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2002-04-01
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Milenio � Diario de Noticias, lunes 1 de abril de 2002
Lo contaría como si fuera una leyenda urbana, porque las primeras crónicas referentes al suceso que voy a relatar me llegaron de terceras o cuartas personas, eso del �amigo de un amigo� que había vivido la experiencia. Cierto es que también en alguna carta al director de este periódico había sido relatado algo parecido... escéptico como suelo gustar ser, por aquello de la profilaxis mental que tanto conviene en este mundo de operaciones triunfo y demás, me había quedado con la copla, pero sin darle demasiada importancia. Lo que pasa es que el otro día la historia volvió a llegarme, esta vez narrada en primera persona. Es un cuento pequeño, triste, de prepotencia. En resumen: 24 de marzo, por la tarde. Unos vecinos del casco viejo intentan hacer un traslado voluminoso, cosas que suelen pasar. Pero para acercar el coche, necesitan que les bajen los pilotes que impiden el tráfico en la esquina de Mercaderes. No hay problema desde las instancias municipales, pero por lo que se ve, el guardia encargado de la cosa no está por la labor. Que nones, que por sus cojones esos pilotes no se mueven. En un cierto momento, me cuentan, este policía les suelta �pues váyanse del casco viejo a otra zona, si no quieren problemas... que yo ya me tuve que ir�. Y santaspascuas, no hubo manera, hubieron de cargar con el mobiliario un buen trecho ante la prepotencia del guardián de la llave.
Si no es leyenda, no es un caso único, ni de este tiempo ni de este lugar. Siempre ha existido el empleado que toma como suyo lo que le es dado como tarea, que abusa de su mando en plaza, por aquello de hacerse notar. No digo con ello que pudieran existir razones que desaconsejaran ese traslado en particular, aunque se me escapan, a esas horas, en caso tan puntual. De lo que estoy convencido es de que a un ciudadano no se le puede atropellar así, ni de ninguna manera. Y ojalá esta historia sólo hubiera sido una leyenda urbana, y no la constatación de esas prepotencias que tanto molestan.
2002-04-01 00:41 Enlace
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Comentarios
1
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De: rvr |
Fecha: 2002-04-01 03:24 |
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Reconócelo: Has llegado hoy de vacaciones y tenías media hora para escribir la columna :)
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2
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De: El Pez |
Fecha: 2002-04-01 10:41 |
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¿Qué te hizo pensar eso, rvr? Realmente no, lo mandé con bastante tiempo al periódico. Se lo debía a una amiga, que sufrió precisamente el celo del municipal...
Mira que eres maloso... ;-)
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3
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De: rvr |
Fecha: 2002-04-01 17:37 |
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Pues me extrañó mucho porque la columna no tenía nada que reprocharle a la Conferencia Episcopal...
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4
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De: El Pez |
Fecha: 2002-04-01 21:11 |
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Hombre... con eso de que se les había muerto 1/3 de dios esta semana, no era cosa de ahondar en la herida (ya sabes, para más INRI..)
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