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Inicio > Historias > Saturniana
2007-02-08
)

Saturniana
2007-02-08

Publicado en Diario de Noticias
MILENIO
Jueves 8 de febrero de 2007


Tal día como hoy, hace 330 años, nació en el Observatorio de París Jacques Cassini. Nació allí porque era hijo del otro Cassini, Giovanni Domenico, que entonces era uno de los más grandes astrónomos del mundo, y director de ese observatorio, y ese día, cabe pensar, una de las personas más felices también. Jacques fue astrónomo como su padre y también director de ese observatorio. La saga familiar continuó con el hijo de Jacques, César-François, y con el hijo de este, Jean-Dominique, que llegó a ser Conde deCassini. Los Cassini aparecen irremediablemente ligados a Saturno, y al descubrimiento de que los anillos del planeta eran varios. Los anillos los había observado por vez primera Galileo en 1610 con su anteojo astronómico, pero no supo entender qué eran. Años después, en 1655, Huygens interpretó esas extrañas asas del planeta como un anillo que giraba en torno al mismo.

Cuando la NASA decidió mandar a Saturno una sonda espacial para explorar el planeta, los anillos y sus 56 lunas conocidas, decidió llamar a la misión Cassini. Desde hace dos años y medio está orbitando en torno a Saturno, y mandándonos sorprendentes datos e imágenes. Sorprendentes porque se trata de un mundo tan diferente del nuestro que sólo puede darnos sorpresas, por lo increíble que resulta ser Titán, la luna mayor de ese planeta, con lagos de metano, campos de dunas, nieve, o geíseres. O porque se va conociendo mejor cómo son esos anillos que podemos ver desde la Tierra con telescopio. Precisamente estas noches Saturno nos acompaña en el cielo, en la zona del León, y podemos observarlo perfectamente.

Quienes tengan, claro está, ganas de mirar al cielo con todo lo que tenemos por aquí abajo pendiente, que ya es mucho tener. Pueden liar a un amigo que tenga telescopio, o acercarse por la sede de la Agrupación Navarra de Astronomía, y disfrutar así de la observación de ese aniñño saturniano que, hace más de cuatrocientos años, un teólogo llamado Leo Allatius interpretó como el Santo Prepucio proveniente de la circuncisión del niño Jesús. Sobran los comentarios.

Enlaces
La web de la misión Cassini.
El Santo Prepucio y los anillos de Saturno, en El beso en la Luna.


2007-02-08 07:31 Enlace

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Comentarios

1
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-08 08:09

Ya, después de lo del prepiucio, sólo te flta traernos a Iker y resucitar a Jiménez del Oso, dos inigualbles fuentes de conocimiento veraz que, sin duda, han molarte.

Menos mal que, al menos, Saturno existe.

Qué fuerte.



2
De: ElPez Fecha: 2007-02-08 08:19

¿Qué le parece inveraz, la existencia de Allatius y su libro, la historia de la circuncisión del niño Jesús...? Ay Arrasti, si es que además de todo los fundamentalistas carecen de sentido del humor.



3
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-08 08:23

Es lo que te pasa a ti con Iker y compañía. ¡Cáspitas!, en realidad, todo se reduce a que no tienes sentido del humor.

Ej kee



4
De: ElPez Fecha: 2007-02-08 08:40

Por supuesto, Arrasti... para usted parecerá claro pero, ¿podría especificar algo más sus estupideces? Lo solicito con escasa convicción, lo reconozco. Es más bien curiosidad por sus mecanismos para juntar churras con merinas para intentar insultarme.



5
De: Anónimo Fecha: 2007-02-08 09:32

¿De verdad que no se entiende?



6
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-08 09:32

Era yo.



7
De: Yabba Fecha: 2007-02-08 09:47

¿Cuando cojones se le ha entendido? Ya sería una novedad que se le entendiese ahora...



8
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-08 09:58

A ver, deletreo:

A ElPez le han colado una historia sobre el prepucio, llamado el Santo, que es muy similar a esas otras que nos cuentan el Iker y compañía: qué sé yo, sobre la Luna virgen o sobre ovnis de todo pito.

¿He de seguir o vale ya?



