Inicio >
Historias > Martínez De Compañón
2011-06-30
)
Publicado en Diario de Noticias - MILENIO
Lunes, 27 de junio de 2011
A Baltasar Jaime Martínez de Compañón lo manda a Perú Carlos III, como chantre de la iglesia metropolitana de Lima. Recorrió el virreinato recogiendo tradiciones culturales, músicas y danzas, y también noticias y precisos detalles sobre la fauna y la flora de esas tierras (estas tierras, pues escribo desde las riberas del Marañón, que nutre al Amazonas en una selva que queda lejísimos de estas regiones que habitaron los chachapoyas). Compañón era navarro, de Cabredo, uno de esos ilustrados que de vez en cuando da esta tierra y que, aunque en su época algunos decían que había enloquecido en su constante andar y andar montes y selvas, ansioso de saber, supieron entender que para cambiar el mundo hacía falta algo más que una espada o una cruz. Y eso que fue obispo, en Trujillo primero y luego en Bogotá. Sus informes y láminas forman una aportación fundamental a la ciencia, la etnografía y el arte de este lado del mundo. Por supuesto, es casi completamente desconocido por su tierra natal, España suele pagar así, con el olvido más absoluto, a quienes deberían ser referentes de su historia.
En la Ruta Quetzal BBVA que a mí me ha traído por Perú de nuevo estamos recorriendo parte de ese itinerario del navarro, y dentro de unas semanas pasaremos por su pueblo. Afortunadamente, la obra de Martínez de Compañón no se ha perdido, y ahora más de doscientos expedicionarios de cuarenta países seguimos sus pasos. En estos tiempos de tan poca visión y tan interesado amor por Navarra, no está de más recordar a este hombre que se atrevió a fundar escuelas para indígenas, y a conocer y facilitar el utilizar el quechua para enseñar, en una acción social que también queda tan ajena a lo que vivimos. Por ello, ese peculiar obispo que dedicó su vida a recopilar las rarezas de un territorio que ha visto florecer y desaparecer cientos de culturas a lo largo de los siglos me sirve de inspiración ahora y, de paso, me permite mirar con distancia a ese otro lado del Atlántico que, incluso subido en estas sierras andinas, queda lejos, lejísimos. Una posición que, permítanme, me permite hacer, un año más, una despedida de fin de curso en esta contraportada de los lunes que quiere ser, sobre todo, agradecimiento a ustedes, los lectores.
2011-06-30 08:14 Enlace
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://javarm.blogalia.com//trackbacks/70008
Comentarios
portada | subir