Si juntas gamberros con ganas de hacer el gamberro puede salir cualquier cosa. Una gamberrada, claro. Como la que han montado estupendos gamberros como Mikel Urmeneta y Pablo Carbonell, con sus amiguetes, como Juanma Bajo Ulloa. Pero no nos engañemos: no cualquier gamberrada, ni cualquier gamberro, puede conseguir lo que, me parece, va a conseguir la historia del Kalimotxo de Mamá, y que es acceder al repertorio de canciones etílicas que suelen acompañar las fiestas patronales de esta ciudad (Pamplona) y por ende de las de medio país...
Durante muchos años sufríamos esa especie de competición de la canción del verano (y en cierto modo lo seguimos haciendo, aunque la irrupción de la música clónica de las factorías OT han disipado el efecto al intentar prolongarlo todo el año), pero había una carrera paralela: la de la canción más voceada y berreada en las fiestas veraniegas, las de los pueblos y demás, las del tendido de sol de la plaza de toros de Pamplona (que por decisión propia, pero sobre todo por dedicación constante de sus habitantes es la quintaesencia del tema, algo como los hit de los 40 lo son para la música chicle).
Urmeneta es un tipo inteligente, que tiene el don de encontrar en las movidas actuales de la cosa social (llamarle cultura popular podría ser demasiado academicista, pero sea...) aquellos aspectos capaces de generar un sentimiento identitario, rompiendo por un lado con esas esencias tal y como se entendían de forma clásica, y por otro, creando negocio con ello. Perdón por la frase espesa, pero me pongo con un ejemplo claro. Urmenta/Kukuxumuxu creó la web más conocida en todo el mundo sobre los sanfermines (www.sanfermin.com) recogiendo en ella información gamberra, posibilidades de acción -etílica sobre todo-, mogollones... frente a unos sanfermines devotos y clásiscos que hasta la saciedad se pretendían vender desde las instituciones. No es que crearan nada nuevo: esos elementos estaban ahí, parte inseparable de "la fiesta". Simplemente, los biempensantes no lo consideraban así, sino algo parecido a efectos colaterales: el que la gente estuviera más borracha que sobria, los guiris, la suciedad y el hacinamiento, y tantas otras cosas que, a pesar de ellos y de forma implacable, se han ido convirtiendo en uno de los principales atractivos para mucha gente, que se viene por aquí del 7 al 14 de julio a montarla.
Frente a esa realidad, uno lee las cosas que cuenta la cultura oficial de los sanfermines y encuentra sesudas disquisiciones pseudosociológicas sobre Teseo y el Minotauro, la devoción popular a un santo morenico, procesiones, los mozos de punta en blanco que madrugan y se encomiendan a ese santo para correr impecablemente delante de los toros y luego acuden con su familia a los actos religiosos, liberada esa adrenalina en los minutos del encierro, y dejan luego a su madre la ropa sucia para volver, al día siguiente, recién planchados el pantalón y la camisa blanca a empezar... Ojo: esto existe y sigue funcionando. Pero los otros sanfermines también. Pues eso: Urmeneta recogió ese mundo gamberro y lo convirtió en algo que el público puede usar... y comprarlo también, si se tercia.
Y todo este rollo para comentar que, simplemente, Pablo Carbonell y Mikel Urmeneta la han vuelto a montar, con una canción con su videoclip que se va a oir mucho, que cabe pensar será parte del repertorio más berreado de los sanfermines y otras fiestas. Una gamberrada que, además, tiene ese lado simpático (que a otros les estomaga, sin duda...) y con todas las papeletas para crear un poco de marketing viral -al que me presto encantado haciéndoles promoción por aquí.
El vídeo está en el Tubo, pero también puedes acceder a él desde sanfermin.com e incluso bajarte la canción para tu cacharrito.
Y reconózcanme que pensar en un gamberro de cuarentaitantos que sigue dejando que su mamá le prepare un delicioso kalimotxo para hacer botellón no deja de ser una reivindicación de los valores familiares de los sanfermines.
pues con la de cosas k hay para llorar a mi me parece k un pokito de reirnos de nosotros mismos no nos viene nada mal.españa es un pais de alcoholicos de fin de semana y fiestas de guardar, asi k no seamos tan cinicos. x cierto "el k se pika ajos kome" JAJAJA