9
De: Yabba Fecha: 2007-02-08 10:09

¿Ha oído hablar alguna vez de la ironía, Arrasti, o cree que es alguna secta?

De verdad, la connivencia con McFacha le está secando aún más la neurona de lo que ya era habitual. Vaya dejándolo.



10
De: ElPez Fecha: 2007-02-08 12:25

Ah, pues ahora se entiende un poco mejor.

"A ElPez le han colado...", afirma Arrasti. Pues no, lo que pasa es que el Arrasti en su ya demostrada ignorancia prepotente, piensa que lo de la idea del Santo Anillo Prepucial de Saturno es una leyenda urbana. O algo así.

Pero resulta que no, que Leo Allatius , (1586-1669, coetáneo por lo tanto de los astrónomos que mencionaba en el texto) existió, un importante teólogo griego en Roma, en una época compleja para las relaciones entre católicos de oriente y occidente. Política y religión, vaya, lo de siempre. Y escribió sobre muchos temas: más de 150 volúmenes firmados por Allatius se conservan.

Tampoco es nuevo, ni leyenda urbana, el debate teológico que el Santo Prepucio proponía: si Jesús subió entero al cielo, ¿qué pasó con el trocito de piel?

La "solución" aportada por Allatius, en De Praeputio Domini Nostri Jesu Christi Diatriba era la que comentaba en la columna. Si quiere, eche un vistazo al enlace que le ponía de "El beso en la Luna", ya que pontifica sin tener ni puta idea ni siquiera el mínimo detalle de comprobar las referencias...



11
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-08 13:50

¿Y, siendo tan amplia su obra, no mencionó siquiera el arduo problema teológico que representan las Santas Uñas Cortadas de Cristo? Raro, muy raro que se le pasara por alto un problema cuya masa representa, tras treinta años de continuo crecimiento y recorte de uñas, bastante más que un prepucio de un recién nacido.

Busca en su obra, que seguro trató con ellas de cuadrar la explicación de los asteroides, de las estrellas fugaces o vete a saber.

Por cierto, a ver si me encuentras en qué página de qué tomo, y guardado en qué biblioteca, se encuentra tan jugosa aportación astroteologica.

No sería la primera vez que alguien bienintencionado se fía de otro alguien que a su vez... y acaba la cosa en cuarto milenio. Al tiempo.

Bien, te he visto bien.



12
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-08 16:35

Venga, te voy a ayudar.

Buceando aquí http://www.neo.uol.com.ar/edicion_0010/seccion_07.htm

he encontrado una referencia a una obra indispensable en el buen arte de conocer todas las relquias habidas y por haber.

Se trata, y fíjate qué bien suena, del
"Optimus de Miraculosis Reliquis Brevis Catalogus", es decir, del "Breve Catálogo Ideal de Reliquias Milagrosas", donde se citan:

"el anillo nupcial de la Virgen María,
su hígado,
su corazón y su lengua,
la oreja de San Pedro,
la cola del asno con que Jesucristo entró en Jerusalén,
la columna sobre la que cantó el gallo de San Pedro,
el cuchillo utilizado en la circuncisión de Jesús,
su prepucio, -mira, va resultar ser cierto-
su cordón umbilical,
sus pañales,
lentejas de la Última Cena, -en Italia aún toman lentejas la última cena del año-
la mesa sobre la que se celebró,
espinas de los peces multiplicados por Jesucristo,
las huellas de sus asentaderas en una piedra,
sin contar los dedos de San Juan Bautista, de los que se veneran sesenta.

Algunas reliquias resultan inhallables, como el Santo Grial, lo cual potencia sus pretendidas virtudes mágicas"

En fin, para que no digas que no hago crítica constructiva. De la Santas Uñas, ni rastro. Quién sabe, igual es que se las comía. No sé, digo.



13
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-09 19:19

En
http://cierzo.blogia.com/2004/septiembre.php
he encontrado otro compendio de todo lo sabido en torno a este tema prepucial. No nombra a Saturno -a las uñas, tampoco- , pero da luz sobre el ajetreo que el tema a supuesto hasta que la todopoderosa y todoprepotende Iglesia decidió que no se hable más -y se jodió el tema-.

