meridional, no pasando por el centro) hasta las 13:23 cuando termine por salir hacia el Oeste.

Por supuesto, es importante recalcar que sólo con filtros profesionales y con asistencia adecuada es seguro mirar al Sol a través de un instrumento óptico: las gafas de eclipse nos pueden valer para una observación corta y a simple vista. Mejor ver las fotos en el periódico al día siguientes que arriesgarse a quedarse tuerto o ciego: sólo la observación mediante proyección resulta segura.




2004-05-25 01:00 Enlace

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Comentarios

1
De: Brunhilda Fecha: 2004-05-27 08:48

Me encantaría poder unirme al proyecto... ¡Sólo que carezco de un reloj de precisión! Mwhahahaha!



2
De: marcelo damian Fecha: 2008-05-11 20:16

yo quiero conoser a datolo en la cancha del mas grande boca junio como puedo aser



3
De: Anónimo Fecha: 2008-05-11 20:20

como que dependes de un reloj



4
De: marcelo damian Fecha: 2008-05-11 20:22

yo soy marcelo damian y quiero conose a datolo



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