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la boca
artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)

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2006-06-17
)

De Mayas
2006-06-17

Me voy dentro de una semana a Guatemala. Como casi todos los años, tengo la suerte de participar de la vorágine de la Ruta Quetzal-BBVA, para dar, a los dos lados del charco unas charlas sobre el mundo de los cielos -a mi manera, claro. Este año la parte americana del viaje recorre tierras de mayas y, precisamente, será en Tikal la noche del 27 de junio cuando pueda hablarles a los más de trescientos jóvenes de la ruta de la astronomía maya, y de otras astronomías que en el mundo han sido y son. Allí mismo, en medio de las piedras y rodeados por la selva, espero que el cielo nos deje ver los mismos astros que cientos de años atrás veneraron quienes vivían ahí.

La expedición me ha precedido: ayer llegaron a la ciudad de Guatemala y hoy andarán por Chichicastenango. Yo tardaré una semana más, y siempre dependeré de que los vuelos cumplan sus horarios. Que es mucho depender... en cualquier caso, espero perderme una noche con los amigos guates de por allí, antes de irme volando a Flores y de allí a Tikal. ¡Tikal! Suena ya mítico, pero ahora es parte de un itinerario que nos permitirá conocer además Yaxhá, también en el Petén guatemalteco, una ciudad maya con pirámides gemelas como hay en Tikal y donde ahora hay un interesante proyecto de ecoturismo. Luego pasaremos por Belize, llegando al Caribe en el Cayo Caulker (donde como buen pez me pasaré el día buceando el manglar y el arrecife coralino -todo sea que no nos llegue un ciclón tropical, claro...).
Tras Belize nos meteremos en el Yucatán mexicano, en las sorprendentes provincias de Campeche y Quintana Roo que se asientan sobre esa plataforma caliza que configuró la vida de los mayas del norte, los de tierras bajas. Primero visitaremos Calakmul, que llegó a albergar a 50.000 habitantes, y luego iremos a la laguna de Bacalar, donde estuvo la maya Bak Halal y luego, en 1545, Alonso Dávila fundó su Nueva Salamanca de Bacalar, una ciudad que también pereció y nació varias veces, como suele pasar en estas regiones de los ciclones, de los piratas, y de la desidia de las multinacionales. Ahora la laguna es sede de núcleos turísticos que viven de la sorprendente geología de los cenotes (surgimientos de agua al aire libre que se formaron al caer el techo calizo de ríos subterráneos que recorren toda la península mexicana). Allí visitaremos Kohunlich, una ciudad maya con nombre artificial y deje sajón. Cuenta la guía de la Ruta:
El nombre de Kohunlich deriva de una “contaminación” de dos términos sajones, cohume, “corozo”, y ridge, “loma”, con los cuales los británicos de Belice denominaban al lugar, “corozal”. El sitio, registrado por Raymond Merwin en 1913, fue trabajado por Víctor Segovia en 1970, quien mayanizó su acepción y lo denominó Kohunlich. El área nuclear de Kohunlich ocupa unas 20 Ha, aunque la zona residencial se distribuye por varios km2. Su poblamiento inicial data entre el 300 y el 50 a.C., aunque su verdadero desarrollo se dio entre el 600 y 900 d.C., en que se consolidó su fisonomía actual; como otras muchas ciudades del Petén, la ciudad decayó durante el Clásico Terminal (900-1000 d.C.) y fue abandonada. El asentamiento urbano se organiza en torno a la Plaza de las Estelas, limitada por edificios de naturaleza pública, tanto ideológica como administrativa.
De allí iremos al norte, hasta Tulum, ese puerto maya que ahora también es destino turístico de primera (y uno de los puntos más fotografiados del mundo maya). Y visitaremos la menos conocida, pero no menos importante, Cobá.

La pena es que ya para entonces se nos habrá agotado el tiempo y no podremos seguir el periplo de las ciudades mayas, ni visitar la zona del impacto de un cuerpo cósmico que hace 65 millones de años cambió el destino de nuestro planeta... Deberemos volver a España, para emprender la segunda parte de la ruta, que recorrerá, entre otras, tierras navarras. Subidos en el Pirineo, miraremos también el cielo para descubrir otras maravillas y otras historias. Pero eso será ya a partir del 7 de julio (fecha emblemática de quienes vivimos en esta parte de la península).

Así que me voy a Guatemala y, preparando el viaje, rescato a Miguel Ángel Asturias, leído hace demasiado tiempo aunque no olvidado, y sobre todo la prosa infalible de Augusto Monterroso, el escritor de lo sencillo, y de lo ominoso. Monterroso colaboró más de una vez con la ruta, y oirle hablar era como meterse dentro de uno de sus cuentos. Ahora nos quedan sus palabras, ya que murió hace tres años. Como pequeño homenaje, en mi charla en Tikal aprovecharé un cuento suyo, precisamente, para comenzar a hablar de la astronomía de los mayas. La idea, claro, no es mía, pues se la leí hace años en Astronomía Digital a Jesús Gerardo Flores. Contaba Flores:
La mejor descripción del elevado conocimiento de los mayas en el campo de la astronomía, y lo asombroso de su civilización no pueden estar mejor descritos que en el relato de Augusto Monterroso denominado "El Eclipse":

«Cuando Fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable, definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de Los Abrojos, donde Carlos V condescendiera a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora. Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponía a sacrificarlo ante un altar, un altar que Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de si mismo. Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas. Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso en lo mas íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

» - Si me matáis - les dijo - puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura. Los indígenas se miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén. Dos horas después, el corazón de Fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz del sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían los eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles...»

