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2004-09-02
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Valga la paradójica afirmación. Ayer, en sus páginas de religión (conveniente es tomar nota de dónde colocaron el artículo... ¿alguien dijo panfleto?), el diario LA RAZÓN colocaba lo siguiente, que copio tal cual por especial interés (me interesa especialmente, más porque los enlaces a este diario son bastante poco permanentes).
(Nota: esto ha quedado como un texto larguísimo, y me perdonarán, porque aunque mi verborrea/blogorrea es bien conocida y atestiguada en esta página, lo cierto es que al principio iba a hacer solamente un apunte breve. Lo que pasó es que la cosa se fue liando poco a poco... en fin. Aquí tienen un texto que sobrepasa las 1.500 palabras. Con perdón, quiero decir)
Psiquiatras y psicólogos españoles consideran negativo para los niños que sean adoptados por homosexuales
Los expertos coinciden en que es una «terrible injusticia» que el adoptado no pueda contar con un padre y una madre
Un gran número de psicólogos, psiquiatras y pedagogos se muestran contrarios a la adopción de niños por parte de homosexuales. Sin embargo, estos argumentos científicos no son atendidos por el Gobierno socialista, que mantiene su pretensión de legislar los matrimonios homosexuales y las adopciones. Los expertos inciden en que el debate social que se está generando es erróneo, pues se centra en defender los derechos de los homosexuales a adoptar, pero se olvida de que es el niño el depositario de este derecho. La Declaración Universal de los Derechos del Niño recoge este principio al establecer que el «interés superior del niño» debe ser el principio rector de los responsables de la educación del menor.
José R. Navarro Pareja
Madrid. Juan Pablo II contribuyó el pasado junio a centrar este debate al insistir que «las verdaderas conquistas sociales son las que promueven y tutelan la vida de cada uno y, al mismo tiempo, el bien común de la sociedad». «En este campo -añadió-, se dan algunas mal llamadas conquistas sociales, que lo son en realidad sólo para algunos a costa del sacrificio de otros». En una referencia clara a la adopción por parte de homosexuales, el Papa destacó el derecho de los niños a «nacer y crecer en un hogar estable, donde las palabras padre o madre puedan decirse con gozo y sin engaño». En este sentido recordó que la sociedad se beneficiaría en su conjunto «si no cede a ciertas voces que parecen confundir el matrimonio con otras formas de unión del todo diversas, cuando no contrarias al mismo, o que parecen considerar a los hijos como meros objetos para la propia satisfacción». El Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española, ante la aprobación en el parlamento de una Proposición no de ley del Partido Socialista que solicita la equiparación legal plena de la uniones de personas del mismo sexo, también hizo público un comunicado el pasado 15 de julio en el que recordaba que el bien superior de los niños exige que no sean «adoptados por uniones de personas del mismo sexo», puesto que no podrán encontrar en estas uniones «la riqueza antropológica del verdadero matrimonio». Los expertos han coincidido en señalar a LA RAZÓN que este tipo de adopciones supondrían un experimento demasiado arriesgado, que pondría en peligro el futuro de los niños y sostienen que ninguna experiencia de este tipo es válida, ni pedagógica ni éticamente.
ENCUESTA DE LA RAZÓN: ¿ES BENEFICIOSO PARA LOS NIÑOS QUE SEAN ADOPTADOS POR HOMOSEXUALES?
Aquilino Polaino, Catedrático de Psicopatología
«Al adoptado se le debe educación y afecto; es una terible injusticia que no pueda contar con el modelo de padre y madre, conforme a su naturaleza, indispensable para la formación de su propia identidad de género. Cualquier persona sin esa identidad está incompleta en lo más íntimo. Y si se adopta un niño es para hacer de él una persona plena».
A. Vallejo-Nágera, Psicóloga
«No deseo a ningún niño lo que no he deseado para mi misma. Me gusta, siempre me gustó, tener un padre y una madre. Cualquier otra combinación de progenitores me parece incompleta e imperfecta», declara la colaboradora habitual de prensa y radio y autora de "Hijos de padres separados"».
Juan José López-Ibor, Pte. Asoc. Mundial de Psiquiatría
«Un niño "paternizado" por una pareja homosexual entrará necesariamente en un conflicto en sus relaciones personales con otros niños. Se comportará psicoló- gicamente como un niño en lucha constante con su entrorno y con los demás. Creará frustración y agresividad. ¿Y cuántas cosas más? En definitiva, un ensayo que repercutirá en su persona».
Eduardo Bonelli, Psicólogo infantil
«Si no cuidamos la familia española, nuestra sociedad no podrá mejorar ni avanzar en ninguno de sus aspectos. Una familia necesita el equilibrio de un buen padre y una buena madre porque nadie los puede sustituir. Un niño necesita emocionalmente contar con ellos para poder evolucionar como ser humano».
