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Historias > Poderes (Y Carencias) De La Mente Humana
2009-05-02
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Demasiadas cosas pendientes: quería comentar
lo curioso y triste del caso que le ha pasado a Eugenio Manuel, el mago de Ciencia en el Siglo XXI y muchas otras iniciativas con las que provoca que sus alumnos, sus visitantes, sus amigos -y estoy seguro de que su familia y ahora sé que también el claustro del cole donde curra- piensen un poco más. Afortunadamente, en muchos weblogs se ha hablado del tema, el mismo Eugenio lo comenta y ... bueno, la cosa lleva rulando unos días y hasta
en el blog de las Salesianas de Rota (el colegio en cuestión donde trabaja Eugenio) han retirado la entrada que provocó el ruido y la furia. La historia, en dos frases: Eugenio coloca
una experiencia que ha hecho con los alumnos para ver cómo lo que habitualmente se toma por una percepción extrasensorial (telepatía) puede no ser más que azar, es decir, una percepción que tenemos de que cosas que suceden sin más tienen un "sentido" o una "causalidad" oculta. La experiencia es eso, un experimento que muestra cómo acertar varios resultados de unas cartas es según las condiciones más sencillo que no acertar nada.
A partir de ahí, surge la controversia con otra profesora que resulta ser creyente en la telepatía, pero que no solo afirma que existen esos no naturales poderes de la mente, sino que además se dedica a acusar al pobre Eugenio de manipular a sus alumnos, cuando ella en el mismo texto consagra su vocación adoctrinadora/atocinadora... ya saben aquello de que consejos vendo que para mí no tengo. Lo malo es que si Eugenio milita lo hace como defensor del pensamiento racional, algo que me parece perfectamente militable y defendible en un centro escolar. Lo contrario, el fomento de la superchería y la pseudociencia, es otro cantar y estoy convencido de que más allá de la libertad de cátedra está la obligación de un docente a no difundir mentiras ni ... en fin, esas cosillas (ciertamente, he de confesar que lo que pase en un centro educativo religioso tiene un carácter difícil, porque la mayor mentira, el mayor adoctrinamiento que ya se da en un centro religioso que se dice educativo está claro. Quizá lo de la telepatía es ya solo un "a más a más" que dicen por Catalunya, pero cierro paréntesis porque eso es otra historia). A partir de ahí, con el habitual condimento de falacias lógicas y demás planteamientos torticeros, esta profesora se dedicaba a mentir, afirmando que la telepatía funciona, a imaginar nuevas ciencias que son anticientíficas y, en definitiva, a sorprender a propios y extraños no ya con los inusitados poderes de las mentes humanas, sino con las grandes carencias de las que hacía notable muestra. Adolecer que se dice en castellano clarito.
La cosa no tiene más recorrido, porque esta profesora desde luego no tiene un programa en la tele y su capacidad de propalar estupideces está limitada a los pobres alumnos que tienen que soportar semejante calidad (es irónico) de conocimiento que les vende si tiene ocasión. Pero da que pensar, cómo las carencias pueden tener esa nefasta amplificación. Por ejemplo, el asunto de la percepción extrasensorial (PES o ESP de las siglas en inglés) es una buena muestra de cómo algo que no ha tenido adecuada comprobación experimental nunca, por más que se ha llevado estudiando con métodos que se proclamaban (y a veces lo intentaban sinceramente) científicos. Ni la telepatía ni la clarividencia ni la precognición, pero tampoco la psicocinesis en ninguno de sus modelos o paradigmas que se han ido alternando y sucediendo a lo largo de más de siglo y medio ha conseguido la calidad mínima de la labor científica. (Ahora llegará el iluminado psicólogo granadino y nos aburrirá a todos, ojito...) Por más que nos inunden con bibliografía, por más que nos cuenten la milonga de que la Parapsychological Association fue admitida dentro de la American Association for the Advancement of Science, por más que nos inunden con los dudosos resultados de los ganzfeld, microPK, y tantas otras cuestiones que se repiten más que se publican, por más que hablen de cátedras en universidades de renombre y hasta de algún artículo conspicuo en revista con cierto impacto en los índices de cita, la evidencia es inexistente, e incluso siendo clementes lo que uno encuentra es conspicuo o demasiado sutil para justificar la enorme maquinaria de propaganda que ha creado en este siglo y pico a su alrededor.
