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Inicio > Historias > Nota De Lectura: 'Solaris' de Stanislaw Lem
2007-03-23
Nota De Lectura: 'Solaris' de Stanislaw Lem
Nota: hacía tiempo que no recogía por aquí lecturas de las que voy haciendo. A ver si me voy poniendo las pilas, que siempre se acumulan las tareas. Creo que era pjorge el que anduvo el año pasado comprometido en dejar constancia de los 52 libros que se leyó, uno por semana... No haré tanto -o al menos no iré contándolos- y tampoco haré un análisis del libro ni del autor, necesariamente. Sólo comentar, acaso, algunas impresiones y, quién sabe, colocar una cita o dos de las que señalé doblando la parte inferior de la página -lo confieso, hago esas cosas...-
El otro día acabé de releer "Solaris", de Stanislaw Lem. La cosa es que Minotauro ha hecho una reedición en la colección de bolsillo Booket de la novela de Lem, que compré en algún viaje de estos en los que Iberia te regala tiempo de lectura en la T4. Se trata de una novela antigua (Lem murió hace casi un año, el pasado 27 de marzo, dejando tras de sí una hermosa colección de literatura de ciencia-ficción, por llamarle de algún modo ya que merece incluirse en el género, como la buena cf, que trasciende los clichés del género para regalarnos lecturas apasionadas -apasionantes), escrita en 1961. Y sin duda fue pionera en plantear la extrañeza de lo que podría ser un contacto con una entidad extraterrestre. Lejos del contacto físico, o meramente físico, el lado mental cobraba más fuerza. Sin dejar de ser, en muchos aspectos, parte de una cf dura, esa que se adentra en la ciencia del futuro. Esta relectura me ha permitido pararme más en los tratados de solarística que se entretejen en la novela, y disfrutar de las simetríadas y asimetríadas, de los fungoides y de los mimoides, esas representaciones con las que el planeta se comunica con los humanos, sin que estos logren entenderle.
Las descripciones de Solaris son impresionantes. Estaba estos días pergeñando una exposición sobre el Sol y me encontré con que las descripciones de los fenómenos del extraño océano se asemejan mucho a las descripciones fenomenológicas, casi taxonómicas, que la física solar ha ido haciendo de los fenómenos activos de nuestra estrella. Sin duda, el parecido no es casual, y es un juego perverso el que plantea Lem al colocarnos ante un planeta que no está recién descubierto, sino que lleva ya más de un siglo de estudios, sin llegar a conclusión alguna. Y que precisamente muestran cómo los más grandes científicos de la Tierra habían obviado el fondo de la cuestión, entrevisto sin embargo un siglo antes...
Volviendo, brevemente, al tema del contacto extraterrestre, posiblemente Clarke pensó para el contacto de Bowman con la inteligencia creadora de los monolitos de "2001 una odisea del espacio" lo mismo que años antes había pensado Lem: una inteligencia superior (siempre da más juego que sea superior, acaso es uno de los miedos del ser humano es precisamente encontrarnos que no somos los más avanzados) sería capaz de emplear nuestra memoria, nuestras emociones, para comunicarse. No es cosa de desvelar nada, aunque el planteamiento de la película es en cierto modo conocido: "Solaris" se ha convertido recientemente -de nuevo, tras la primera versión estomagante pero a la vez hipnótica de Andrei Tarkovski (precisamente el reciente festival de vídeo de Navarra ha programado una retrospectiva del cineasta)- en una película de Soderbergh protagonizada po George Clooney que, aunque fallida, sigue teniendo para mí un especial encanto (la programé para un ciclo de cine de ciencia ficción y ciencia en la anterior Semana de la Ciencia en Navarra). Volviendo al tema: Solaris recrea personas que para cada terráqueo supusieron un vuelco en su vida, una deuda pendiente, una necesidad que se quedó en la memoria y en la razón. El monolito reconstruye también una ficción hogareña del terráqueo, manipulando las escalas de tiempo para hacerle entender el proceso del contacto.
En Lem el ser humano resulta incapaz de entender las razones de la mente del océano planetario, capaz de alterar la propia estructura del espacio y del tiempo. Sólo le quedan como opciones la locura, la muerte o la aceptación que supondrá fundirse en él. Una dura metáfora de la condición humana, en cualquier caso. Y, sin duda, del propio universo marxista.
Me he enrollado demasiado: era una nota de lectura que quería ser breve, justo una introducción para dar paso a unos párrafos que marqué al leer:
2007-03-23
)
Nota De Lectura: 'Solaris' de Stanislaw Lem
2007-03-23
Nota: hacía tiempo que no recogía por aquí lecturas de las que voy haciendo. A ver si me voy poniendo las pilas, que siempre se acumulan las tareas. Creo que era pjorge el que anduvo el año pasado comprometido en dejar constancia de los 52 libros que se leyó, uno por semana... No haré tanto -o al menos no iré contándolos- y tampoco haré un análisis del libro ni del autor, necesariamente. Sólo comentar, acaso, algunas impresiones y, quién sabe, colocar una cita o dos de las que señalé doblando la parte inferior de la página -lo confieso, hago esas cosas...-El otro día acabé de releer "Solaris", de Stanislaw Lem. La cosa es que Minotauro ha hecho una reedición en la colección de bolsillo Booket de la novela de Lem, que compré en algún viaje de estos en los que Iberia te regala tiempo de lectura en la T4. Se trata de una novela antigua (Lem murió hace casi un año, el pasado 27 de marzo, dejando tras de sí una hermosa colección de literatura de ciencia-ficción, por llamarle de algún modo ya que merece incluirse en el género, como la buena cf, que trasciende los clichés del género para regalarnos lecturas apasionadas -apasionantes), escrita en 1961. Y sin duda fue pionera en plantear la extrañeza de lo que podría ser un contacto con una entidad extraterrestre. Lejos del contacto físico, o meramente físico, el lado mental cobraba más fuerza. Sin dejar de ser, en muchos aspectos, parte de una cf dura, esa que se adentra en la ciencia del futuro. Esta relectura me ha permitido pararme más en los tratados de solarística que se entretejen en la novela, y disfrutar de las simetríadas y asimetríadas, de los fungoides y de los mimoides, esas representaciones con las que el planeta se comunica con los humanos, sin que estos logren entenderle.
