artículos, escritos y demás piezas perfectamente obviables perpetradas por Javier Armentia (@javierarmentia por algunas redes)
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Publicado en Diario de Noticias, MILENIO, el lunes 8 de junio de 2015
http://www.noticiasdenavarra.com/2015/06/08/opinion/columnistas/milenio/responsabilidades
Leo que esta semana las vacunaciones contra la difteria se han incrementado notablemente en Catalunya, y de paso también otras vacunaciones del calendario recomendado del que muchos padres y madres abominaban hasta hace nada, siguiendo una moda de desinformación mezclando medias verdades con mentiras enteras. Que la salud es un negocio es algo indudable, que hay interereses empresariales y mucho dinero en juego tampoco se puede soslayar. Hay decisiones en política sanitaria que se toman más por razones económicas que por el compromiso con la salud pública y esto no es una teoría de la conspiración, sino un hecho. El asunto del tratamiento con sofosbuvir contra la hepatitis C, su precio inmoralmente alto y el mercadeo de políticos y opinión pública contra la esperanza de cura de las personas enfermas está aún ahí, y seguirá, como muchos otros temas serios, preocupantes. Y más en un país en el que desamortizando lo público se pone en peligro mucho, no sólo ahora sino en el futuro.
El discurso del miedo a las vacunas ha funcionado porque es guay, natural y con el buenismo de la crítica social, pero se ha aprovechado del efecto rebaño: las personas no vacunadas están habitualmente rodeadas por otras inmunizadas contra esas enfermedades y tienen menos posibilidades de contagiarse. Los visitantes del parque de atracciones de Disney descubrieron sin embargo que cuando globalizas el mundo el rebaño se pierde, y el sarampión puede contagiártelo cualquiera. O la difteria, como ha pasado en Olot. La responsabilidad de quien no se vacuna es propia, pero si se obliga a un menor se trata de una cuestión diferente, y la protección a los menores debería ser tomada en consideración por encima de las modas y la ignorancia. Aunque el miedo no sea una buena razón, ojalá ahora algunos reconsideren cómo están poniendo en riesgo de muerte a sus hijas e hijos.
2015-06-08 23:44 Enlace
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Excelente. |
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E iria mas lejos, nada de responsabilidad propia, porque con tu actitud pones en riesgo a toda la sociedad, te conviertes en un problema de salud publica.
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Al hilo de un comentario de Iván: "el coste de salvarle el pellejo, lo pagaremos todos y siempre es mucho mas que lo que hubiese costado su vacuna." igual habria que tirar por ahí.
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