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2003-03-03
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(Milenio,
Diario de Noticias, lunes 3 de marzo de 2003)
Demasiadas causas pendientes. Demasiada necesidad ciudadana de reivindicar y reivindicarnos, especialmente contra la política de los hechos consumados, a menudo frente al dirigismo de quienes tienen el poder pero no admiten siquiera la crítica. Y aunque son demasiadas ahora, realmente son sólo una pequeña parte de las causas que deberían movernos todos los días a ejercer nuestro deber de hablar, de expresar nuestras opiniones; ese ejercicio tan conveniente tan imprescindible de conocer el mundo en que uno vive, de posicionarse, de decir, como ciudadanos, lo que nos parece bien y de lo que no nos parece bien.
Que se entienda que si decimos nunca máis estamos expresando un deseo de que las gestiones políticas se hagan mirando las consecuencias, con responsabilidad, luz y taquígrafos, a favor del pueblo y no de la propia camarilla que intenta perpetuarse en el poder; que cuando decimos no al cierre de Egunkaria estamos deseando que el poder judicial sea garante de nuestro estado de derecho y de nuestras libertades, que no pierda su independencia ante las presiones de quien gobierna; que cuando decimos no a la guerra estamos exigiendo conservar la paz, aunar el esfuerzo internacional por conseguir un mundo en el que estos conflictos, ni las dictaduras, tengan espacio impune; que cuando decimos basta ya queremos proponer como condición indispensable la libertad personal y social en todos los territorios en que vivimos, el fin de la violencia. Y así hasta ciento, porque están los malos tratos a mujeres y en general a muchas personas con la excusa de su sexo, su origen, su opción de vida; están el Norte y el Sur, los pobres y los oprimidos; están quienes intentan unas condiciones de vida digna pero no pueden tenerlas. Están muchos más, demasiados, sin derechos humanos.
Poco a poco los ciudadanos nos damos cuenta de la necesidad de estas causas, que son demasiadas. Más rápidamente, quienes han de gobernarnos deberán tomar partido por ellas, hacerse eco de nuestra voz, porque no nos podemos pasar la vida de manifestación en manifestación. También pueden, claro, seguir diciendo que ladramos por las esquinas, que somos cómplices o sospechosos, directamente culpables y traidores, intentar hacernos creer que todo es de color de rosas. Pero es difícil que puedan seguir engañándonos a tantos tanto tiempo. Eso espero.
2003-03-03 17:56 Enlace
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Comentarios
1
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De: rvr |
Fecha: 2003-03-03 20:26 |
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Buscando en Google, la frase «Se puede engañar a alguien, todo el tiempo. Se puede engañar a todos, durante algún tiempo...Pero no se puede engañar a todos, todo el tiempo» se le atribuye a Abraham Lincoln.
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2
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De: ElPez |
Fecha: 2003-03-03 21:18 |
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Por linconiana la tenía, pero gracias por la confirmación, rvr :-)
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3
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De: JJ |
Fecha: 2003-03-03 21:31 |
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Yo pensaba que la había dicho Ana Rosa Quintana, en su pogama... por lo menos, en La Batidora ha salido 3 o 4 veces diciéndolo :-)
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4
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De: rvr |
Fecha: 2003-03-03 22:24 |
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JJ: ¿Qué es eso de La Batidora? Ponme en contexto, que yo de televisión soy casi ya un analfabeto ;)
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5
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De: JJ |
Fecha: 2003-03-03 22:36 |
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Un programa tipo zapping de antena 3, que ponen los sábados por la noche. A mí me pilla después de cenar, y (casi) nunca me lo pierdo.
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