Transcribo para deleite de los mamantes de buenasfuentes. En el texto se amplía la información que ay tenemos y añade detalles fundamentales para el esclarecimiento de todo el tema, como la archifamosa Academia Preputológica, aliñada a base de cardenales.

Personalmente, me he tronchado, pero no me lo tengáis en cuenta, pues ya sabéis que soy un descreído. La cosa dice asín:

"Una reliquia es una parte del cuerpo de un santo o cualquier objeto que haya tocado este cuerpo. Hasta que el Concilio de Trento (1563) puso orden: “Destiérrese absolutamente toda superstición en la invocación de los Santos, en la veneración de las reliquias, y en el sagrado uso de las imágenes”, en torno a las reliquias giraba un próspero negocio del que se beneficiaban monasterios, órdenes religiosas, señores feudales y regiones enteras de Europa. En el año 787, un concilio general había decretado: "Si a partir de hoy se encuentra a un obispo consagrando un templo sin reliquias sagradas, será depuesto como transgresor de las tradiciones eclesiásticas". Ningún obispo se atrevió a desobedecer, la Iglesia estaba propiciando la falsificación de reliquias.

El reclamo de una reliquia sagrada atraía a multitud de fieles a los mercados y convertía aldeas en ciudades florecientes. Los “souvenirs” traídos de Tierra Santa por los caballeros cruzados no alcanzaban para satisfacer la enorme demanda y la falta de existencias degeneró en la venta al por mayor de objetos falsificados. En la baja Edad Media, la autenticidad de una reliquia no era tan importante como su objetivo, en una época oscura y convulsa, la desesperación obligaba a las gentes a buscar un remedio rápido para sus males y los santuarios se llenaban de peregrinos ansiosos por idolatrar un fúlgido relicario con supuestos poderes milagrosos.

San Agustín denunció a impostores vestidos como monjes que vendían reliquias falsas. El Papa San Gregorio prohibió la venta de reliquias y la profanación de tumbas en las catacumbas, pero a pesar de ello no se frenaron los abusos. El surtido de reliquias es tan abundante y variado como pintoresco: las piedras con las que se lapidó a San Esteban; la esponja con la que Santa Práxedes recogía sangre de los mártires; las flechas que mataron a San Sebastián; los pechos de Santa Águeda; una oreja, la sandalia del pie derecho del apóstol San Pedro y eslabones de la cadena que soportó en su prisión; plumas de las alas del arcángel Gabriel; el suspiro de San José metido en una botella; un estornudo del Espíritu Santo, también embotellado; más de 60 dedos de San Juan Bautista; el velo, cinco gotas de leche de sus senos, lágrimas, el hígado, el corazón y la lengua de la Virgen María, así como 4 cabellos y varios trocitos de su camisa; tres cordones umbilicales, el primer pañal, una paja del pesebre donde nació, varios Santos Prepucios y unos quinientos dientes de leche del Niño Jesús; raspas de los peces multiplicados en el primer milagro del Salvador; una de las ramas de olivo que tenía el Nazareno en las manos cuando entró en Jerusalén; la cola del asno que llevó al Señor; el lienzo con el que Jesucristo secó los pies de los apóstoles antes de la cena pascual; un par de manteles, lentejas, una miga de pan y fragmentos de la mesa en la que se sirvió la Última Cena; más de media docena de ejemplares del Santo Grial; una campana de cobre fundida con una de las 30 monedas de Judas Iscariote; unas ochocientas espinas de la corona que llevó Jesús; tres ejemplares de la lanza que atravesó el costado de Cristo; medio centenar de santos sudarios; astillas de la vera cruz para llenar una carreta; pescado asado y pastel de miel, menú que Nuestro Señor comió con sus discípulos cuando se les apareció después de resucitar...

