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Historias > Pezqueñines
2003-05-19
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Publicado en Milenio, Diario de Noticias, lunes 19 de mayo de 2003
Llevamos mucho tiempo pescando, recolectando de los mares lo que podemos, y como hemos ido pudiendo. Desde hace más de cien mil años, cuando quienes vivían cerca de las costas africanas del Índico recolectaban moluscos y crustáceos, y peces cuando los conseguían. Entre muchas otras características de nuestra especie está la de comernos todo lo que sea comestible (más aún, viendo la oferta de los fast foods, uno añadiría que incluso lo que no es comestible...). La eficiencia que nos proporcionó el uso de herramientas y nuestra mayor capacidad de comprensión del mundo que nos rodea fue permitiendo que poco a poco la especie humana conquistara el planeta, y lo fuera aprovechando para seguir medrando. Y en esas seguimos, aunque ahora nos damos cuenta de que, a lo tonto, somos ya muchos, y los recursos que un día parecían inagotables tienen, por el contrario, un tamaño finito, una fecha de extinción si seguimos así.
Ahora nos cuentan unos ecólogos canadienses, en un estudio que esta semana publica la revista
Nature, que de los peces gordos de la mar salada queda sólo un diez por ciento de lo que había antes del nacimiento de las pesquerías industriales, la modernidad de la depredación marina del último siglo. Quienes viven del mar, y tan dados han sido siempre a las historias y cuentos de sus predecesores, saben bien de la desaparición paulatina de los caladeros, de la disminución de los frutos de ese mar que antes era generoso y ahora parece rácano. Se comprueba ahora que somos nosotros los únicos responsables, que atunes, peces espada, merluzas y hasta fletanes empiezan a ser casi inencontrables.
El autoengaño de las potencias pesqueras de que si un caladero se esquilmaba siempre se podía ir a otro y que, dejando el antiguo reposar unos años se volvería a repoblar queda, con probatura científica, expuesto. ¿Qué haremos entonces? Por el momento nada, las flotas de barcos-factoría siguen haciendo desparecer cuanto pueden: la especie depredadora por naturaleza va camino de dar al traste con esa fuente de alimento. Los aún tímidos intentos por inventar el neolítico en la pesca, esto es, pasar de recolectores a cultivadores, no van a permitir parar el desastre. Se exigen acciones globales, una vez más que, mucho nos tememos, quedarán en el agua de borraja de tratados internacionales de eterna confección con moratorias absurdas y vetos por parte de los más responsables. Así, no nos quedarán ni los pezqueñines.
2003-05-19 21:37 Enlace
Referencias (TrackBacks)
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Comentarios
1
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De: rvr |
Fecha: 2003-05-19 21:42 |
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Javier Solana suele argumentar a la administración estadounidense que las políticas preventivas no solo sirven para los terroristas, sino también para el medio ambiente. Ellos a lo suyo, claro.
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2
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De: ElPez |
Fecha: 2003-05-20 09:35 |
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Más sobre este asunto el próximo miércoles, en El Correo y por aquí, claro...
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3
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De: lgs |
Fecha: 2003-05-20 16:39 |
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copensaremos con sombreros en la lista, si quieren
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