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2011-02-14
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Publicado en DIARIO DE NOTICIAS - MILENIO
Lunes, 14 de febrero de 2011
Que es de obligado cumplimiento, ya lo sabemos. No hay forma de sustraerse a esta celebración almibarada del ¿amor?. Una pena, porque ninguno de los santos que llevaron ese nombre le llega ni a la suela de la sandalia a un cupido rijoso lanzando dardos que dirigen las pasiones humanas. Lo de que haya un santo cristiano para el enamoramiento es una especie de contradicción en términos que solo se salva gracias al empuje de los grandes almacenes y demás mecanismos para que sigamos comprando. Pensándolo bien, es curioso que nuestro gobierno no haya puesto un plan específico en estas fechas para fomentar el que sigamos moviendo dinero... el que nos queda sin empeñar. Hasta la NASA, que ha convertido en un encuentro bajo los auspicios de San Valentín al paso de la sonda Stardust a 200 km del cometa Tempel-1. No es nuevo: en el 2000 esperó al 14 de febrero para colocar a la NEAR en órbita en torno a Eros ¿Lo pillan, Eros, Valentín...?
De poco servirá pasarse la mañana mirando el origen de esta empastelada tradición (en la panadería he visto que venden unas pastas en forma de corazón para celebrarlo también) porque como todas estas cosas es una invención interesada. Si Chaucer con su epitalamio puso de moda mandar tarjetas arrobadas (los valentines de los ingleses) y otros quisieron ver romanas tradiciones que le precedieron en más de un milenio, lo cierto es que la cosa pinta a la era del consumo, justo con el New Deal de la posguerra mundial, los Bretton Woods y demás... Ahora que el Fondo Monetario Internacional, una de las bestias que guardan al Baal de los Mercados, se reinventa para seguir marcando las pautas que todos seguiremos, resulta perfecto que este lunes comulguemos todos con su santo más carismático. ¿Quieres amar, amor? Pues compra, gasta, consume.
No, no se crean que estoy falto de amor. Ni resabiado. Está fenomenal que vayamos adorando a los nuevos sus dioses, es decir, los de siempre rebarnizados adecuadamente. Hoy toca consumir enamoramiento, romanticismo y corazoncitos por todos los lados, y ya mañana nos dedicamos a otras cosas. Igual hasta un día hacemos la revolución.
2011-02-14 07:30 Enlace
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Comentarios
1
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De: Anónimo |
Fecha: 2011-02-14 13:07 |
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Romanticista ,revolucionario y para completar ,astrofisico ,cada loco con su tema y no es una critica ,es sencillamente un comentario .
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2
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De: Anónimo |
Fecha: 2011-02-14 13:13 |
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Pez si fuese por usted ,montara una revolucion astrofisica ,atea o quien sabe si esceptica ,lo que mas pavor me da es que saliese comunista y anti capitalista ,hasta donde llega el cientifismo de su planetario .
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3
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De: Iván |
Fecha: 2011-02-16 01:06 |
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Con semejante material poca revolución.
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