Reconozco que, de entre todas, la reliquia que más me ha sorprendido es la del Santo Prepucio. Según cuenta un Evangelio apócrifo, Jesucristo fue circuncidado, conforme a la ley, al octavo día de su nacimiento. La anciana judía que practicó la operación introdujo el Santo Prepucio en un vaso de alabastro con aceite de nardo y lo puso bajo la custodia de su hijo, comerciante de perfumes. Por esos caprichos que tiene el azar, el hijo vendió el recipiente sin hacer caso de la advertencia de su madre: “Guárdate de vender ese vaso lleno de nardo, aunque te ofrezcan por él trescientos denarios”, y el Santo Prepucio fue a parar a manos de María Magdalena, que utilizó el aceite perfumado para ungir los pies de Cristo.

El destino que tuvo el trozo de piel extirpado a Jesús originó un controvertido debate teológico que trajo de cabeza durante décadas a los grandes doctores de la Iglesia. ¿El prepucio, por ser la primera sangre derramada, tenía el mismo poder redentor que la sangre que vertió Cristo durante su pasión? ¿Ascendió al cielo con el cuerpo resucitado del Hijo de Dios o después de cortarse? Ciertamente, se trata de una cuestión peliaguda.

Mientras los altos jerarcas eclesiásticos se ponían de acuerdo, el Divino Prepucio protagonizaba asombrosas apariciones en las que se manifestaba en todo su esplendor ante los ojos de fervientes mujeres. En unos espectaculares trances místicos, Sor Agnes Blannbekin, una monja que murió en Viena en 1715, comulgaba con este pedazo del cuerpo de Cristo. Según decía, el prepucio, materializado en su boca, era dulce y carnoso y la llenaba de una gran sensación de gozo. Agnes Blannbekin no fue la única, otras muchas religiosas vivieron éxtasis parecidos, el asunto alcanzó tal trascendencia que incluso se escribieron varios tratados, como el célebre de A. V. Müller: “El sagrado prepucio de Cristo”, publicado en 1907.

El culto del Santo Prepucio disfrutó de una gran aceptación, en Charroux (Francia) se crearon cofradías como la Hermandad del Santo Prepucio, encargada de guardar la reliquia, muy venerada por mujeres embarazadas o que deseaban ser madres. Al Santo Prepucio se le atribuyeron innumerables milagros durante la Edad Media y varios más en 1856. En Francia contribuyó a un asombroso resurgimiento de la fe, la prueba es que en este año se vendieron veinte millones de medallas milagrosas de la bienaventurada Virgen María: dieciocho millones de cobre y dos millones de oro y plata. A comienzos del siglo XVI se contaban catorce prepucios, distribuidos en diferentes países: nueve en Francia, uno en Metz, Lorena; uno en Hildesheim, Prusia; uno en Amberes, Bélgica; uno en Santiago de Compostela, España; y uno en Roma, en San Juan de Letrán, el mismo que se encuentra hoy en Calcata. En el medioevo surgieron disputas entre las iglesias poseedoras de un Santo Prepucio debido a que cada una de ellas aseguraba que el suyo era el verdadero. Se le pidió al Papa Inocencio III que zanjara el conflicto, pero el pontífice, juzgando temerario pronunciarse al respecto, dejó el tema en manos de Dios. Años más tarde llegaría la solución: la Virgen María le habló a Santa Brígida para confirmarle que el auténtico prepucio de su Hijo era el adorado en Roma.

Una sociedad llamada Academia Preputológica se marcó el objetivo de restaurar el abolido culto al Prepucio de Cristo. El 15 de mayo de 1954 se celebró un cónclave en el cual se sometía a deliberación la propuesta de recuperar este culto, derogado por un decreto de 1900. Tras la exposición de los argumentos y acaloradas discusiones, los cardenales acordaron rechazar la solicitud, ratificando la condena de la veneración del Santo Prepucio. Existe pena de excomunión contra todo aquel que escriba o hable del Santo Prepucio sin permiso de la Santa Sede, y yo no lo tengo, de manera que con este artículo me he ganado una larga estancia en los dominios de Lucifer."

Como dice ElPez, sobran los comentarios.Y no podrá acusarme de desviarme del tema, que estoy la mar de respetuoso, y, he de reconocerlo, un poco sorprendido ante su prepucial silencio.

¡Igual se ha ido, a lo Indiana Jones, en busca del Santo Prepucio!

Joder, a este paso lo vemos en la plantilla de Iker Jiménez del Oso. Ya te digo.



