artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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2003-02-24
La T.I.A.
Publicado en MILENIO, Diario de Noticias. Lunes 24 de febrero de 2003
De verdad que parece que el espíritu de los inefables Mortadelo y Filemón ha poseído irremediablemente la cosa política española. Y la judicial también. Aunque uno duda si realmente el nivel de incompetencia está más asociado a estos agentes de información o a los expertos chapuceros a domicilio Pepe Gotera y Otilio, también nacidos de la misma mano de F. Ibáñez. Todo es exagerado, pura astracanada, hasta en el parlamento, y sólo nos falta empezar a ver los gags imposibles que tan bien recrea la película de Javier Fesser (leo por aquí que se está convirtiendo en el éxito de la temporada: quizá porque el mundo del tebeo invade el mundo real, o más bien porque el mundo real se convierte en una parodia, cruel, políticamente incorrecta y en cualquier caso, risible).
Así que participando ya de este juego del absurdo, los ciudadanos acuden al periódico como quien iba antes a los tebeos de Bruguera, a ver qué chifladura nueva nos han preparado: un mandamás jugando a ser cowboy en el rancho que el superintendente tiene en Texas, mientras cientos de miles de personas dicen que no quieren ni chapapote ni Fragas de esos que soltarían dos hostias si no fuera porque ella es una mujer; el despliegue de las fuerzas del orden cerrando diarios que hasta dentro de cinco años, por lo menos, tampoco llegarán a juicio alguno; otros polis dando leña a los manifestantes de otra historia como en aquellos viejos tiempos en los que poco más que los tebeos podíamos leer... Cada vez más, es imposible hablar sin que te tiren un piano encima, salvo que seas historiador revisionista, porque entonces te regalan un espacio promocional en la tele pública.
Lo más terrible es que a pesar de todo, en este mundo de verdad convertido en parodia, los golpes siguen siendo brutales y hay heridos y hay muertos cuando vuelan las armas y los excesos. Y el odio y la sinrazón nunca dejan de ser crueles: con Mortadelo y Filemón hasta los malos son simpáticos. Los de verdad, no.
2003-02-24
)
La T.I.A.
2003-02-24
Publicado en MILENIO, Diario de Noticias. Lunes 24 de febrero de 2003
De verdad que parece que el espíritu de los inefables Mortadelo y Filemón ha poseído irremediablemente la cosa política española. Y la judicial también. Aunque uno duda si realmente el nivel de incompetencia está más asociado a estos agentes de información o a los expertos chapuceros a domicilio Pepe Gotera y Otilio, también nacidos de la misma mano de F. Ibáñez. Todo es exagerado, pura astracanada, hasta en el parlamento, y sólo nos falta empezar a ver los gags imposibles que tan bien recrea la película de Javier Fesser (leo por aquí que se está convirtiendo en el éxito de la temporada: quizá porque el mundo del tebeo invade el mundo real, o más bien porque el mundo real se convierte en una parodia, cruel, políticamente incorrecta y en cualquier caso, risible).
Así que participando ya de este juego del absurdo, los ciudadanos acuden al periódico como quien iba antes a los tebeos de Bruguera, a ver qué chifladura nueva nos han preparado: un mandamás jugando a ser cowboy en el rancho que el superintendente tiene en Texas, mientras cientos de miles de personas dicen que no quieren ni chapapote ni Fragas de esos que soltarían dos hostias si no fuera porque ella es una mujer; el despliegue de las fuerzas del orden cerrando diarios que hasta dentro de cinco años, por lo menos, tampoco llegarán a juicio alguno; otros polis dando leña a los manifestantes de otra historia como en aquellos viejos tiempos en los que poco más que los tebeos podíamos leer... Cada vez más, es imposible hablar sin que te tiren un piano encima, salvo que seas historiador revisionista, porque entonces te regalan un espacio promocional en la tele pública.
Lo más terrible es que a pesar de todo, en este mundo de verdad convertido en parodia, los golpes siguen siendo brutales y hay heridos y hay muertos cuando vuelan las armas y los excesos. Y el odio y la sinrazón nunca dejan de ser crueles: con Mortadelo y Filemón hasta los malos son simpáticos. Los de verdad, no.
2003-02-24 19:38 Enlace
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