Inicio >
Historias > Vogueministras
2004-08-19
)
Supongo que muchos lectores habrán visto ya a las ministras del gobierno español posando para el Vogue de septiembre. Buen reclamo publicitario y no del todo sorprendente conmoción en un mes de agosto en el que estas cosas suelen brillar.
¿Está bien o está mal? Me permitirán que me quede en la pregunta, porque tengo respuestas que podrían avalar ambas posiciones. Me siento incómodo vaya, así que me iré devanando esas incomodidades en diferentes puntos de reflexión:
1.
Por ejemplo, cabe preguntarse qué habría pasado si las ministras del PP aparecen en Vogue hace unos años... seguro que se las tachaba de elitistas, pijas, rubias y peperas en flor, y más con ricas vestimentas y pieles de esas que repatean un poco a los quieroynopuedo pobretones que ni siquiera consideran Vogue como el colmo de la cosa femenina e in total. Claro que no tengo ni idea, porque no sigo la publicación, de si eso pasó, o si fueron pasando una a una (casi seguro: una ministra es un personaje y Vogue usa personajes para sus entrevistas, y más cuando una mujer está en un cargo de importancia). Curiosamente, me da la sensación (¿prejuicio?) de que pega más una ministra-PP en Vogue (o Telva o algo así) que una del PSOE (¿son más de Marie-Claire o directamente del colorín del País? yo qué se... el mundo de la prensa light da para un punto independiente).
2.
La prensa femenina. Un universo del que lo desconozco casi todo: nunca me ha llamado especialmente la atención. He intentado echar un vistazo a algunas de estas publicaciones, incluso las que apareen más serias (más caras, mejor diseño, ediciones internacionales) y siempre me encallo en algún artículo de esos que llegan a tener una encuesta de cómo lo haces y cómo mejorarlo (refiriéndose a algo que, como siempre, se considera muy propio de chicas...). Me encallo porque me toca lo más profundo (o sea, los cojones) que esta forma de ver la vida sea al fin y al cabo la que mantiene las diferencias sociales, eso de los roles y demás. Me pasa lo mismo con el Zero y demás revistas posmo de lo gay... serían soportables si fueran banales sin más, pero su pretensión de que existe un mundo gay (como un mundo femenino) aparte del mundo real me parece en el fondo abyecta. Y machista en el caso fem y homófoba en el gay. Uno es así de radical. O de insensible. En fin, que me estomaga un tanto.
3.
En el fondo, o en uno de los fondos, del asunto está la cuestión del 50%. Algo novedoso en este país, una apuesta de ZP que es puramente de imagen, pero de buena imagen, qué leches. Mira que se criticó, y se seguirá criticando, el asunto de meter a la mitad de los ministros de cada sexo. Sin embargo, en un país en donde la mujer (en un mundo, debería escribir... que es más cierto, pero de España hablamos) está en un segundo plano, atreverse a hacerlo notar en la composición del gobierno es un buen punto de partida.
4.
¿Saldrán los hombres del gobierno en el Penthouse o Man o alguna de esas revistas "masculiinas"? Se me ocurre proponer que para el calendario oficial de Moncloa hagan como los bomberos, futbolistas y otros vienen haciendo en los últimos años: montar un calendario con fotos en bolas así de esas en plan sugerente, erotomanía gay, y con el dinero hagan alguna buena acción. ¿Y un robado de algunos políticos en poca o ninguna ropa para el Interviú? Famosa fue aquella historia del Rey en bolas en sus vacaciones, hace algunos años. Ya puestos.
5.
Con foto de grupo o sin ella, es innegable que en los medios de comunicación se sigue hablando más del vestido de ellas que el de ellos. Eso es noticia. A las mujeres siempre se les mira cómo van, o se les pregunta de esas cosas "de chicas". Adicción a la situación machista habitual de periodistas y lectores. El otro día leía una entrevista de Arcadi Espada a Julia Otero y ella hacía vivos esfuerzos por salirse de esos clichés, acusando incluso al entrevistador de perpetuar esas conductas. Al final, ella parecía una obsesionada feministoide (o feminista sin más), cuando no hacía sino exigir un trato similar. Nos resulta de todo punto imposible poder pensar sin establecer los papeles habituales a cada sexo. Tampoco le ponemos mucho empeño. Quizá en esto, el Vogue no aporte mucho, precisamente.
6.
¿Es oportuno? ¿Deben los ministros posar para Vogue? No he leído el artículo que va, sólo he visto la foto y oído los comentarios e informaciones (imagino que el Vogue de septiembre estará a punto de salir o habrá salido ya, de ahí la noticia). Imagino que se hablará de ellas como algo rompedor, de su papel político. Además, salen como señoras espléndidas. Pues vale. El otro día podíamos ver a Berlusconi por Córcega con los Blair en plan pirata (con bandana en la cabeza y todo) tipo anuncio de Andros, o a ZP paseándose en plan deportivo - baloncestista venido a menos. Las fotos oficiales de esos encuentros internacionales son un desfile de trajes sastre la mar de tradicional, puro azul y esas cosas... Y tampoco se convierten en cuestión nacional, precisamente.
7.
Seguimos más o menos como siempre. Una imagen, un gesto, da para mucho más que las cuestiones vitales. Y con ello no quiero implicar que el talante no sea importante. Porque lo es. Pero cuando sólo nos centramos en ello, es que nos falta algo. Lo que hay es la obligación de empezar a considerar a las mujeres como ciudadanos. Y a las ministras como altas dirigentes. Como no lo hacemos, la foto del Vogue tiene una capacidad de generar controversia más alta de lo que debiera ser.
8.
¿Ministras en el Vogue? En fin... (he oído en la radio que algunos colectivos feministas se quejan de la banalización que supone todo el tema. Posiblemente tienen razón). Creo que necesito oir el comentario de las mujeres.
2004-08-19 01:00 Enlace
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://javarm.blogalia.com//trackbacks/20877
Comentarios
portada | subir