Enrique Rojas, Catedrático de Psiquiatría
«El ser humano necesita firmeza y flexibilidad, autoridad y condescendencia, corazón y cabeza, fortaleza y ternura. Se trata de características comlementarias que son aportadas por el padre y la madre. Es imposible una educación completa en un ambiente homosexual. Es antinatural condenar a un niño a una educación privada de padre o madre».
Charo Glez. Martín, Pedagoga
«La sexualidad no es algo anecdótico por eso, ignorarla es prescindir de una realidad que al final se impone. El acoger a un hijo y educarle implica todo el ser, y por ello influye la orientación sexual. Los niños y niñas necesitan de la dualidad y su falta supone unas carencias insustituibles».
Mónica Fontana, Especialista en Terapia Familiar
«Si la relación entre dos mujeres o entre dos hombres es natural, ¿por qué hay una imposibilidad biológica para procrear? Además, está comprobada la mayor promiscuidad de las uniones homosexuales, que se rompen cuatro veces más. Imaginemos las consecuencias sobre los niños -tan necesitados de seguridad y de estabilidad- por un segundo abandono».
Eduardo Ortiz, Psicopedagogo
«La adopción de niños se presenta como un "derecho" para los homosexuales. Pero los discursos sobre derechos y deberes dependen también de un trasfondo de creencias y valores. Hoy precisamente, ese trasfondo está en crisis. ¿Cómo puede plantearse así la adopción de parejas homosexuales?».
Jose María Sémelas, Psicoterapeuta
«Realmente hay un consenso generalizado entre los psicólogos y los psiquiatras de que el niño o niña, por su propia naturaleza humana en formación y desarrollo continuo, necesita de un padre y de una madre y no del rol o papel que se le quiera dar a éstos», declara el psiquiatra madrileño.
Fernando Trullols, Psiquiatra
«La adopción por homosexuales, sin perder nunca el enfoque humano hacia esas personas, es inadecuada. Un niño necesia complementariedad hombre-mujer, que no se le prive de lo que ha funcionado bien durante miles de años: una familia. El interés superior del niño debe ser lo más importante». josé domingo pérez Psicólogo «Lo primordial no es el derecho a adoptar, sino el derecho de un niño que carece de padres a ser adoptado. Y, además, ser adoptado por las personas idóneas. ¿Es capaz una pareja de homosexuales de educar a un niño en todas sus posibilidades?».
Vicente Villar, Doctor en Farmacia
«Lo importante es ver si la adopción por parte de personas homosexuales es buena para los niños. El equilibrio de los dos sexos es fundamental para el desarrollo evolutivo infantil. El niño tiene derecho a ser adoptado por una pareja heterosexual para no quedar polarizado en una única dirección sexual».
Jose Ignacio Prats, Psicopedagogo
«El niño establece vínculos distintos y complementarios con el padre y con la madre. Tiene derecho a desarrollarse y a alcanzar su identidad personal donde experimente las características específicas de la feminidad y la masculinidad. No es lícito experimentar con seres humanos. Es un error antropológico».
Gloria Tomás, Médico
«Las leyes naturales establecen la alteridad sexual. De ahí surgen los hijos y ahí se ampara su protección. La adopción de homosexuales va contra la naturaleza y la felicidad humana. Supone por tanto una perversión de lo que la persona está llamada a ser»
Josefina Eugui, Médico
«La adopción de niños por homosexuales no debe ser legalizada por que debe tenerse en cuenta el bien del niño. Lo mejor para éste es la familia natural formada por un hombre y una mujer. Los estudios científicos sobre el buen resultado de la adopción por homosexuales son pocos y con fallos de realización».
Javier Romero, Médico
«La maternidad y la paternidad no son un derecho, son un acto de generosidad de los padres. Los niños que no han conocido el rol masculino o el femenino tienen una mayor tendencia a la homosexualidad que los que se han criado en familias compuestas por padre y madre, según lo demuestran los estudios»
Carmen Ávila de Encío, Psicóloga
«La psicología homosexual es contraria a la ordinaria de un varón o mujer. La orientación sexual antinatural nunca puede constituir un derecho, y esta orientación desviada propondrá modelos de conducta no adecuados. El niño tiene derecho educado en la normalidad».
J. Manuel Carbonell, Psicólogo
«En condiciones "normales" las aportaciones del padre y de la madre son mucho mejores que otros modelos. Desde los poderes públicos se debería apoyar a los padres que tienen dificultades para formar a sus hijos. Esto tendría un coste mucho mayor pero sería más rentable para la sociedad»
Mar Sánchez, Psicóloga
«El planteamiento de la paternidad es un acto de generosidad. La verdadera vocación de la paternidad no habla de los derechos de los padres, sino de los derechos de los niños. La práctica totalidad de expertos en la formación y educación de los niños se muestran contrarios a la adopción por homosexuales».
