artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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Pues eso. Que total mañana es mañana, aunque pertenezca a otro año. Como no soy de desear el mal a nadie (aunque alguno piense lo contrario) parece que desear el bien a todas las personas buenas es innecesario, porque así será, si tiene que ser. No es fatalismo, no crean. Es un buen deseo, el deseo de que podamos ser buena gente todas y cada una de las personas que por aquí andamos. Y eso es tan deseable hoy que acabamos el año como en cualquier otra tarde, fría o cálida, de la revolución terrestre.
Por aquello de dejar de decir obviedades, rescato un parrafito de la genial novela "La piel del cielo" de la genial Elena Poniatowska. Por si tienen un hueco entre tanto buen deseo y alcohol (que viene sospechosamente ligado en estas fechas señaladas, pero ese es otro tema). El texto, la reflexión. Ahí la tienen:
Lorenzo todo lo relacionaba con el cielo, su verdadera vida estaba allá arriba y se iniciaba en la noche. Para él, el Sol mentía y encerraba a la Tierra en un círculo engañoso de luz. Al llegar la noche, la oscuridad le daba al universo su verdadera dimensión: la del abismo, el vacío que le hacía exclamar: «¡Puta madre! ¿Dónde estoy?».
2014-12-31 19:12 Enlace
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Muchas gracias por la recomendación del libro. Acabo de terminar de leerlo. Me parece una obra estupenda. ¡Hablan de ciencia en serio! Entre otras cosas, claro.
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