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Historias > La Verdad Sobre Antenas Y Cáncer En Navarra
2016-02-01
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Esta mañana he visto claramente la situación a unas decenas de metros de la mayor aglomeración de hospitales de Navarra dos torres de antena de telefonía trabajando a plena potencia.
En el argumentario habitual de los antenófobos están las afirmaciones de la OMS y su Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) clasifican los campos electromagnéticos asociados a la telefonía móvil y al wifi como
POSIBLES CANCERÍGENOS.
Cierto es que la clasificación de la IARC
no establece ni cuantifica el riesgo de cáncer, solo que hay sospechas de que en algunos estudios con animales (no hay tal con humanos) algo podría suceder. Así, lleno de potenciales y condicionales que, simplemente, se obvian, como
comenta Arturo Quirantes en Naukas.
También se suele añadir como prueba de que la preocupación por las antenas y demás está justificada la llamada
resolución 1815 aprobada por el comité permanente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo en mayo de 2011 (el Parlamento Europeo, años antes, en junio de 2009, había adoptado una resolución que reclamaba una directriz europea al respecto más restrictiva que las existentes). La resolución 1815 recomienda tomar todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos magnéticos, especialmente a las radiofrecuencias de los móviles, con especial cuidado de los niños y jóvenes que "parecen estar" más en riesgo por tumores cerebrales. Esta resolución, claro está, es simplemente una resolución política y no está basada en bibliografía científica sino en un estudio de parte, preparado por grupos que querían promover este tipo de resolución por parte de la política (el llamado informe
"BioInitiative" concluido a su vez en 2012, un buen ejemplo de cómo no se debe hacer una evaluación de la "evidencia científica" como comentan en lugares como
Science-Based Medicine). Como sucede muchas veces, por lo tanto, no es lo mismo que los políticos firmen algo a que esto sea lógico o siquiera razonable, y menos que esté basado en hechos reales o imaginarios, con autores interesados en vender antenofobia más que en las pruebas científicas...
Pero bueno, para las asociaciones de afectados por las antenas, antenófobos o electrófobos de todo tipo, incluyendo a las neuras de moda, los que se quejan de las terroríficas picoantenas (de veras: ahora el enemigo no son solamente las antenas de los tejados -que también- sino y por encima de todo, los repetidores o pequeñas antenas en la calle, en edificios públicos, en farolas de los parques. En lugares como
Valladolid o
Pamplona andan haciendo mapas y me temo que pronto pasarán al vandalismo para irlas inutilizando... no es un deseo, sino un temor.)
No hace falta seguir: la sobreabundancia de páginas, plataformas, asociaciones de personas afectadas, colectivos ciudadanos indignados, páginas solidarias de conservacionistas de todo tipo, hasta órganos de comunicación de los partidos políticos y sindicatos y... casi todo el mundo, con la llamativa ausencia de respuesta ni de explicación por parte de las autoridades sanitarias, los responsables de las normativas de telecomunicación, las academias y colectivos profesionales de ingeniería de telecomunicación y hasta las propias empresas del sector afectadas. Prefieren mirar para otro lado, contrastar poco y sin beligerancia las afirmaciones y... dar la batalla por perdida, algo que se ha hecho desde hace más de 10 años.
Y sin embargo, como decía en el titular amarillo (ilustrada con una no menos amarilla foto), la verdad está ahí fuera: la verdadera conexión entre antenas de telefonía y el cáncer en Navarra está ahí, en las antenas de ese edificio de la Avenida Barañáin, en los pares, y en los impares se desarrolla todo el Complejo Hospitalario de Navarra, con dos hospitales, centro de consultas y especialidades, materno-infantil, escuela sanitaria y toda la repanocha de Osasunbidea, el Departamento de Salud de la Comunidad Foral de Navarra. Unos cientos de metros más allá, pero sin duda bajo la clara y completa influencia de estas antenas y otras de la Avenida de Navarra y de otras calles adyacentes, está también la Clínica Universitaria de Navarra.
¿No da que pensar? Casi todas las personas diagnosticadas y tratadas de cáncer en Pamplona en los últimos años realizan sus consultas, acuden a los diagnósticos, reciben sus tratamientos de quimioterapia o radioterapia, se someten a terapias de medicina nuclear o hasta se someten a cirugías en esa zona de influencia de las ondas electromagnéticas de estas antenas. Pensemos por ejemplo en que casi todas las mamografías de los programas de prevención del cáncer de mama tienen también lugar en esas zonas de alta contaminación electromagnética.
Pues bien, aunque resulta un poco vergonzoso que los datos oficiales de incidencia del cáncer que ofrece el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra no estén actualizados (solo llegan a 2009 actualmente en lo que se accede a la web) se encuentra que con un número incrementado anualmente de diagnóstico de cánceres tanto en hombres como en mujeres sostenido en los años, no es menos notable que la mortalidad en ambos sexos disminuye con continuada tendencia:
(fuente:
Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra)
Si los orígenes de los cánceres son achacables a muchos factores, en la "lógica" de los antenófobos, habría que tener en cuenta que dado que virtualmente TODAS LAS CURACIONES se han producido bajo los campos electromagnéticos, algo habrá relacionado (en su lógica, en la de verdad bien sabemos que no). Es decir, resulta tan significativo o más que las pruebas que hacen dudar a los parlamentarios comunitarios o avisar a los expertos de la OMS, el hecho de que al influjo de estas antenas SE CURA EL CÁNCER, SE DISMINUYE LA MORTALIDAD DEL CÁNCER. Hechos. Contrastables.
¿Absurdo? No más que lo que se considera intelectualmente respetable y hace que una ciudad como Vitoria-Gasteiz acabe aprobando (con el voto de la totalidad de sus representantes políticos) declararse
ciudad libre de wifi, limitando su uso en espacios públicos y eliminándolo de aquellos sitios en que los niños
andan sueltos.
2016-02-01 10:27 Enlace
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