Salvador Peiró, Pedagogo
«La adopción de los niños está pensada para la salvaguarda del menor, para evitarle procesos educativos malformantes, de acuerdo con la dignidad que todo sujeto posee intrínsecamente. En general, y en todos los casos, el menor ha de prevalecer ante el adulto».
Bien, hasta aquí el libelo, perdón, la noticia. Así de primer golpe, impresiona la nómina de ¿psiquiatras y psicólogos? en su "encuesta". Pero no, no todos son psiquiatras o psicólogos, ni siquiera todos tienen como campo de
expertise el desarrollo de los niños en condiciones de adopción, que podría hacer que sus opiniones fueran más valiosas a la hora de conocer, de manera informal, cuál es el "estado de la cuestión" al respecto de la
adopción homosexual. Igualmente, llamar "encuesta" a una recolección -¿sesgada, no sesgada, se aceptan apuestas?- de opiniones de una serie de personas (médicos, psicólogos, psiquiatras, pedagogos... eso sí) es sin duda un abuso del término. Porque nada sabemos del protocolo de extracción de los opinantes, nada de su representatividad... nada de nada.
Igualmente, la entradilla comienza diciendo: "Un gran número de psicólogos, psiquiatras y pedagogos se muestran contrarios a la adopción de niños por parte de homosexuales". ¿Cuántos? ¿Frente a qué total de expertos?. La primera en la frente. Y la segunda en la siguiente frase: "Sin embargo, estos argumentos científicos no son atendidos por el Gobierno socialista, que mantiene su pretensión de legislar los matrimonios homosexuales y las adopciones". ¿Seguro que no? Y, en cualquier caso, ¿argumentos
científicos? Cualquiera podría esperar que tras la entradilla se aclare eso de los argumentos científicos. Que se citen los estudios y las publicaciones que avalen ese sentir de "muchos". Si es que hay tal.
Por supuesto, la afirmación de que en el debate social se olvida que el interés es el del niño, que la adopción ha de velar por el menor, es simplemente una afirmación falsa y tendenciosa (todo es tendencioso, bastante es falso en este panfleto, perdón, artículo). Porque ese "interés superior del niño" siempre ha sido el comentario principal y la premisa sobre la que toda las adopciones se regulan. ¿Alguien ha dicho que eso iba a cambiar? No, en absoluto: la aparición de un matrimonio homosexual conllevará cambios en muchas otras leyes que contemplan derechos y ventajas (también obligaciones) sociales a los matrimonios. Como el fuero de los trabajadores, las leyes de sucesión, y tantas otras. Y, entre ellas, la de adopción, que entenderá que un matrimonio (independientemente de si es más o menos heterosexual o más o menos homosexual) puede solicitar la adopción, y será evaluado precisamente en los términos que aseguren ese interés superior del posible adoptado.
El artículo comienza recordándonos lo que dice el Papa y lo que dice la Conferencia Episcopal, ya saben, eso del "matrimonio verdadero" y de la antropología (jejeje) del mismo. Bien, bueno es saber por dónde se mueve el Sr. Navarro Pareja. (Oh cielos, NAVARRO PAREJA... si es que tenía que ser él quien ha escrito esto. Pero para que no digan que este Pez se mueve por prejuicios, olvidaremos incluso quién es y a qué se dedica este "periodista". Bueno, para eso, además, están las hemerotecas y Google, y uno siempre puede pasarse por Arvo.net. Pero no diremos nada más...)
La primera declaración que se recoge es de Aquilino Polaino. Es director del Departamento de Psicología y en la Facultad Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Pablo - CEU. Articulista abundante contra la homosexualidad y sus derechos... pero centrémonos en lo que afirma. Como que contar con el modelo de madre y padre es indispensable para la formación de la propia identidad de género del niño. Curiosa afirmación que va en contra de mucho de lo publicado sobre el asunto: los hijos de parejas homosexuales (entidéndase también lesbianas) no presentan variaciones significativas a la hora de problemas de identidad sexual. Tampoco lo hacen los hijos de familias monoparentales (¿pensará el Dr. Polaino que en esos caso salen niños misántropos?). En 2002 la
Academia Americana de Pediatría (a la que están adscritos unos 60.000 pediatras en EEUU) hizo público un
manifiesto apoyando la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo afirmando: "The American Academy of Pediatrics recognizes that a considerable body of professional literature provides evidence that children with parents who are homosexual can have the same advantages and the same expectations for health, adjustment, and development as can children whose parents are heterosexual."
