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Historias > Matemáticas De La Crisis (MILENIO)
2013-01-07
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Publicado en
Diario de Noticias _ MILENIO
Lunes, 7 de enero de 2013
No sé si recuerdan que
estaba la semana pasada reivindicando las matemáticas, para poner un poco de orden o de entendimiento en esto de la crisis. Bueno, tampoco es que dijera nada que no fuera obvio o ya comentado en los cuatro años que llevamos de robo organizado. Y por otro lado, me he dado cuenta de que tampoco es una cuestión únicamente de matemáticas: ojalá la cosa fuera de hacer las cuentas bien y no engañar con palabrería o con selección de los números que convienen. Hay algo más profundo incluso que las matemáticas y el necesario compromiso con la realidad, porque resulta que los timadores suelen mejorar sus expectativas, precisamente porque ellos sí hacen correctamente los cálculos de probabilidades y ellos no se olvidan de la realidad. La diferencia se llama ética. Por poner un ejemplo que no sea local, leíamos este fin de semana que en un informe del Fondo Monetario Internacional se reconocía que sus informes y recomendaciones "subestimaban" el problema del paro. Recordarán, porque lo estamos pagando todos, que en esencia se nos ha vendido que para evitar el incremento del déficit (recuerden: deber cada vez más) teníamos que dejar de vivir por encima de nuestras posibilidades (ja) y ello implicaba por un lado incrementar impuestos, además de importantes recortes en los gastos. Menos Debe, más Haber... si es que está hecha la suma perfecta: debe haber más saldo. Pues no, no solamente se estaba disminuyendo la liquidez del estado, sino la de todos, y se estaba provocando más desempleo porque, de paso, también se conminaba a disminuir los costes de personal. A pesar de todo, el FMI no ha pedido perdón, ni tampoco tiene propósito de enmienda, y sigue reclamando más ajuste. Los modelos económicos son mucho de ideología y otro montón de matemáticas, nadie lo duda, pero además deberían incorporar algo de ética. No es así, y no falla en la parte de las cuentas, sino en la de quiénes las hacen, y cómo las presentan. O cómo las esconden, que también.
Regalo: rescatado del olvido.
FELIZ NAVIDAD (columna de MILENIO del 24 de diciembre que se me olvidó colocar por aquí)
ASÍ, el mejor de los deseos, que es de lo poco que podemos tener aún nuestro. Vamos cerrando un año que ha resultado ser todavía peor de lo que fue el anterior, ese que muchos calificaron como el peor a su vez, lo que muestra que siempre se puede conseguir, con esfuerzo, ser un poco más canalla. En una semana estaremos entrando en un año nuevo y hay que darle un margen. Además, para consolarnos un poco está circulando por la red estos días un vídeo que dice que en Alemania también se han cargado la clase media y hay más pobreza y menos esperanzas para salir de ella, mientras los más ricos ganan más y pagan menos. Paradójico: parece que saber que en Alemania tampoco atan los perros con longanizas hace menos mala la situación de aquí. No a mí, que me asusto un poco más si cabe y sigo sin entender por qué seguimos aguantando. Siempre podemos mirar a algún sitio donde estén un poco peor, claro, y encogiendo los hombros intentar mirar el lado bueno. Cuando lo tenga, como la paga extra de los empleados públicos que lo mismo aparece reconvertida en aguinaldo (ah, qué tiempos aquellos en los que uno sabía que su salario se partía en mensualidades, alguna más que los doce meses para apoyar en ciertos momentos de mayor consumo; ahora no, ahora las extras parecen dádivas por encima de nuestras posibilidades, y las vacaciones ya no son un derecho del trabajador sino una holganza que muestra qué poco solidarios somos con el progreso... corrompemos los derechos hasta torcerlos para que digan lo que dijo Diego).
Pero son días en los que le daremos al mundo un margen, quizá porque todo el mundo tiene un corazoncito y con tanto dulce y pastelón por ahí es difícil que no se te encoja un ratito y pongas la mirada tierna y un poco ñoña para abrazarte a alguien que quieres. Mucho mejor si te acuerdas de hacerlo muchas más veces el resto del año. Comprende también que puede haber alguien que, justo ese día, no tiene ese arrebato, así que déjale tranquilo, no jorobes con la felicidad por Navidad.
2013-01-07 18:49 Enlace
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