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2004-07-06
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MILENIO - diario de noticias
Domingo 4 de julio de 2004
Javier Armentia
IMPERDONABLE FALTA
El pasado domingo no apareció este milenio en la contraportada del Diario de Noticias. Por primera vez en no sé ya cuántos años de compromiso semanal con este periódico y con los lectores, no conseguí mandar a tiempo el texto. Un texto que, por lo tanto, se perdió para siempre (no se preocupen, sé que el mundo puede seguir a pesar de ello). Pero la falta queda. Y no tiene excusa, por más que las haya incluso convincentes. La semana pasada estaba participando en la Ruta Quetzal-BBVA, esa expedición fantástica que desde hace casi veinte años organiza el periodista y aventurero Miguel de la Cuadra-Salcedo. Estábamos por México, paseándonos por tierra de volcanes. A pesar de lo azaroso que resulta un viaje con trescientas cincuenta personas más, de un lado a otro, con una agenda apretadísima de excursiones, conferencias, recepciones y visitas a lugares maravillosos (lo confieso: los adultos disfrutamos casi más que los protagonistas verdaderos, al menos yo sí), a pesar de ello, decía, uno siempre puede encontrar un huequito para conectarse a Internet. Más o menos, ya verán.
Nos acabábamos de bajar de un cono volcánico que nació hace menos de sesenta años, el del volcán Paricutín, y allí, en el Llano de los Cocos, nos estaba esperando la antena de Hispasat con la que se asegura la conexión interatlántica. Pero entonces llegó la naturaleza y llovió como llueve en las regiones tropicales. Y la conexión no daba para mandar datos. Y en aquél lado de la tierra, estremecidos por el volcán y por la tormenta, se quedaron los mil y pico caracteres de una columna en la que hablaba de cómo habíamos subido a un volcán para descubrir que no somos casi nada: que la tierra puede en un momento largar lava a razón de un cuarto de tonelada por cada habitante del planeta. Y nosotros ahí pequeñitos ante el cono de 400 metros de altura.
Pues eso: además de todo, desconectados, sin cobertura de los móviles, empapados, y con un equipamiento de altísima tecnología saludando la lluvia como si tal cosa. Una imperdonable falta. Sin excusa, ya les dije. Y lo siento. En fin, volveremos después de la habitual pausa veraniega y ahí sí que haré propósito de enmienda. Más o menos, ya saben...
2004-07-06 01:00 Enlace
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