Podría ser que el Dr. Polaino se refiera a que quizá un hijo de una familia homosexual puede más libremente declararse homosexual que un hijo de una familia heterosexual. Porque eso se ha constatado (puede que el que un joven se reconozca como gay o lesbiana sea para el Dr. Polaino un "problema de identidad sexual", claro... pero de prejuicios está el mundo lleno y no se debería confundir una libre opción con un problema psicológico en el desarrollo. Porque podríamos apuntar que igualmente se ha constatado que estos niños tienen actitudes hacia la opción sexual más abiertas que el promedio de niños de su edad. ¿Será eso considerado también un problema? Lo cierto es que revisando la literatura uno se encuentra con que no hay mayor porcentaje de gays/lesbianas en hijos de parejas del mismo sexo (por ejemplo:
Bailey, J.M., Bobrow, D., Wolfe, M. & Mikach, S. (1995), Sexual orientation of adult sons of gay fathers, Developmental Psychology, 31, 124-129; Bozett, F.W. (1987). Children of gay fathers, F.W. Bozett (Ed.), Gay and Lesbian Parents (pp. 39-57), New York: Praeger; Gottman, J.S. (1991), Children of gay and lesbian parents, F.W. Bozett & M.B. Sussman, (Eds.), Homosexuality and Family Relations (pp. 177-196), New York: Harrington Park Press; Golombok, S., Spencer, A., & Rutter, M. (1983), Children in lesbian and single-parent households: psychosexual and psychiatric appraisal, Journal of Child Psychology and Psychiatry, 24, 551-572; Green, R. (1978), Sexual identity of 37 children raised by homosexual or transsexual parents, American Journal of Psychiatry, 135, 692-697; Huggins, S.L.)
Bien, no todos los pediatras estadounidenses opinan igual. Y es justo decirlo: el
American College of Pediatricians se ha pronunciado también recientemente sobre este asunto: "Given the current body of research, the American College of Pediatricians believes it is inappropriate, potentially hazardous to children, and dangerously irresponsible to change the age-old prohibition on homosexual parenting, whether by adoption, foster care, or by reproductive manipulation. This position is rooted in the best available science". ¿Guerra entre los pediatras? Cuando menos mostraría que el asunto es controvertido y que no es fácil concluir una afirmación como la que hace el Dr. Polaino. Rebatir esta cuestión, en el fondo, escapa del objetivo de este artículo de opinión. Sobre todo porque si sigo haciendo como hice hace un párrafo, colocando referencias de artículos sobre el asunto esto va a quedar ilegible). Ya digo, incluso concediendo que exista cierta controversia (mucha de ella asociada a factores sociales obvios que hacen más difícil a las parejas del mismo sexo sobrevivir, o que les obligan a enfrentarse a problemas diferentes de los que tiene una pareja heterosexual, es decir, culpa de un estado del mundo que podría ser realmente cambiado - ciertamente una pescadilla que se muerde la cola... volveremos sobre el asunto y recupero la frase que decía "incluso concediendo que exista cierta controversia) se me hace difícil cómo en un párrafo el catedrátido de psicología puede despacharse de forma tan absoluta. ¿Serán las ganas?
La segunda encuestada es Alejandra Vallejo-Nágera. Es licenciada en psicología publicitaria y autora de libros de éxito sobre cómo enseñar a los niños las ciencias, sobre la influencia de la televisión... (una
entrevista en generacionXXI nos lo cuenta). Da un testimonio de lo que a ella le gustaría, o lo que teme. "Me gusta, siempre me gustó, tener un padre y una madre. Cualquier otra combinación de progenitores me parece incompleta e imperfecta". Bien, bueno es saberlo, pero... ¿estábamos hablando de gustos?
Juan José López-Ibor, es presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría (
WPA; por cierto, en la página de la WPA el presidente resulta ser el Dr. Ahmed Okasha... no sé en dónde está el error, si la página no está actualizada o si el dato que aporta el artículo no está actualizado. En la web el Dr. López-Ibor forma parte del "Council" de la asociación). Afirma que "un niño "paternizado" por una pareja homosexual entrará necesariamente en un conflicto en sus relaciones personales con otros niños. Se comportará psicológicamente como un niño en lucha constante con su entrorno y con los demás. Creará frustración y agresividad. ¿Y cuántas cosas más? En definitiva, un ensayo que repercutirá en su persona". Ya hemos comentado antes que no parece ser así en los estudios realizados. ¿Se refiere a esos factores sociales de mayor acoso o presión externa por entornos habitualmente homófobos? Podría ser... esto plantea un debate interesante. Desde luego, no el debate que propone el autor de la pseudoencuesta. ¿Qué pasaría si consiguiéndose una normalización del matrimonio entre personas del mismo sexo se evitara esa presión externa? Ay, es difícil hacer prospectiva en estos asuntos, pero cabe pensar que un niño en ese caso no tendría mayor problema en comentar en clase algo sobre sus dos mamás o sus dos papás. Como tampoco lo debería tener un niño que vive en una familia monoparental; algo, afortunadamente, ya más asumido pero que hace sólo unos pocos años causaba problemas y reacciones en el menor, en un ambiente que consideraba que una mujer divorciada era poco más (o menos) que un paria social...
