artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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Un día, tuvo con Manuel una conversación acerca del alma y el cuerpo. Manuel sostenía que se trataba de una distinción fantástica, irreal. Julio le preguntó entonces por qué él los percibía como instancias distintqas, a lo que su vecino respondió que la historia de la humanidad podía resumirse en un combate contra la percepción, creadora infatigable de espejismos.
-Los sentidos -añadió- dicen que el Sol se pone, pero el Sol ni se pone ni se quita. Según los sentidos, los objetos, al alejarse, se hacen más pequeños, pero lo cierto es que tienen el mismo tamaño aquí y a cien metros de aquí. Los sentidos nos hacen mantener la ilusión de que los cuerpos son macizos, cuando el 80% de un átomo es puro vacío. La realidad es un agujero. ¿Has oído hablar de la materia oscura?
Seguramente llevaba razón, Manuel no tenía otro objeto en su vida que el de llevar razón, pero, contra toda evidencia científica, Julio sentía que su cuerpo (como el de su vecino, en el hospital) era ahora una especie de sombra, una suerte de traje abandonado sobre una cama. Tenía que decidir si recorgerlo u olvidarlo para siempre allí, al otro lado del espejo. No fue una decisión fácil, pero la posibilidad de que Manuel sí recogiera el suyo le mortificaba hasta el punto de que al tercer día se incorporó al fin y salió de entre las sábanas como el que abandona un sepulcro. Había periddo varios quilos, pero también la fiebre se había retirado. Quien tenía fiebre ahora era la realidad. Así lo percibió al entrar en el cuarto de baño y tocar el lavabo, la bañera, el agua, el jabón, los frascos con los ungüentos para evitar la caída del cabello... Todo tenía fiebre, todo estaba enfermo, porque todo -también objetos humildes como la maquinilla de afeitar- estaba vivo.
Juan José Millás, "Laura y Julio", Seix Barral (Biblioteca Breve, 2006), pp.152-3
2007-04-11 12:37 Enlace
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Describes muy bien la sensación que produce Millás cuando hablas de la relación entre lo surreal y lo cotidiano. Desde luego el fragmento que has escogido es estupendo y da ganas de leer el libro. Hay otro aspecto de este escritor que considero fundamental, aunque no esté presente en el fragmento, que es el humor; en ese ámbito también es un maestro. |