Porque, como muchas otras paraciencias y pseudociencias, la parapsicología es, principalmente, publicidad de la misma. Manifiesto y propaganda, proyección de los deseos y ante todo, pensamiento deseoso de que suceda lo que quiero que suceda (el wishful thinking que le llaman). Porque a todo el mundo nos han contado de los poderes de la mente, pero como ponía de manifiesto Carlos J. Álvarez (psicólogo cognitivo) en su "
La parapsicología ¡vaya timo!", gran parte de la imagen popular de esos poderes corresponde a poderes convencionales de la mente humana, perfectamente explicables y perfectamente explicados. No hay una fenomenología que requiera nuevos circuitos, ni nuevos órganos, ni nuevos sistemas de percepción que, por otro lado, tampoco parece que tengan cabida en un sistema nervioso central ya demasiado sobrecargado de trabajo.
La creencia en esos poderes de la mente es simplemente eso, una creencia sin base sólida alguna. Nada más que sospechas o deseos de que pudiéramos leer las mentes, anteceder el futuro, ver lo lejano e inaccesible, o actuar sobre la materia con el pensamiento. Y además es algo que sucede necesariamente por la propia evolución humana. Como comentaba Álvarez en el texto citado:
ese afán de establecer relaciones causales entre fenómenos, incluso donde no existen, está muy enraizado en nuestro cerebro precisamente por su utilidad adaptativa. Y tiene que ver con una propiedad aún más general: nuestro cerebro es un buscador constante de patrones significativos, de pautas, de conexiones entre eventos, de relaciones significativas entre sucesos que nos rodean. No soportamos demasiado la ambigüedad, tenemos que darle significado al mundo que nos rodea aunque muchas veces no lo tenga, precisamente porque esto fue y es adaptativo.
No saberlo es una gran carencia, alardear de esa carencia es, cuando menos, patético. Por si quería saber mi opinión,
señora Manzano.
2009-05-02 11:01 Enlace
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Comentarios
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Me alegro de que se haya arreglado lo de Eugenio Manuel.
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De: Nfer |
Fecha: 2009-05-02 14:26 |
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Me confieso culpable: de muy jovencita leí "El tercer ojo" y no paré hasta leer todos los del autor, un ¡lama! oh, pecado, prohibido, en el Internado de Monjas me sancionarían...más motivo para buscar otros libros del mismo autor.
Hasta que supe que no era tibetano, ni lama reencarnado, ni...
Y de ahí hasta hoy, sigo esperando que pase algo,y nada...viví por años junto a un cementerio de campo, adrede fui a cruzarlo de noche, con luna llena, sin luna, nunca tuve una señal.
Por fortuna ya pasé hace mucho por el colegio, que si no, no aprobaría estas nuevas disciplinas, fu...
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De: ElPez |
Fecha: 2009-05-02 18:46 |
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Fueron divertidos aquellos finales de los 70, Nfer, yo también devoré las fabulaciones de Lobsang Rampa, pero nunca tuve un viaje astral de esos tan coloristas. Luego, con ayuda química, he realizado otros mucho más entretenidos, pero sabiendo lo que sucede y con poca magia inventada por un carnicero inglés de por medio. Es más divertido...
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De: Yabba |
Fecha: 2009-05-03 08:54 |
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Lo único que saqué de mis esfuerzos nocturnos adolescentes por emular a Lobsang Rampa fue no dedicar ese tiempo a cosas más propias de un adolescente (poco tiempo, la lógica y las hormonas acabaron imponiéndose), algún que otro dolorcillo de cabeza y unos cuantos sueños de lo más colorista. De todos modos es reconfortante saber que no fui el único en caer en todo ello... aunque yo creo que caí en todo : desde los mensajes secretos de las catedrales hasta las materializaciones de Eusapia Palladino, pasando por los Caballos de Troya, todo por cortesía de la biblioteca pública del Jardín de San Carlos en A Coruña, donde disponían entonces (y sospecho que aún disponen) de una cantidad desasosegante de literatura del absurdo. Me lo tragué todito. Al menos debo decir en mi descargo que el resultado final del procesamiento de tanta basura no me avergüenza pasados estos años :)
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De: El Judas. |
Fecha: 2009-05-03 11:58 |
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Yo creo que una de las funciones más básicas del cerebro de cualquier ser vivo es predecir el futuro, eso y trazar mapas, que en realidad ayudan a predecir el futuro. Creo que por eso tienen tanto éxito las pseudociencias predictivas, porque en el fondo esa es la utilidad básica de cualquier cerebro, la predicción de lo que ocurrirá a continuación.
Estas son mis conclusiones, pero si no les gustan ya saben, tengo otras...
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De: Iván |
Fecha: 2009-05-03 18:04 |
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Increible lo del caso de Eugenio, menuda payasa impresentable promotora de basura.