Igual convendría recordar en este momento la
Declaración de Madrid sobre los requisitos éticos de la práctica de la psiquiatría de la WPA (firmada en 1995 y ratificada por esta asociación en 2002) que preside el Dr. López-Ibor), en la que se afirma: "el psiquiatra debe garantizar la integridad científica de la información y debe tener muy en cuenta el posible impacto en la opinión pública de sus afirmaciones". O "Un papel del psiquiatra es la defensa de las personas que sufren una enfermedad mental. En todas sus intervenciones ante los medios de comunicación, el psiquiatra debe representar con dignidad a toda la profesión, puesto que el modo como el público en general percibe a los psiquiatras y a la psiquiatría, se refleja en los pacientes". Igualmente se afirma: "Cualquier forma de discriminación racial o cultural que puediere llevar a cabo un psiquiatra directamente o a través de terceras partes, va siempre contra la ética". Bueno, no merece la pena entrar en temas éticos... aquí la gente larga y dice lo que quiere, y punto. Lo dejamos por aquí.
Eduardo Bonelli es psicólogo infantil. Reitera otras opiniones sobre la necesidad emocional del niño de "un buen padre y una buena madre" para poder "evolucionar como ser humano". Perfecto: a tomar por culo las familias monoparentales, que comienzan a ser legión. Su defensa de la "familia española" ¿incluye peineta y misa diaria? Bien, seamos clementes. Igual no. Pero, desde luego, su afirmación resulta bastante extraña, más en un país en el que cada vez es más normal la familia monoparental. Resulta curioso, desde luego, que nadie se haya dado cuenta, por ejemplo en países con divorcio legal desde hace mucho más tiempo en España, que existe una generación (o varias incluso) de personas que no han "evolucionado como ser humano" por culpa de que sus papás se separaron... ¿No será más bien un prejuicio? (Es curioso, si uno busca en Google "Ricardo Bonelli psicólogo" sólo aparece referencias a él en el artículo que comentamos de La Razón).
El Dr. Enrique Rojas es posiblemente en la actualidad el psiquiatra más conocido, y al que más acuden los medios de comunicación. Como en el caso de Bonelli, su argumento a favor de la pareja con madre y padre, que le lleva a afirmar que "es antinatural condenar a un niño a una educación privada de padre o madre", tiene el problema de que según esto no sólo se debería impedir la adopción sino en general la tutela y paternidad incluso de los hijos naturales en familias monoparentales. O, ya puestos, también se debería considerar que si un padre o una madre queda viudo o viuda, está poniendo en serio peligro a su prole. ¿Sería antinatural dejarles seguir educando a sus hijos, Sr. Marcos? ¿Quiere usted decir realmente eso o simplemente está
meando fuera del tiesto?
Charo González Martín es pedagoga. Una vez más, la dualidad de los sexos como necesidad:"los niños y niñas necesitan de la dualidad y su falta supone unas carencias insustituibles". Pues en muchas familias se ha sustituido. También hay muchas familias en las que debido a cuestiones laborales uno de los padres (muy heterosexuales ellos) falta y casi no interviene en la educación de sus hijos. Tenemos también muchos casos de la intervención fundamental de los abuelos o de personas contratadas para el cuidado de los niños. ¿En todos esos casos se está provocando "carencias insustituibles"? Pues no sé qué hacemos que no se toman medidas... (¿se deberá a que esta pedagoga tampoco existe para Google?)
Mónica Fontana, Especialista en Terapia Familiar (y en Psicología Clínica) trabaja en la Universidad San Pablo-Ceu (como el Dr. Polaino, recordemos que estamos hablando de una universidad privada confesional católica, porque estas cosas sí son relevantes...). Ella propone una gran pregunta, que repito y pongo en negrita, porque ella (la pregunta) lo vale:
"Si la relación entre dos mujeres o entre dos hombres es natural, ¿por qué hay una imposibilidad biológica para procrear?". Desde luego, por el momento se lleva el premio al prejuicio y la falacia. Primero, porque acudir a lo "natural" es siempre confuso, mientras no se defina lo que es natural o no-natural. Lo natural sería morirse de una infección bacteriana bien puesta como una adecuada meningitis, completamente natural; no-natural son los antibióticos (algunos incluso sintéticos, ¡qué horror!) que se toman para combatirla. ¿A eso se refiere la Dra. Fontana? Imagino que no, que ella misma entenderá que en las cosas humanas eso de "lo natural" tiene matices. O deja de tener sentido. Estamos hablando de si es peligroso, o si es justo, o si deja de ser problemático... no de que sea o no "natural". Es como lo del Vaticano de hablar de la antropología natural y demás sandeces.
