artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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2003-03-24
Hablen Con Ella
(Publicado en Diario de Noticias, Milenio, 24 de marzo de 2003)
Aunque nos temíamos lo que está ya pasando, hasta los últimos días quien más quien menos quería leer entre los signos y las noticias que evidenciaban una cada vez más clara acción bélica contra Irak que todavía quedaba un espacio posible. No fue así: la irrupción en escena del Trío de las Azores evidenció que cuando Bush quiere, el instrumento que considerará adecuado es el que le permite hacerlo, no el que indique la legalidad internacional. Si la ONU no nos vale, a tomar vientos la ONU, que para eso estamos aquí. Por mucho que casi todos los gobiernos le decían: "George, hable con ella, con la ONU, que le escucha", él decidió que ya estaba muerta e inoperante. Y sólo él estaba en la posición sublime del líder mundial que dicta la sentencia de muerte. Y que la ejecuta. Como cooperador obvio, estaba Blair; como cooperador innecesario y con ínfulas de subirse al carro del liderazgo mundial, estaba nuestro presidente Aznar.
"José María, hable con ella, con la opinión pública de su país". Aún no está muerta del todo, precisamente en los últimos tiempos, e independientemente de que los otros partidos políticos se hayan querido apuntar el tanto de su recuperación, la sensibilidad de la gente de la calle se erige con voz clara contraria a la guerra, contraria a la vulneración del derecho internacional, contraria al autoritarismo del más (pre)potente.
Ellos no hablan con ella, ni les debe gustar especialmente el cine de Almodóvar, ya de paso. Así que deberemos ser nosotros, desde la postración de un pueblo que creíamos en coma irreversible, quienes nos levantemos y les digamos que así no, que no contra nuestra voluntad, que no en nuestro nombre ni con nuestro silencio. Hablen con ella, con la fuerza de su voto, con la urna, en cuanto nos dejen opinar.
2003-03-24
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Hablen Con Ella
2003-03-24
(Publicado en Diario de Noticias, Milenio, 24 de marzo de 2003)
Aunque nos temíamos lo que está ya pasando, hasta los últimos días quien más quien menos quería leer entre los signos y las noticias que evidenciaban una cada vez más clara acción bélica contra Irak que todavía quedaba un espacio posible. No fue así: la irrupción en escena del Trío de las Azores evidenció que cuando Bush quiere, el instrumento que considerará adecuado es el que le permite hacerlo, no el que indique la legalidad internacional. Si la ONU no nos vale, a tomar vientos la ONU, que para eso estamos aquí. Por mucho que casi todos los gobiernos le decían: "George, hable con ella, con la ONU, que le escucha", él decidió que ya estaba muerta e inoperante. Y sólo él estaba en la posición sublime del líder mundial que dicta la sentencia de muerte. Y que la ejecuta. Como cooperador obvio, estaba Blair; como cooperador innecesario y con ínfulas de subirse al carro del liderazgo mundial, estaba nuestro presidente Aznar.
"José María, hable con ella, con la opinión pública de su país". Aún no está muerta del todo, precisamente en los últimos tiempos, e independientemente de que los otros partidos políticos se hayan querido apuntar el tanto de su recuperación, la sensibilidad de la gente de la calle se erige con voz clara contraria a la guerra, contraria a la vulneración del derecho internacional, contraria al autoritarismo del más (pre)potente.
Ellos no hablan con ella, ni les debe gustar especialmente el cine de Almodóvar, ya de paso. Así que deberemos ser nosotros, desde la postración de un pueblo que creíamos en coma irreversible, quienes nos levantemos y les digamos que así no, que no contra nuestra voluntad, que no en nuestro nombre ni con nuestro silencio. Hablen con ella, con la fuerza de su voto, con la urna, en cuanto nos dejen opinar.
2003-03-24 17:40 Enlace
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