Luego los padres se quejaran si llaman a sus hijos estupidos o imbeciles, menos mal que gente como Eugenio esta ahi para compensar tanto desproposito.
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De: Anónimo |
Fecha: 2009-05-04 00:17 |
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(está feo trollear, y más pretendiendo hacer diálogos de personajes con la misma ip)
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De: Aureus |
Fecha: 2009-05-04 00:55 |
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Lo de Eugenio fue y es una vergüenza, porque no sólo han quitado el post de la vidente, sino también los de los experimentos de Eugenio y sus chavales que dieron lugar a la airada respuesta de la susodicha.
De todos modos, yo también me tragué mucha ficción (de ese género y de otros) en la adolescencia. Y después seguí. Y me siguen pareciendo divertidos y entretenidos, ya sea la Guerra de las Galaxias, el Señor de los Anillos o El Último Emperador. Me encantan. El problema no es leerlo o verlo, sino creérselo, pensar que es real.
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De: Yabba |
Fecha: 2009-05-04 01:44 |
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Bueno, yo personalmente no hablaba de ficción, yo la Guerra de las Galaxias o el Señor de los Anillos me lo sigo viendo, ¿eh? Y sin vergüenza alguna. Porque son ficción y queda absolutamente claro. Pero las chorradas que yo leía no pretendían ser ficción, las chorradas que yo leía dejaban el viaje astral o las materializaciones o los mensajes secretos en las catedrales como verdades rechazadas por la ciencia, pero verdades. Y algunas cosas del viaje en el tiempo no lo afirmaban, pero lo dejaban caer así sin mojarse del todo. No es lo mismo.
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De: Jesús D. |
Fecha: 2009-05-05 11:00 |
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Como se decía ¿fue Churchill? de los comunistas, el que en la adolescencia no se interesa "y quiere creer" en estas cosas es que no tiene corazón, pero el que sigue creyendo a los cuarenta es que no tiene cerebro.
Menos mal que hay profesores que enseñan que la ciencia de por sí es lo bastante interesante.
¡Y la literatura fantástica también, pero como ejercicio de imaginación!
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De: Iván |
Fecha: 2009-05-06 03:26 |
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http://www.maikelnai.es/2009/04/27/cuidado-la-telepatia-llega-a-nuestras-escuelas/
Aqui un pedazo de las tonterias de esta señora antes que el colegio decidiera en una decision incomprensible borrar tanto dichas memeces como el trabajo de los alumnos de Eugenio, equiparando imbecilidad y ciencia, misticismo y supercheria con razon y pruebas.
Y todo con dinerete publico, viva y bravo,
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Par mí es todo un honor ser vinculado alguna vez en este blog, uno de mis mecenas cuando empecé en esta locura de los blogs. Si encima es para dedicarme una entrada entera, uno ya no cabe por la puerta del despacho.
Me ha parecido muy acertada la cita de Álvarez. Desde luego que es un libro que HAY QUE LEER. Es una auténtica maravilla.
Gracias Javier.
NOTA: si no he dejado antes un comentario es porque estaba esperando que pasara un poco la tempestad. La calma se ha convertido en resaca mental.
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De: Iván |
Fecha: 2009-05-06 16:28 |
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Espero sinceramente que se haga justicia de verdad, primero con una disculpa publica de esa impresentable por su post y que a nivel intern hayan puesto a esa alucinada en su sitio.
Y lo siento si algun compañero tuyo se molesta por cometarios asi, pero es que no hay otra de calificar a esa personaje, y la solucion salomonica tomada es patetica como para dejarla irse de rositas, es la autentica ganadora con todo esto, y mientras el trabajo de tus alumnos, borrado por el patetismo ignorante de esta tipa.
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De: Xenen |
Fecha: 2009-05-08 00:30 |
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A mi lo que me preocupa, es que tal como van las cosas en determinados ambientes, cualquier día se juntan curas, monjas, parapsicólogos, monjes calvos, ayatolhas, curanderos, visionarios varios y los de cuarto milenio y nos organizan otro auto de fe en cualquier plaza y vamos unos cuántos a la hoguera en fila india ... ¿en qué siglo estamos?
¿Pero quién maneja la barca de la educación pública en éste País?
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De: Iván |
Fecha: 2009-05-08 01:10 |
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No es publica, es concertada, y estas cosas pasan porque no se controlan bien que clases o quien lo da, pues la contratacion depende del colegio.
Asi tienes este caso, o la adoctrinacion con un vdeo torticero y manipulador en otro, etc, todo mientras bien que piden dinerete publico.
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