No quiero dejar de mencionar la referencia que ella hace a la mayor promiscuidad de las uniones homosexuales. Dice que rompen cuatro veces más (otros estudios no hablan de tanto, pero dejémoslo estar). En efecto, las uniones del mismo sexo resultan actualmente menos estables... pero ¿no contribuye a ello la falta de una normalización social de estas uniones? ¿en qué grado?. Una vez más, se coloca como causa lo que bien podría ser un efecto. Se ha comentado a menudo que la implantación del matrimonio para parejas del mismo sexo contribuiría a darles una mayor estabilidad. Por supuesto, esto no quita algo que es cierto: la conveniencia (¿necesidad? eso suena un poco exagerado) de una estabilidad en la pareja de adoptantes. Algo que se debe evaluar - como ya se hace ahora con las solicitudes por parte de parejas heterosexuales. Personalmente, creo que este es el argumento de mayor peso. Ahora bien, cuando una pareja (del mismo sexo, por ejemplo) se plantea la adopción, cabe pensar que han realizado un ejercicio mutuo de planificación, y han asumido la responsabilidad que les cae encima. ¿No se les debe dar el mismo crédito que a otra pareja? Labor de los comités pertinentes será valorar esa estabilidad y capacidad de crear un hogar con visos de futuro... Pensemos en España, donde desde la implantación de la ley que permite los divorcios existen decenas de miles de parejas que todos los años rompen (parejas heterosexuales, quiero decir, que además han pasado por el juzgado). ¿Ha causado un nuevo problema, se ha detectado una mayor incidencia por su causa, en el progreso habitual de las adopciones? Caso personal: conozco una pareja que adoptó, tras larguísimos esfuerzos, una niña india. Al año de llegar esta delicia de niña a la casa, el matrimonio se separó. ¿Cuántos casos similares habrá en este país? Desconozco el dato, pero seguro que el caso de mi amiga P. no es el único. Y ella ha conseguido llevar adelante la educación de su hija y la vida de las dos con gran éxito. Como suele pasar... Bueno, ¿no sería más prudente estudiar qué pasa en cada caso en vez de hacer generalizaciones prejuiciosas?
El comentario de Eduardo Ortiz, psicopedagogo, no dice realmente nada nuevo. Por supuesto que los "discursos sobre derechos y deberes dependen también de un trasfondo de creencias y valores". Y por supuesto que hay una crisis en muchos aspectos (la hegemonía del pensamiento católico no es ajena a ella, por cierto). De eso se trata: de que la sociedad establezca un estado de derechos y deberes. Y, entre ellos, la posibilidad de solicitar la adopción. Es cierto que se habla a menudo del "derecho a la adopción", y es un término que resulta confuso. Debería decirse "derecho a solicitarla". Bien, pero no es más que una cuestión semántica. De lo que hablábamos es si realmente hay evidencias científicas que desaconsejen esa posibilidad en el caso de que quien lo quiera solicitar sea una pareja del mismo sexo. De eso, claro, este psicopedagogo no dice nada. Claro, igual es porque este psicopedagogo es también doctor en filosofía y sacerdote católico, algo que no nos explican en el artículo.
Jose María Sémelas es doctor en medicina, psiquiatra y psicoterapeuta. Reitera la ncesidad de "un padre y una madre y no del rol o papel que se le quiera dar a éstos". Es decir, más de lo mismo, que ya habíamos comentado. Pero introduce un asunto gracioso: eso del rol. ¿Un prejuicio del Dr. Sémelas, que cree que en parejas del mismo sexo hay un rol materno y un rol paterno necesariamente? Uno de los chismes recurrentes que toda pareja homosexual sufre alguna vez es encontrarse con algún descerebrado o cavernícola que pregunta: "¿y quién hace de hombre y quién de mujer?", cosa que debería causar sonrojo... pero así son las cosas. Quiero decir, el desconocimiento o el prejuicio.
