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Historias > Ciencia: Que No Cese
2012-04-26
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Se conmemoraba ayer el
Día del ADN, en una semana que se ha convertido así, en los últimos años, en una en la que la ciencia consigue estar un poco en el comentario de los medios y, así, en la gente. Por supuesto es un tema menor y secundario frente al enorme descalabro que hace temblar los cimientos del país, acaso mostrando que lo de Europa también es la medida de la crisis y del desastre nacional...
[Me refiero, claro, a que ni Barcelona ni Madrid vayan a estar en la fase final de la liga europea de campeones de fútbol. ¿Qué hará el país ahora? Lo mismo nos fijamos que, entre partido y partido, asitimos a la impunidad de las medidas restrictivas promovidas por unos ministros tan evidentemente incompetentes en sus áreas de poder como incapaces de hacer otra cosa que seguir el dictado de las ideologías que mandan y ordenan el desmantelamiento de un estado del bienestar que ahora nos venden como un lujo por encima de nuestras posibilidades...]
En efecto, más allá del fútbol y la economía en general, esta semana está la ciencia. O eso es lo que nos gustaría, por lo menos que siguiera estando la ciencia. Ayer escuché a un biólogo,
Javier Otegui, en el Planetario, convencido de que hablar de biodiversidad es preciso para tener un futuro en este planeta, más allá de los temas económicos. Nos hablaba de cómo la secreción de unos áfidos que se alimentan en las hojas de los olmos de alguna avenida pamplonesa afectan a la conservación de las aceras, del mobiliario urbano, de los vehículos... Si no se comprende o estudia con la ciencia la elección de una u otra especie arbórea como decoración de una calle, podemos sufrir gravosas consecuencias debido a la interacción también en un entorno urbano de los diferentes elementos que tienen que ver con esa diversidad biológica. Y así hasta ciento.
Lo que pasa es que tal y como vamos, a gente como este investigador le quedan dos telediarios para poder seguir avanzando el conocimiento, porque el hachazo a los presupuestos de la ciencia es tal que sin duda se considerará superfluo (
préfulo que dicen en casa de mis suegros, que suena más dramático). Bueno, a los de los telediarios les debe quedar uno, pero esa es otra historia que no está del todo ajena al desmantelamiento del que hablábamos (no me refería al fútbol ahora, con perdón).
Total, que hoy vuelven a las andadas los científicos y ese manifiesto contra los recortes, exigiendo un replanteamiento de la necesidad de la investigación científica como motor de la economía y que, por lo tanto, tenga una consideración en los presupuestos del Estado que no la vea como un gasto préfulo sino como una perentoria necesidad inversora, sigue moviéndose. Mañana día 27
se cierra el plazo de presentación de enmiendas a los Presupuestos Generales y la
Carta abierta por la ciencia, acercándose a los 50.000 firmantes (si no lo has hecho, aún puedes echar
tu firma también. ahora justo leo que hay
17.430 apoyos públicos además de los
26.995 que pertenecen en concreto a investigadores)
Y el pasado martes, en la Casa Encendida, la iniciativa de la Asociación Española de Comunicación Científica "
Ciencia en Redes", llenaba de necesidades, visiones y propuestas válidas y erróneas el día de ciento y pico profesionales de la comunicación de la ciencia y la tecnología, de la investigación, de la enseñanza... En
Storify Txema Campillo ha colocado un poco
el esqueleto tuitero de lo que se iba cociendo en esa jornada, en la que no solo tuvimos un refuerzo quienes estamos apostando por esa comunicación y por la necesidad de apostar por el enredo y el entrelazado social que facilitan ahora los medios sociales, huyendo de las recetas y las ideas geniales, con sencillez, confianza en la bondad de los extraños y los propios y sobre todo con sinceridad. Una pura utopía vaya...
Ahora (tenía que estar saliendo ya, por cierto, que esto iba a ser una entrada breve) marcho corriendo para Bilbao, a un seminario, el cuarto ya, que también habla de la comunicación de la ciencia:
IV Seminario de Comunicación Cientícia: "Instituciones científicas: producción y comunicación de la ciencia". Lo organiza Juan Ignacio Pérez en su Cátedra de Comunicación Científica y esperamos que no sea la última vez, porque lo cierto es que a pesar de los recortes, algunas universidades, algunos centros de investigación, algunos museos y otros centros, algunas instituciones, siguen apoyando esto de la ciencia, para que no cese.
En unos días, del 10 al 12 de mayo, será Alicante el lugar para tomar la plaza (el puerto) y soltarse la bata, mostrar al científico que uno lleva dentro o al espectador que quiere que no todo sea Messi o Montoro, Wert o Mou (con perdón por la yuxtaposición). Hablo de
StAS Street Alicante Scienca, que puede ser otro escaparate más para exigir que la ciencia es cosa nuestra, también imagen de la Marca España, aunque se hayan empeñado en barrerla del mapa a base de desmantelarla también.
Pues eso, que no cese: y esta semana conviene decirlo, aunque estemos en un plan un tanto bipolar, viviendo realidades mezquinas en contra de la ciencia y a la vez sumergidos en otras realidades que muestran que a pesar de todo hay una creciente (naciente, un brotecillo, poco más, es cierto...) opinión para que esto de la ciencia sea más nuestro, más conocido y más reivindicado.
A por ellos.
2012-04-26 07:05 Enlace
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