artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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Sin embargo algunos enigmas se resiten a la ciencia. ¿Cómo cubicar la pasión amorosa irrefrenable que estalle entre dos personas? ¿Por qué alguna gtente elige la ruta del sacrificio extremo? ¿Dónde radica la conmoción que puede suscitar un concierto complejo de Bach o una canción rústica de Dylan? ¿Quién o qué puede confortarnos ante la extrema soledad de toda persona ante la muerte?Y se queda tan pancho. El argumentum ad ignorantiam en estado puro. Y además convertido en argumento teológico, que es ya la repanocha. Pues no, esos enigmas no se resisten a la ciencia, al menos no en el sentido en que él pretende que lo hagan. Por más que los creyentes (¿qué diferencia hay realmente entre creyente y crédulo? ¿Esa pregunta la tiene la religión o la ciencia? perdón, me disperso) quieran hacernos vivir en un mundo incomprensible, lleno de "repliegues de lo insondable", no es más que el deseo de quedarse en la confortable caverna en vez de echarle huevos y mirar qué hay fuera. Los ventosos de antes del nacimiento de la ciencia moderna decían lo mismo al mirar a los cielos y descubrir la perfección de esos movimientos de los astros. Luego llegaron Copérnico, Kepler, Galileo, Newton y ahí donde puso sus reales la ciencia, ya no era cosa de Dios. Lo mismo pasó hace siglo y medio con Darwin y la biología. Y aún sigue la guerra entre quienes quieren seguir colocando en cualquier esquina a un dios que resulta de todo punto innecesario (ya lo había dicho Laplace) y superfluo para explicar el mundo. Freud consiguió algo parecido al arrinconar a los dioses de la propiedad exclusiva de la mente, la conducta, el alma. Y en ello estamos.
Dios, o algo parecido, continúa solapado en los repliegues de lo insondable.
Niños y mayores, amantes de la ciencia y legos en la materia, haciendo cola horas antes, como si se tratase de conseguir entrada para ver una estrella de rock. Unos y otros, 1.700 sentados en las butacas y unos 400 siguiendo el acto a través de una pantalla gigante en el vestíbulo, abarrotaron ayer el Palacio de Congresos de Santiago para ver y escuchar, a través de su sintetizador de voz, a la que es sin duda la figura de la ciencia actual con más proyección pública.Ya lo comentaba ayer: posiblemente no sólo de la ciencia. La expectación despertada tiene más que ver con actos de eso que se llama cultura de masas. Y no está mal que, de vez en cuando, la ciencia pueda poner sus patitas por ahí.
2008-09-28 12:51 Enlace
Referencias (TrackBacks)
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Muy triste que se siga con el argumento ad ignorantiam en el siglo XXI, escribí una pequeña reseña hace algún tiempo sobre el tema como respuesta a un correo que me mandaron. |
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Lo que me parece más triste es que en este caso, por lo que le he leído a Ventoso en el pasado, no creo que estemos ante un fanático religioso o similares. Sencillamente estamos ante la actitud de una persona de letras hacia el campo que cree "contrario". Una actitud muy arraigada en gente teóricamente bastante inteligente. |
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Cierto, Yabba. Además le conozco, y conozco que es un buen periodista. De los notables, además. Pero, me temo, con las creencias hemos topado. Me ha extrañado tanto (más cuando la columna iba precisamente desmontando las historias de la criptozoología, Nessie et al) que no he podido dejar de comentarlo. |
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Ya te digo, yo lo veo más como un capítulo más de la guerra absurda entre ciencia y humanidades. |
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Luis Ventoso es director adjunto de La Voz de Galicia. Es de suponer que algún valor tendrá, pero no comparto los comentarios expresados sobre su valía periodística. Sus columnas, en mi opinión, reflejan altanería, poca ponderación y mucho de 'yolosétodo'. No me sorprende que intente jugar a escritor profundo y después sentencie, una vez más, sobre la ciencia y Dios. |