El psiquiatra Fernando Trullols sigue con la complementariedad hombre-mujer, pero acude además a un simpático argumento sobre "lo que ha funcionado bien durante miles de años: una familia". Es una pena que no haya explicado que, además, esa familia debía tener a la mujer al cuidado de los niños y del hogar, que es lo que se ha visto por aquí en los últimos milenios. Ya puestos, por seguir las consignas vaticanas de la forma más ferviente, que siempre da puntos para el cielo. ¡Por favor! ¿a alguien se le ocurriría recurrir a que, dado que se hizo durante muchos milenios, es conveniente volver al esclavismo, las castas, olvidarnos de los derechos humanos o, ya puestos, del ordenador que al fin y al cabo es un chisme recién llegado que sólo causa problemas y adicciones y así? Seamos, al mmenos, un poco serio. Por supuesto que el interés del niño debe ser lo más importante. Sí señor, ahí le ha dado: y muy por encima de los prejuicios católicos especialmente... Ante la pregunta del Dr. Trullols:"¿Es capaz una pareja de homosexuales de educar a un niño en todas sus posibilidades?" uno quizá debería contestarle a la gallega: "¿Es acaso incapaz de hacerlo, doctor?".
También tenemos en la "encuesta" a un Doctor en Farmacia, Vicente Villar. Reiterando la misma indemostrada cosa de los dos sexos, afirma algo muy interesante: "El niño tiene derecho a ser adoptado por una pareja heterosexual para no quedar polarizado en una única dirección sexual". ¿No polarizaría así muy malamente una pareja heterosexual del Opus a su habitualmente numerosa prole? Por poner un ejemplo. A ver cómo va a salir Jaimito de su armario, con el padre que tiene, tan de ángelus y misa diaria y a su mami tan en casa y siempre embarazada... OK, lo reconozco, es una salida de tono que seguro que a alguien le parece ignominiosa o así. Pero, bueno, ya a estas alturas del texto, me permitirán cierta jocundia en el tratamiento de estos prejuicios. Una única dirección sexual: impresionante concepto que sin duda debe tener mucho fuste. O no. Por más que uno sea experto en adicciones o esté adscrito a la Universidad Cardenal Herrera, del CEU. ¿A qué se debe su inclusión en esta encuesta que presuntamente era a psicólogos y psiquiatras?
Seguimos: llega José Ignacio Prats, psicopedagogo, con lo de siempre (el lo llama "alcanzar su identidad personal donde experimente las características específicas de la feminidad y la masculinidad", cosa que en una familia monoparental tendrá tambien bastante jodido). Añade: "no es lícito experimentar con seres humanos. Es un error antropológico". ¿Experimentar? En cierto sentido cada paternidad/maternidad es un experimento, bastante incontrolado, que acometen los padres sin carnet ni especial formación y con numerosas incertidumbres. Si a eso se refiere, vamos a tener difícil lo de la supervivencia de la especie Dr. Prats. Lo de los errores antropológicos es todavía más entretenido. Posiblemente se podría conseguir si mandamos a todas las parejas homosexuales con ganas de adoptar a una isla del Pacífico y luego vemos qué ha pasado. Aunque igual no se refería a eso. No, realmente, no: se refería a eso de la antropología colorista que al Vaticano le ha dado por vender. ¿Por qué será?
Tenemos una nueva alusión a lo que Natura no da ("las leyes naturales establecen la alteridad sexual"). Lo asegura la médico Gloria Tomás. "De ahí surgen los hijos", nos aclara por si alguien lo dudaba. Bueno, actualmente también pueden surgir de un proceso artificial de fertilización ¿O eso no es nada natural y también malo malo malo?. Por supuesto, "la adopción de homosexuales va contra la naturaleza y la felicidad humana". Lo de que va contra natura es divertido, aparte de no tener ni media hostia (intelectualmente hablando) pero, ¿y lo de la felicidad humana? Pobre de mí, que imagino que a una pareja (independientemente de su sexo) siempre le resultará un hecho feliz conseguir una adopción que habían solicitado y esperado mucho tiempo. Así que algo de felicidad humana dará... Pero no, ella es implacable: "supone por tanto una perversión de lo que la persona está llamada a ser". Impresionante: uno va en contra de la naturaleza, crea infelicidad y además es un pervertido a la primera de cambio. Es impresionante la calidad de los argumentos que ha rescatado para esta "encuesta" el periodista de La Razón. ¿De verdad que no había nada mejor en el panorama homófobo? Estoy convencido de que hay profesionales de mejor talla y capaces de hablar sin decir excesivas tonterías. No es el caso, desde luego...
La médico Josefina Eugui acude, cómo no al asunto del "bien del niño". Como si esto no estuviera en la base (y en la ley) de las adopciones. Aporta un dato, o una opinión: "los estudios científicos sobre el buen resultado de la adopción por homosexuales son pocos y con fallos de realización". ¿Y los que hablan del "mal resultado"? ¿Existen? ¿Son muchos? ¿Están libres de errores? Nos quedaremos con la incógnita, aunque sospechamos que si no ha planteado eso es porque no le interesaba... el discurso vende más plantando la duda sobre el rival que demostrando las afirmaciones propias.
