artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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2008-11-26
La Terminal
2008-11-26
Publicado en Diario de Noticias,
MILENIO,Jueves 20 de noviembre de 2008
Como siempre que va a viajar en avión, ha preparado un libro para las horas muertas que seguro le regalarán esperando en la enorme terminal, un bolígrafo a mano para rellenar hojas de reclamaciones, y de paso lleva el portátil, además del arcano de la localización de las tomas de corriente. Paciencia, toda la del mundo. También la convicción de que esta vez, cuando se cumpla su pesimista pronóstico de que habrá retraso, o cancelación incluso, será la última. Y que aunque sea más tiempo, más dinero, más lo que sea, no volverá a viajar en un avión, que además es intrínsecamente contaminante y caro. Una barbaridad. (Sabe también que esa promesa será la primera que incumpla la semana siguiente).
Entonces empieza a notar una agitación al principio silenciosa en la terminal. Había leído que la tragedia se siente de alguna manera, y ahora comprueba que es porque el patrón de movimiento de la gente ha cambiado. No se oye nada, ningún aviso en la megafonía. Mira en una dirección hacia donde parecen converger más miradas (¿cómo podemos hacer esos análisis estadísticos tan inmediatos, los heurísticos que nos convierten en creyentes en la buena o mala estrella): intuye algo de humo subiendo al fondo. Ahora percibe que la gente comenta algo de un accidente. Empieza a formarse algún corrillo. ¿Otra vez se repite lo de agosto? Comentarios que van y vienen.
Se sienta, nervioso, enciende el portátil y conecta con la red, comprueba las páginas principales de los diarios, conecta con la emisión de la radio on-line. Nadie dice nada del accidente. No ha pasado mucho tiempo, pero al levantar de nuevo la vista lo que parecía una conmoción creciente en la masa humana de la termninal ha desaparecido. De hecho tampoco consigue ver humo donde antes estaba. ¿Estaba? Comprueba entonces que su vuelo está retrasado. Y en el portátil, el índice de la bolsa juega también a accidentes imaginarios.
2008-11-26 19:14 Enlace
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