Las descripciones de Solaris son impresionantes. Estaba estos días pergeñando una exposición sobre el Sol y me encontré con que las descripciones de los fenómenos del extraño océano se asemejan mucho a las descripciones fenomenológicas, casi taxonómicas, que la física solar ha ido haciendo de los fenómenos activos de nuestra estrella. Sin duda, el parecido no es casual, y es un juego perverso el que plantea Lem al colocarnos ante un planeta que no está recién descubierto, sino que lleva ya más de un siglo de estudios, sin llegar a conclusión alguna. Y que precisamente muestran cómo los más grandes científicos de la Tierra habían obviado el fondo de la cuestión, entrevisto sin embargo un siglo antes...
Volviendo, brevemente, al tema del contacto extraterrestre, posiblemente Clarke pensó para el contacto de Bowman con la inteligencia creadora de los monolitos de "2001 una odisea del espacio" lo mismo que años antes había pensado Lem: una inteligencia superior (siempre da más juego que sea superior, acaso es uno de los miedos del ser humano es precisamente encontrarnos que no somos los más avanzados) sería capaz de emplear nuestra memoria, nuestras emociones, para comunicarse. No es cosa de desvelar nada, aunque el planteamiento de la película es en cierto modo conocido: "Solaris" se ha convertido recientemente -de nuevo, tras la primera versión estomagante pero a la vez hipnótica de Andrei Tarkovski (precisamente el reciente festival de vídeo de Navarra ha programado una retrospectiva del cineasta)- en una película de Soderbergh protagonizada po George Clooney que, aunque fallida, sigue teniendo para mí un especial encanto (la programé para un ciclo de cine de ciencia ficción y ciencia en la anterior Semana de la Ciencia en Navarra). Volviendo al tema: Solaris recrea personas que para cada terráqueo supusieron un vuelco en su vida, una deuda pendiente, una necesidad que se quedó en la memoria y en la razón. El monolito reconstruye también una ficción hogareña del terráqueo, manipulando las escalas de tiempo para hacerle entender el proceso del contacto.
En Lem el ser humano resulta incapaz de entender las razones de la mente del océano planetario, capaz de alterar la propia estructura del espacio y del tiempo. Sólo le quedan como opciones la locura, la muerte o la aceptación que supondrá fundirse en él. Una dura metáfora de la condición humana, en cualquier caso. Y, sin duda, del propio universo marxista.
Me he enrollado demasiado: era una nota de lectura que quería ser breve, justo una introducción para dar paso a unos párrafos que marqué al leer:
-(...) Nos internamos en el cosmos preparados para todo, es decirr para la soledad, la lucha, la fatiga y la muerte. Evitamos decirlo, por pudor, pero en algunos momentos pensamos muy bien de nosotros mismos. Y sin embargo, bien mirado, nuestro fervor es puro camelo. No queremos conquistar el cosmos, sólo queremos extender la Tierra hasta los lindes del cosmos. Para nosotros tal planeta es árido como el Sahara, tal otro glacial como el Polo Norte, un tercero lujurioso como la Amazonia. Somos humanitarios y caballerescos, no queremos someter a otras razas, queremos simplemente transmitirles nuestros valores y apoderarnos en cambio de un patrimonio ajeno. Nos consideramos los caballeros del Santo Contacto. Es otra mentira. No tenemos necesidad de otros mundos. Lo que necesitamos son espejos. Un solo mundo, nuestro mundo, nos basta, pero no nos gusta cómo es. Buscamos una imagen ideal de nuestro propio mundo; partimos en busca de un planeta, de una civilización superior a la nuestra, pero desarrollada de acuerdo con un prototipo: nuestro pasado primitivo. Por otra parte, hay en nosotros algo que rechazamos; nos defendemos contra eso, y sin embargo subsiste, pues no dejamos la Tierra en un estado de prístina inocencia, no es sólo una estatua del Hombre-Héroe la que parte en vuelo. Nos posamos aquí tal como somos en realidad, y cuando la página se vuelve y nos revela otra realidad, esa parte que preferimos pasar en silencio, ya no estamos de acuerdo.
Yo había escuchado pacientemente.
-Pero, ¿de qué hablas?
-De lo que todos queríamos: el contacto con otra civilización. ¡Se ha establecido el contacto! ¡El microscopio ya puede mostrarnos nuestra horrible fealdad, nuestra locura, nuestra vergüenza!
(diálogo entre Snaut y Klein, pp. 85-86)
2007-03-23 20:07 Enlace
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Comentarios
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¡Qué libro más bueno!
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También habría que recordar otra esplédida obra de Sci-FI sobre eso mismo. Se trata de "Contact" del siempre recordado Carl Sagan y su homónima película de Zemeckis. |
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Cierto, Velaza, también un contacto del tipo Solaris :) |
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Wicho: Je, soy uno de esos que ha visto la peli de Soderbergh y no he leído el libro. A mi la peli me encantó, tanto la historia, como las actuaciones como su excelente banda sonora. |
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rvr, pues si aún así la peli te gustó, ya tardas en leer el libro. |
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Pues yo soy de los que se ha leído el libro... y aborrece la peli :( |
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La peli de Tarkovski, escuchada en versión original rusa, es simplemente inigualable.
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