14
De: Mc Latha Fecha: 2007-02-09 19:34

Si otro hiciera chanzas y chirigotas del prepucio de De Juana Chaos, seguro que al celacanto no le haría ni jodida gracia. La paja, la viga y el alcornoque.



15
De: Inadaptado Fecha: 2007-02-09 21:08

el diseño está de lujo... el contenido a mi gusto es malísimo.
www.inadaptado.es.kz



16
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-09 22:00

Yo creo que esto tenía que verlo el espabilado de Iker Jiménez, quien seguro aún está por creerse alguna de las milongas que nos cuenta. No como ElPez en este prepucial caso, donde se la han dado doblada, cual timo del tocomocho.

Y qué amigos que tiene: ninguno ha tenido la delicadeza de advertirle que...quizás... pues hombre... a lo mejor... no te lo tomes a mal...

Es que hay inercias que ¡ay!



17
De: Gorgorito Fecha: 2007-02-09 22:22

A MacFacha hay que reconocerle que lo de celacanto tiene su gracia: es cabrón, pero elegante.

A Arrasti hay que agradecerle su constancia, y que casi nunca se cabree hasta el punto del insulto. Eso le honra.

Pero yo me sigo preguntando en qué punto de su discurso se niega la [delirante] teoría de Allatius, única referencia discutible del texto de ElPez, más allá de las explosiones de fervor documental de las habituales páginas numerarias.

Venga, Arrasti, que se te ve contento porque has pillado cacho, pero explícanos por qué, o calla para siempre (sin chistes ecuménicos, a ser posible).



18
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-09 23:10

Gorgorito, estas informaciones, si les sigues el rastro, se mueven en círculos. Siempre que tienes una referencia a algún artículo o documento, si la sigues, acaba al final en una nueva referencia al primero. Y con la Wikipedia, por cómo está hecha, hay que ir con pies de plomo, me temo.

Esperemos a que ElPez vuelva de Cálcata, que es donde, al parecer, se perdió el último rastro del pellejo.

Mira, si esta historia me la cuentan sin adornos, pues me pueden dejar parado, pues anda que no se han podido defender chorradas en la historia. Pero es que viene tan adornada: una mística comiéndoselo y deleitándose con ello; una santa como Catalina de Siena que, al desposarse con Cristo, se lo ensartan en un dedo. Es que, vamos, por más que lo diga Deschner -o más, si cabe, por eso- da más risa que asco.



19
De: Gorgorito Fecha: 2007-02-09 23:34

Ya, hombre, pero es que rompes el todo por la parte.

O sea, que aun suponiendo que lo que dices fuera cierto, invalidaría _una_ frase, o _un_párrafo, todo lo más, escrito en coña, para más inri.

Insisto: incluso si fuera cierto, ¿de verdad merece la pena encender la hoguera por algo así?



20
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-09 23:53

Qué hoguera, Gorgorito. No alucines, hombre. Hago lo que no tengo empacho en soportar cuando soy yo el que se mete en berenjenales. Se recula y ya está. Mira que es difícil.

Porque, ¿es que tú te crees esa historia?



21
De: Gorgorito Fecha: 2007-02-10 00:10

Yo me creo la historia tanto como me creo las sagradas escrituras y todo el floclor que las rodea. O dicho de otro modo: Me ofende tanto un relato sobre el prepucio de Cristo como cualquier otro cuento sobre la santificación de tal o cuál individuo impartida desde la Santa Sede.

Puedo vivir sin ello, la verdad.



22
De: Enrique ARrasti Fecha: 2007-02-10 00:37

Eres muy libre. Pero yo, si me demuestran que es tío dijo relamente eso,y que está escrito en tal libro, guardo en tal lugar y que hay posibilidad material de demostrarlo, diré: joder, qué chorradas sueltan algunos. Así de claro.

Si a ti te suena parecido el relato de una Santa Catalina de Siena con anillo prepucial o lo que nos cuenta de ella y que la llevó en su día a los altares, pues eres muy libre, claro. Entiendo que haya santos cuya vida,a ti, bah. Pero, hombre, hay santos cuya vida aplasta el ego de cualquiera.