También habla del derecho Javier Romero, médico. Y con el asunto de los roles (o papeles) afirma: "los niños que no han conocido el rol masculino o el femenino tienen una mayor tendencia a la homosexualidad que los que se han criado en familias compuestas por padre y madre, según lo demuestran los estudios". ¿De veras? Porque no es eso lo que aparece por la bibliografía, precisamente. Y menos si se tiene en cuenta el factor de mayor libertad en lo sexual que existe en parejas del mismo sexo.
Dice en su turno la psicóloga Carmen Ávila de Encío: "la psicología homosexual es contraria a la ordinaria de un varón o mujer". O sea, que hay una demostrada desviación psicológica. Esta sin duda es de la vieja escuela, de esas que mantienen que la homosexualidad es trastorno y como tal, se deberá curar. En efecto: "la orientación sexual antinatural nunca puede constituir un derecho, y esta orientación desviada propondrá modelos de conducta no adecuados". Estupendo: "El niño tiene derecho educado en la normalidad". Claro, como la normalidad de un padre que acose a su mujer, cabe preguntarse... En fin, esta psicóloga es colaboradora habitual del Dr. Polaino. Incluso tienen algún libro juntos. Qué monos... Dios y la Naturaleza los juntan, o algo así.
J. Manuel Carbonell, Psicólogo afirma: "En condiciones "normales" las aportaciones del padre y de la madre son mucho mejores que otros modelos. Desde los poderes públicos se debería apoyar a los padres que tienen dificultades para formar a sus hijos. Esto tendría un coste mucho mayor pero sería más rentable para la sociedad". Perfecto, claro que sí. Incluso estoy por darle la razón de que mejor una familia con aportaciones del padre y la madre que otra cosa. Lo que no quiere decir que otras opciones no sean buenas, sólo que pueden no ser la mejor. Pero lo mejor es enemigo de lo bueno, que suele decirse. Y la posibilidad para un niño en condiciones de tener un futuro en una familia puede ser más importante que intentar encontrar "lo mejor de lo mejor". Pensemos en que este planteamiento se podría hacer también en términos socioeconómicos: mejor que fuera una pareja con trabajos bien remunerados, universitarios, y con chalet en la sierra...
Mar Sánchez, psicóloga, habla del acto de generosidad que es la paternidad. Y de los derechos de los niños. Perfecto, si es que eso es lo importante. Pero finaliza afirmando que "la práctica totalidad de expertos en la formación y educación de los niños se muestran contrarios a la adopción por homosexuales". ¿Datos, por favor? Porque no parece tal. Salvo que, claro, uno consulte sólo a los expertos adecuadamente homófobos.
El pedagogo Salvador Peiró comenta que "la adopción de los niños está pensada para la salvaguarda del menor, para evitarle procesos educativos malformantes, de acuerdo con la dignidad que todo sujeto posee intrínsecamente. En general, y en todos los casos, el menor ha de prevalecer ante el adulto". Muy bien, pero uno debería seguir leyendo algo más para pensar que este testimonio sirve para argumentar en contra de la adopción por parte de parejas del mismo sexo. ¿No?
En definitiva (y ahora sí que termino), tenemos un artículo realmente tendencioso, que recoge opiniones de expertos (y otros que desconocemos su relevancia, pero ahí estan ¿para hacer bulto?) que en general son muy sesgadas o prejuiciosas, y que pocas veces establecen argumentos o datos para un debate -sin duda necesario- sobre el asunto. Eso se nos vende como una multitud no escuchada, algo que es radicalmente falso. ¿Por qué? En fin, esto es La Razón y claro, estamos de campaña homófoba permanente.
Acabo: perdón, sobre todo, por lo prolijo. Y que ustedes lo adopten bien. O, ya saben, ojito con las prácticas antinaturales (recuerden lo que pasó en Sodoma... ¡vaya! nadie habló del asunto, qué gran ocasión perdida).
2004-09-02 01:00 Enlace
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Comentarios
1
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De: Ninfa Flores |
Fecha: 2005-11-02 08:34 |
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FELICIDADES Y MUUUUUUUUUUCHAS GRACIAS.
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De: Noelia Sancho |
Fecha: 2007-10-09 10:43 |
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Muy buen post, muy bien contrastado e informado.
En varios años de experiencia terapeutica con heterosexuales y homosexuales no he encontrado diferencias que permitan apoyar que no serian buenos padres, o que el niño criado en pareja homosexual tendria problemas.
Es mas he visto algunos ejemplos y encuentro a niños mas tolerantes y abiertos.
Un saludo.
Noelia Sancho
www.noeliasancho.es
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