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Historias > El Fin Del Mundo Del 23 De Septiembre
2017-08-24
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1. Tenía la pecera desatendida, perdón especialmente a esas personas que pasan cada día por aquí y se encuentran sin nuevas historias. Dentro de unas semanas retomo los artículos del Diario de Noticias, así que al menos tendré la regularidad mínima semanal habitual durante el curso. En esta historia iré poniendo numeración a cada párrafo. Aunque ahora me da la sensación de que parezco un columnista facha haciendo esto. Lo dejo, pero no sé por qué he decidido hacerlo. Misterios insondables...
2. Y hablando de comenzar el curso. Lo mismo no hace falta preocuparnos por ordenar nuestra labor de cara al otoño porque hay un runrún este año de que se acaba el mundo el próximo 23 de septiembre. Con el impacto de una estrella apocalíptica, la Ajenjo del mismísimo Apocalipsis, convertida en conspiranoia y findelmundismo bíblico que es la mezcla más insoportablemente tediosa y mema que uno puede concebir: mentiras, exageraciones y alucinaciones sobre textos exagerados y alucinados, mezclando churras con merinas y extrapolando "más allá del tiesto", como decían Les Luthiers. Sigan por aquí en orden creciente de párrafos y lo podrán comprobar.
3. Lo contaba hace unos días, el pasado 8 de agosto de 2017 la periodista Ángela Bernardo en Hipertextual:
El fin del mundo no ocurrirá en septiembre: solo es una teoría conspiranoica más. Otros medios lo han recogido con mayor o menor fortuna pero ausencia de enlaces como suele ser habitual en el periodisggfifownfsd digital. Pero la idea es que el eclipse total de Sol del pasado lunes 21 de agosto anunciaba una de las trompetas del Apocalipsis, la de la Luna Negra. Y luego ya viene todo corrido para que el mundo se acabe, de la mano de un impacto cósmico que también estaba anunciado en una de las revelaciones de San Juan, en el capítulo duodécimo: "Apareció en el cielo una gran señal..." (
aquí el texto, por ejemplo, qué estomagante esto).
4. Las señales son las habituales que uno espera en el cielo: mezcla Sol, Luna, planetas y constelaciones del zodiaco (que es por donde se ven a los astros mencionados antes) e interpreta en clave más o menos astrológica tales posiciones y relaciones angulares (aspectos, le dicen en su jerga) con momentos claves o más o menos extraños o improbales que te parezcan más adecuados. En este caso tenemos al Sol sobre la Virgen en el cielo, con varios planetas ahí danzando, las estrellas de Leo y un astro invisible e inesperado: la estrella Ajenjo de la Biblia.
5. Ajenjo, un nombre curioso, el de la planta,
Arthemisia absinthium, de donde se hacía la venenosa absenta y cuyo nombre en inglés y alemán recuerda al de otra bebida popular que usa, a veces, esta hierba para dar amargor, el vermú que
nosotros convertimos en la radio en parte en ciencia divulgativa (les tengo que convencer a Joaquín Sevilla y Álvaro Valderrama para montar un especial sobre el fin del mundo y el vermú).
6. Pero mejor que Ajenjo queda en el mundo conspiranoico el Planeta X o mejor aún el Nibiru de resonancias babilónicas que popularizó hace muchos años el charlatán Zechariah Sitchin y que tanta adscripción ha tenido en el mundo de los vendedores de misterios patrios. No pongo enlaces ni digo nombres, pero uno no puede haber seguido a esa panda de iletrados y fabuladores sin escuchar o leer unos cientos de veces las presuntas maravillas del planeta Nibiru, o de su estrella oscura y los demás que se nos vienen cada 33 siglos o así (o 7.000 años, o cualquier otra cifra que parezca enorme e imposible de conjeturar como algo simplemente casual o como una construcción post hoc) y montan la escaforcia de catástrofes más o menos bíblicas por aquí, que es sin embargo negado por la ciencia y los poderes públicos (cosa razonable dado que nunca nadie ha aportado la más mínima prueba de que tal entelequia exista más allá de las invenciones de Sitchin y los demás que le han copiado y fabulado más allá, también, del tiesto).
7. Añadamos, de paso, que a veces esto se une al Hercólubus o Hercóbulus, que tiene también resonancias sectarias y paranoides y que sigue incomprensiblemente de moda en los carteles de captación de gente con debilidad de razonamiento y desprendidos de cartera que caen en esas redes, conciliábulos y demás rosacrucianas asociaciones de estafadores e iluminados (ambas cosas a la vez frecuentemente). Nota aparte: es curiosa la persistencia de las estupideces de Rabolú, Samael Aun Weor, Hercilio Maes o cualquiera de los orates que nos lo han ido rescatando en el último siglo.