Aunque ya tengo la cabeza en América, entre tanto, quiero decir esta semana, queda mucho trabajo por hacer. Demasiado, como siempre pasa antes (y después) de los viajes. Por supuesto, sé que querré quedarme a vivir allí. Como siempre. Claro que, como siempre, volveré.

2006-06-17 21:44 Enlace

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Comentarios

1
De: Anónimo Fecha: 2006-06-17 23:11

Déle recuerdos a Willy y a Flip ;)



2
De: Diego (MrDeejay) Fecha: 2006-06-18 00:05

Que tengas un muy buen viaje Javier, esperemos que el osito traiga un dosier completo del viaje jejeje. Y hablando del osito, para cuando estes de vuelta, te espera un estreno (para entonces ya lo tendre listo) y no puedes faltar. ;)



3
De: Diego (MrDeejay) Fecha: 2006-06-18 01:50

Se que no va con las normas de la casa pero... Javier deberias considerar el banear al cerdo-babeador y sus multiples variantes de sus nicks.
Esta empezando a ser demasiado molesto.



4
De: Suminona Fecha: 2006-06-18 01:51

"Por supuesto, sé que querré quedarme a vivir allí. Como siempre. Claro que, como siempre, volveré."

No, pues piénsalo bien, y quédate, por favor.



5
De: Yabba Fecha: 2006-06-18 08:24

No creo que lo haga, Suminona. En realidad nadie cumple nuestros deseos. Imagínate la de veces que hemos deseado todos no volver a leerte, y cada cierto tiempo ahí vuelves. ¿No estarás volviendo a dejar olvidada la relatividad especialísima suminonesca, no? Seguimos esperando ansiosos esos resultados que hace dos años eran inminentes. Y seguiremos, me temo... si es que no te aplicas nada, desperdicias energías en negatividades. Tú a lo tuyo, que el Nobel sólo se concede en vida, no lo olvides.



6
De: JoseAngel Fecha: 2006-06-19 22:43

Bon voyage y feliz inmersión, Sr. Pez.
Sobre el cuento de Monterroso, ¿el calendario a que se refiere no será por un casual el que aparece en portada de esta bitácora, con la foto?
No recuerdo ahora si Aristóteles predecía eclipses, pero me suena... sospechoso como autoridad. En todo caso, el cuento parece ser la versión políticamente correcta (en América) de la anécdota tintinesca que cuenta creo que es Hernando Colón, sobre su padre y sobre los indios impresionados por el eclipse, etc. Quería preguntarle, si dispone de información al respecto: hay quien dice que esa anécdota es apócrifa. ¿Se sabe algo al respecto?



7
De: ElPez Fecha: 2006-06-20 01:25

En efecto, JoseAngel, me parece más que probable que la anécdota del cuarto viaje de Colón, contada por su hijo Hernando, sea la base que permite a Monterroso crear su delicioso cuento.

Personalmente creo que la anécdota contada por Hernando es puramente un cuento. Escribí sobre el asunto en un artículo para la revista "Leer" hace unos años. El texto está en esta bitácora: El cielo de Colón. Ahí escribía:

Se trata realmente de una leyenda que, por repetida una y otra vez, se toma por cierta, aunque el propio Almirante nunca la contó. Posiblemente una fabricación ad hoc para ilustrar en el relato los conocimientos astronómicos del descubridor de América. Porque realmente Colón sí observó el eclipse y lo usó, como había hecho en el segundo viaje con otro eclipse de Luna, el del 14 de septiembre de 1494, para hacer un cálculo de la longitud a la que se encontraban las Indias.



8
De: JoseAngel Fecha: 2006-06-20 09:42

Muy interesante; gracias.



9
De: ElPez Fecha: 2006-06-20 10:39

NO hay de qué, JoseAngel, para eso estamos... iluminando cuando podemos aportar luz.



10
De: Iván Fecha: 2006-06-20 11:59

Envidia sana que dejas por estos lares y mas pensando que estaremos de examenes mientras estaras disfrutando de todo lo relatado mas arriba.

Como se le dice a los amigos "traete fotos y traeme algo" y sobre todo que disfrutes, anda que no bucear en manglares.



11
De: Pereque Fecha: 2006-06-21 17:16

Chale, qué envidia, visitar las tierras mayas. Sólo para precisar que Calakmul está en Campeche, no en Quintana Roo.

Saludos.



12
De: Freddy Cuzco Fecha: 2006-06-23 22:09

Gracias por el cuento de Monterroso en ese contexto de la Ruta Quetzal.

Un abrazo a la distancia y mis mejores deseos para usted.



13
De: ElPez Fecha: 2006-06-24 02:37

Gracias, Pereque, por avisar del error: ya está corregido en la entrada.



14
De: LuisJouJR Fecha: 2006-07-05 11:36

Me alegro por los expedicionarios que tendrán ocasión de oír tu voz en la noche. Sigue como siempre, porque siempre dejas un buen recuerdo.

Un abrazo!



15
De: Anónimo Fecha: 2007-01-15 22:52

que malo sus comentarios



16
De: Anónimo Fecha: 2007-01-15 22:52

que malo sus comentarios



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