Este fin de semana hemos celebrado en el Paraninfo de la UPV-EHU de Bilbao, ahí en medio de Abandoibarra, el Naukas 2013, un conglomerado de casi cincuenta charlas, entrevistas y demás de divulgación científica. En Naukas.com toda la información y mucho más completa, además de, cada día, noticias y demás de los más de 100 colaboradores con que cuenta el proyecto. En eitb.com se pudo ver por Internet y estarán colocando los vídeos de las charlas.
La mía, como muchas otras, duró 10 minutos. La había titulado como esta entrada, haciendo clara referencia (a) al final aquel de las merry melodies de los dibujos animados de Warner Bros., con aquel impagable Porky diciendo "estoestó estoestó estoestodoamigos", y (b) al subtítulo de la película de Kubrick que en España conocimos como "Teléfono Rojo: volamos hacia Moscú", pero que era "Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb".
La idea de la charla era poder cantar al final la canción de Vera Lynn que cierra la peli (esa tan deliciosa de "We'll meet again / Don't know where / Don't know when / But I know we'll meet again some sunny day), adornada de unos impactantes hongos nucleares en blanco y negro. Pero como la canción no dura ni dos minutos, había que contar en unos siete minutos algo de lo que había ido pasando con la ciencia en nuestro país en los últimos tiempos. O sea, cómo habíamos dejado de amar la ciencia...
El pasado viernes 27, día en que yo tenía que dar la charla, era además la convocatoria europea de LA NOCHE DE LOS INVESTIGADORES, y en todos los centros de nuestro país, la ciencia mostrada a la gente iba además a mostrar su descontento con los recortes y el poco interés ante el proceso de desmantelamiento (o desamortización) que se sufre. A mediodía el Gobierno de España iba con toda seguridad a aprobar unos presupuestos en los que la ciencia no iba a tener, precisamente, el mejor de los tratamientos.
Así que era una buena ocasión para, dentro de esta enorme y optimista celebración por la ciencia, llamar a la acción: solo con la activa defensa de quienes apostamos por la cultura científica podremos asegurar que la ciencia se siga haciendo por aquí, y no que nos quedemos solamente con un país lleno de turistas y ludópatas.
Se me ocurrió usar una línea de tiempo del año transcurrido desde el Naukas 2012: un año de desamor por la ciencia. Y recorrí los digitales con ciencia sacando aquellas noticias que estaban con su hashtag "recortes" en ciencia. En El País habían hecho un impresionante seguimiento, más de ochenta noticias en esos 12 meses de octubre de 2012 hasta este mes de septiembre de 2013. Y no menos notable en Materia. Nada paradójico: en los medios más afines al Gobierno no se había hablado tanto, pero lo cierto es que entre los problemas de EREs y despidos en tantos centros de investigación, las protestas generalizadas, el tema de la flotabilidad económica del CSIC... había chicha.
De hecho había demasiada chicha. Porque se convertía en una sucesión de más de 100 recortes de prensa. Para convertirlo todo a menos de 5 minutos había que dejar las noticias en meros titulares que se irían sucediendo a razón de uno cada 5 segundos o poco más. Monté un vídeo y el resultado se podrá ver dentro de poco entre las charlas de NAUKAS. Pero las diapositivas que componen ese vídeo, junto con unas pocas más que he añadido hace un rato, se pueden ver mejor en este pdf que he subido a SlideShare, en el que la línea del tiempo de la ignominia contra la ciencia queda más clara. Por supuesto, esta no es toda la ciencia, ni todas las noticias sobre ciencia española.
Sería injusto concluir que de aquí solo llegaremos al fin del mundo. Y posiblemente se pueda mejorar. Pero hablando de justicia, es increíble pensar que condenamos a las generaciones de jóvenes mejor preparados de la historia de nuestro país a pensar que no podrán volver a su país nunca, si es que tienen suerte y pueden hacer de la ciencia su modo de vida. Sería injusto pensar que todo esto es consecuencia de una crisis y que no hay de dónde recortar más que de la ciencia. Es de hecho injusto, y es mentira, lo que hemos estado sufriendo aquí desde hace más de cinco años. Y no es lógico desmantelar algo que nunca fue más que un brote verde.
En fin, ahí está. Entre tanta euforia de una jornada brillante, joven, desenfadada y también humorística sin dejar de ser crítica, las notas de la canción que cantó Vera Lynn y la murga de mi recorrido por los titulares de los recortes del año quedaron algo agrios. Más ante casi quinientas personas, más en un auditorio con una pantalla tan grande. Pero de la misma forma que otras veces en ese auditorio he podido presentar el lado amable del Universo, esta vez sentí que debía también preocuparme en público.
Aquí están las diapositivas:
Y finalmente EL VÍDEO
Porque la prueba más irrefutable de las barbaridades que uno hace son los registros de lo mismo. Y aquí está en la web de EiTB a la carta la retransmisión de los 10 minutos de mi charla.
Como ejercicio: comprueben qué noticias aparecen en un sitio, pero no en el otro, si es que tienen ganas...