8. El cóctel se podría completar con el habitual sistema de propagación de bulos, estupideces y demás que es internet. Si uno pone en el buscador términos como "fin del mundo", "nibiru", "23 de septiembre" y así le aparece un rosario de páginas que van desde la Conspiración a la Biblia pasando por el creacionismo o, nada raro, forocoches y productos similares. No pongo enlaces, porque me despisto. Por supuesto, añadamos que todo esto tiene también una parte de "antiguos astronautas", que precisamente, según Sitchin, venían montados en Nibiru a hacer que la humanidad fuera lo que es, esa sucesión de civilizaciones con construcciones portentosas que, sin embargo, fueron hechas por esos Anunnaki, avanzadísimos extraterrestres que los acadios confundieron con dioses. La forma en que alguien puede mezclar una creencia literal y mistérica en la Biblia con la patochada de los astroarqueólogos poblando de razas alienígenas el pasado de la Tierra es más bien conspicua, pero el cóctel funciona (al menos en lo de paralizar neuronas).
9. Por supuesto, que el Sol esté pasando por Virgo, que los planetas anden cerca, esto es, conjuntados talmente, no es nada raro, aunque pueda parecer extraño. Salvo que quieras buscarle un sentido más allá de la razón: por ahí he leído que lo mismo sucedió precisamente en el nacimiento de Jesús de Nazaret y ahora anuncia la segunda venida que marca el comienzo del fin de los tiempos. Pues vale.
10. El origen de todo esto no es nuevo, como también suele ser habitual. La cantidad de veces que se ha predicho el fin del mundo usando interpreaciones ad hoc de textos bíblicos es enorme. Si sumamos las veces que se ha asegurado que nos va a dar un Nibirazo, o un Ajenjón, o un Planetazo X, ya ni les cuento. Para llenar todos los años podríamos sumar otras conjunciones planetarias, eclipses o profecías como las de Nostradamus. Solo falta que alguien correlacione esto con los movimientos sísmicos, la bolsa o aplique un programita en R para que con el Big Data nos descubra que ya en el código de la Biblia estaba todo dicho hacía miles de años. En hebreo, mismamente. Para joder a los que no lo hablan ni conocen esa fe bastante verdadera.
11. Acaso esta vez hemos de dar más crédito a un charlatán llamado David Meade, que publicó hace unos años un libro llamado "Planeta X - La Llegada" (disponible en
Amazon), y que escribe en diferentes sitios (todos ellos sin ninguna credibilidad, como es innecesario comentar por obvio), de los cuales, si el lector o lectora o lectore tiene apetencia insana, destaca la web
Planet X News, en la que Meade y otros escritores no menos estropeados que él ponen día a día verdaderas revelaciones que nos explican lo que va a pasar. Cuando pasa la fecha y no ha pasado nada, da igual, porque si algo es característico de estos profetas del fin del mundo es que la realidad les resbala absolutamente.
12. Cierro la entrada que no debería ser un hilo de twitter nunca, porque para eso Twitter era un sistema de microblog, y antes teníamos los blogs de verdad que son para cosas como esta. Aquí la docena: el fin del mundo anunciado no va a tener lugar, Nibiru no existe, la Biblia nunca tenía razón y si es usted de las personas que gustan de creerse estupideces y propagarlas por las redes lo siento, pero este no es su lugar. Por cierto, que los astrónomos bíblicos (un decir, gente de esa que tiene blogs que hablan de astronomía pero mantienen la literalidad de la Biblia como principio básico para su "conocimiento" del Universo) han sido prolijos desmontando las tonterías de este fin del mundo del 23 de septiembre. Ej.:
Dr. Danny Faulkner de Answers in Genesis. Lo gracioso es que en el fondo ellos mismos se deberían aplicar el pensamiento crítico a SUS creencias, pero eso es otra historia para otro lugar.
y 13. La docena del cura. Me pasa Ángela Bernardo (¡gracias!) un enlace a una historia más ordenada sobre el tema de Eleanor Muffit, publicada en The Telegraph hace unos días:
Why some people think the eclipse will cause secret planet 'Nibiru' to destroy Earth next month. Ah, y hoy en el programa
Qué me estás contando, de ETB-2 hablaremos algo del fin del mundo. De este que no sucederá y de otros que tampoco lo hicieron. Aunque lo asegurara un conocedor del mundo como es Paco Rabanne.
2017-08-24 12:14 Enlace
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Comentarios
1
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De: Iván |
Fecha: 2017-08-24 20:45 |
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¿En serio tenemos el enesimo apocalipsis anunciado en veranito? que suerte andar un poco desconectado ultimamente y no haber visto tanta soplapollez.
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2
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De: Anónimo |
Fecha: 2017-08-25 05:14 |
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Qué curioso que los literalistas bíblicos se hayan apresurado a negar cualquier vínculo con la histeria apocalíptica (oh, wait), no sea que les desmonten el chiringuito a ellos también.
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3
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De: z1 |
Fecha: 2017-09-24 08:50 |
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¡Qué divertido! Pobre Armentia sólo le queda monetizar refutando cosas facíles. XD
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