Se puede, igual, vivir sin mirarlos, pero no se puede mirarlos y seguir viviendo igual. Hay vidas cuyo relato marca. E igual que otros se conforman con historias de prepucios, cada uno puede encontrar el santo que más lo motive.

Pero mira, es verdad, no los mires, aunque así lo seguro es que no sabrás si te equivocas al menospreciarlos.



23
De: Gorgorito Fecha: 2007-02-10 01:00

Ah, que la cosa va de testimonios sagrados.

Vale.

Pues antes mencionabas a San Agustín, un santo que me toca especialmente por cuestiones académicas.

Y que hables de él como un censor, auditor de cuentas, consultor de la Curia en el esclarecimiento de falsos o falsos milagros... me parece especialmente cínico.

Sobre todo porque me parece que ese pecadooorl... (tú me entiendes) no admitiría a la ligera la instrumentalización de sus palabras.

Y nada de lo que has puesto en su boca has podido demostrar, pero yo me he callado... hasta ahora, en que me sacas la placa y me pides la documentación de los argumentos.

Pero qué aburrido, ¿no? Mejor nos quedamos en el terreno de los hechos. Y yo te digo que los que esgrimes no valen tanto. Creo.



24
De: Enrique Arrasti Fecha: 2007-02-10 23:31

Gorgorito, yo no mencionaba a San Agustín. Lo hacía una de las páginas que enlacé; páginas que me tomo como hay que tomarlas, si te parece: en broma.

Desde luego, demostrar que algo no existe es muy difícil, incluso aunque no exista. POr eso, si te empeñas, yo no he demostrado que tales historias prepuciales sean falsas, pero he planteado mis dudas razonables. Más que razonables, diría yo.

En esto, al atacar mi postura así, me dejas como a ElPez cuando ataca con razón a Iker, pues ¿acaso ElPez ha demostrado que no existan los extraterrestres en platillos volantes? No, ¿verdad?. Pues igual aquí. Y tú no crees en platillos volantes, ni en abducciones, ¿no?



25
De: Yabba Fecha: 2007-02-11 00:09

Tanto tiempo visitándonos y se nota que nunca se ha molestado en leer nada que no sea alguno de sus temas fetiches.

De haberlo hecho se habría enterado de que aquí nadie niega la posibilidad de existencia de vida extraterrestre, sólo se piden pruebas de las afirmaciones en ese sentido. Cuando algo pueda ser probado, se creerá en ello, más que nada porque no quedan otros cojones. Así que ElPez no tiene que demostrar si existen o no los extraterrestres, puesto que solamente pide a quienes lo afirman (que son los que deben cargar con el peso de la prueba, por lógica) que así lo demuestren de una forma inapelable. Cosa que de momento no ha ocurrido.



26
De: Gorgorito Fecha: 2007-02-11 03:48

Entendido, Arrasti. Pero entiéndeme tú: incluso si lo que dices fuera cierto y la referencia fuera un desliz, un error o una trola, no iría muy lejos, pues está en un párrafo cuyo tema es tangencial al del artículo. Mientras que Fríker suelta megatrolas en programas monográficos. No sé si aprecias la sutil diferencia.

Y no, no creo en los OVNI, porque todavía nadie me ha puesto una prueba concluyente delante de la nariz. Creo que es muy improbable que seamos la única vida de un universo inmenso, pero de ahí a aceptar que unos señores se dan un voltio en vespa volante por nuestro planeta... Me encantaría que fuera así, pero cada vez me parece más difícil.

Por cierto, hoy Fríker ha dedicado gran parte de su programa a hablar sobre la conferencia de un oficial del ejército del Aire chileno en la que muestra vídeos de supuestos OVNI.

Me gustaría saber qué piensa ElPez sobre este asunto.



27
De: Espejocritico.net Fecha: 2008-08-30 02:04

Bueno me acabo de encontrar con este fabuloso e interesante blog, y debo decir que me gusta pues soy un loco, repito soy un loco apasionado asfixiado y casi envenenado adicto del buen humor la ironías y lo paradójico. Sigue así vas bien, y mis auguraciones de muchos, muchos éxitos en todos tus demás proyectos.



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